miércoles, 24 de diciembre de 2014

Especial Navidad con Edward Yolag!

Navidad, esas fechas donde muchísina gente se siente alegre, y cuando todas las personas deberían estar contentas. Un nuevo año se aproxima, y eso simboliza una "nueva vida", o los propósitos que algunos se hacen para el año siguiente los hacen cambiar.

Sin embargo, como buen especial de Navidad en este mi blog, comienzo una historieta con los personajes que ya conocemos. Espero que la disfruten.

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25 de diciembre. Navidad. Todos están revueltos por las calles, disfrutando de estas fechas tan señaladas. La plaza está a rebosar, con un gigantesco cono iluminado en el centro, haciendo las veces de árbol navideño. Aunque haya tantísima gente en las calles, puedo distinguir a dos personas cerca de ese árbol. Edgar y Liza están allí, descansando de un tranquilo paseo por las calles de la ciudad.

La casualidad siempre juega con los encuentros.

Paulina también había pensado lo mismo: Dar una vuelta por las iluminadas calles en el oscurecido cielo. Pero estaba sola. Ese era su gran pesar este año: Pasar la Navidad sin compañía.

Los tres personajes se encontraron. Saludos cariñosos y conversaciones cortas tuvieron lugar hasta que se lanzó la pregunta clave.

"¿Con quién pasarás estas navidades?"

Paulina cambió el rostro involuntariamente. Sentía muchísima vergüenza de su situación, pero no mintió. Les dijo que las pasaría sola.

Sus amigos (y yo también) estaban atónitos. ¿Cómo una chica como ella no tenía compañía? La intentaron animar. Edgar y Liza la invitaron a dar un paseo con ellos. Por lo menos eso aliviaría la mala situación de Pau.

Hasta yo habría intervenido en la conversación para proponerle a Paulina que pasara la Navidad conmigo, pero me faltó valor para hacerlo.

Ellos continuaron el paseo por las calles interiores, algunas bastante estrechas. Tuve un poco de miedo, pues si me descubrían tendría que dar muchas explicaciones, y no estaba preparado para darlas. Con mucha cautela, los seguí, hasta que volvieron a la plaza. Allí se detuvieron nuevamente. Había mucha gente frente al balcón que daba al reloj. Alguien estaba en la repisa de aquella ventana.

Nunca te dejes llevar por la desesperación.

Un hombre joven acababa de asesinar a su pareja. De esto me informé al día siguiente, así que yo estaba tan extrañado de aquello como cualquier otro. Un suicida arruinando la noche navideña. No quiso darle tiempo a los servicios de policía, bomberos, etcétera para prepararse, y se lanzó con un grito. El gentío estaba alborotado. Algunos gritos angustiosos del público y... El hombre cayó en los brazos de otro muy fuerte, que pudo salvar su vida. Un acto heroico, que fue de gran alivio y satisfacción para el público. ¿A que no adivináis quién era ese hombre tan fuerte como para salvar a ese otro? Era Bart Chill. Paulina, Edgar y Liza no se lo creían. Fueron hacia él y lo felicitaron. El suicida no estuvo muy contento, ya que la policía lo detuvo instantes después.

Bart había quedado con un grupo aparte de mujeres, así que no tuvo mucho tiempo para hablar, pero aún así fue una experiencia increíble ver tal cosa en este día.

Se acercaba la hora de irse. Paulina se despidió de Liza y Edgar. Ellos intentaron que se quedase, pero Pau es muy decidida y no se dejó convencer. Ella tomó camino hacia su apartamento. Yo hice una llamada a un compañero mío mientras intentaba seguir a Pau. Perdí de vista a los otros dos tras la despedida.

Tienes un guardián. ¿O quizás más de uno?

Cuál fue mi sorpresa al ver que Paulina, entrando a su portal, estaba siendo molestada por un par de hombres. Dos hombres que no estaban celebrando estas fiestas. Pau no es una chica que se deje molestar, pero se ahorró pegarles una paliza a los dos tipos. No tenía esos ánimos. Fue en ese entonces que la pillaron desprevenida y la inmovilizaron entre los dos contra el suelo. Ella se arrepintió de no haberles dado una buena tunda en su debido momento. Suerte tuve del viento, que hizo que la puerta no se cerrase bien y pude entrar. Los dos vándalos me miraron a mí, y uno de ellos intentó atacarme. Ese fue el momento perfecto para Pau, que se pudo deshacer del otro. Yo atraje hacia fuera del portal al que quedaba, que venía a por mí. Estaba acorralado, pero él me vio más débil e intentó tumbarme. Falló el golpe. No se esperaba que me agachase con tal facilidad. Lo tumbé desequilibrando sus piernas.

Paulina se sorprendió muchísimo al verme. Me dio las gracias enormemente. No quiso pensar qué habría pasado si yo no llego a estar allí. No tuve que proponerle nada. Ella me invitó a su casa. Yo acepté encantado, pues yo también estaba solo esta navidad.

Mientras tanto, la llamada que hice antes dio sus frutos. Esta parte me la contó Zero, que fue a quien llamé. No creí que fuese a funcionar, pero... Misteriosamente, la magia de la Navidad hizo de las suyas.

Edgar y Liza estaban volviendo por una calle. Estaba vacía, ya era muy tarde. Ambos se quedaron de piedra cuando una farola se apagó cuando pasaban por debajo de ella. Menudo susto. Pero eso lo que provocó fue que se dieran un abrazo bastante fuerte. Ambos enrojecieron (A Liza se le notaba más, aunque esto me lo haya contado alguien que observaba a varios metros de distancia).

Lo más gracioso fue cuando, sin previo aviso, un muérdago cayó enfrente de la pareja. Fue una situación difícil. Los dos se quedaron mirando aquel objeto que había caído. Recordaban la tradición de besarse bajo el muérdago, por supuesto. Pero... ¿La llevarían a cabo en ese momento?

Las palabras son como la llave a tus pensamientos.

"Vale, nos besamos si alguna vez nieva aquí"

Eso dijo Edgar. No pudo hacer otra predicción mejor. Liza creyó que no iba a tener que hacerlo, pues nunca había nevado en aquella ciudad. Pues justo al terminar esas palabras, comenzaron a caer copos de nieve. Incrédulos los dos, no tuvieron más remedio. Esas palabras fueron las que impulsaron a Edgar y Liza a besarse bajo la nieve que caía.

Zerofrost lo tuvo difícil para contenerse y no gritar de alegría. Tanto tiempo que habían estado saliendo esos dos y aún no había nada. Ahora, por fin hay algo. Un poco de esperanza en esa relación, aunque sólo sea un beso de muérdago.

Hola. Soy Edward Yolag. Os relato mis navidades porque he estado reflexionando sobre mí mismo. Mi "hija" Nevan está por ahí de fiesta, probablemente robándole el alma a algún incauto. Gerald... Me pregunto dónde estará. Y yo... Acabé en casa de Paulina. Aquí habéis visto claramente (o sutilmente, no sé cómo lo interpretaréis) cómo soy. No tengo valor para hablar con vosotras, chicas, porque... Nada, no me entiendo a mí mismo. Paso desapercibido casi siempre, salvo cuando tengo que ser importante para algo en especial. Y no quiero entrometerme, pero si lo hago, no lo hago directamente, sino que otra persona lo tiene que hacer por mí. Este soy yo, alguien que a pesar de todas estas características, a mi modo de ver, negativas, desea lo mejor para todos aquellos que le rodean. No soy alguien que busque mucha fiesta, pero si otros lo pasan bien así, yo lo disfrutaría sin duda. He decidido plasmar estos pensamientos aquí para sentirme mejor conmigo mismo. Así ha sido. Aunque sea un viejo aburrido, quiero ver que vosotros aún lo pasáis genial. A lo mejor es por eso que subo cosas a este blog. Me siento muy bien, y espero que vosotros también estéis muy felices estas festividades navideñas. Me despido de vosotros. En dos meses aproximadamente cumpliré 69 años. Pero eso... No es interesante, supongo.

Disfrutad con lo que tenéis, que es lo que os ha regalado la vida. Hasta la próxima, lectores. Espero que os haya entretenido este relato de navidad.

By: Edward Yolag.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Informativo 13 Diciembre 2014

Les informo que el coseno de alfa y la doble tangente de beta (Es decir, examen de matemáticas que durará 3 horas) me impidieron concentrarme para escribir este capitulo de hoy de MdL. Espero me disculpen. Y ahora la mala noticia de verdad...

No podré continuar a un ritmo regular lo que empecé como episodio cada sábado. Ni siquiera habrá alguna nueva serie, sino historias sueltas, aleatorias, como dice el título del blog. La semana que viene es la última semana de clases para mí antes de navidades, así que espero tener tiempo suficiente para compensaros el sábado próximo con un capítulo extra. Podré hacer dos capítulos? Me propongo ese reto, y espero conseguirlo, me veo capaz. Pero eso es. No habrá series, simplemente relatos cortos, lo que yo veo como una mejora, pero cada uno tiene su punto de vista.

Un saludo a todos lectores y gracias por su paciencia y atención! Sois unos grandes!

sábado, 6 de diciembre de 2014

MdL #16: Nevan, Bart, Zero vs Maldición

Habíamos quedado en el episodio anterior que todos habían sido separados en el mismo lugar. Un poco extraño, ¿verdad? ¿Cómo pueden desaparecer personas frente a tus propios ojos? Eso fue debido a esas fantasmagóricas figuras de mujer, y su maldición. La forma de librarse de ella es superar la prueba que os ponen. Parece que sólo una persona la superó: Jessica.

- ¡Oye! ¡¿Por qué no hay nadie?¡ - Exclamó Nevan, observando que su alrededor había cambiado. La atmósfera estaba cargada y el cielo, que ya era oscuro en aquel lugar, tomó un tono rojizo.

- ... ¿Una chica? Nunca tendré alguien a quien enseñar... - Dijo una voz algo aguda.

Nevan se giró y vio una sombra, que se convirtió en una persona. Un hombre mayor, de pelo blanco desordenado y caminaba muy encorvado, más incluso que Edward.

- Pero... ¿Por qué no me vas a enseñar? Preguntó inocentemente Nevan, esperando alguna pista de aquel tipo.
- Vosotras no pensáis igual. Sois diferentes a nosotros. No existen una mujer y un hombre exactamente iguales.
- Pero... No existe nadie igual a nadie, ¿no?
- Eso crees ahora, porque eres un ser simple. Un simple humano. Fácil de copiar. Actualmente tengo miles de copias humanas creadas artificialmente. Creerás que es imposible, pero no soy alguien que quiera hacértelo creer.
- Entre esas copias... Hay mujeres?
- ...
- ¿No?
- ... No.
- Entonces lo que dices es cierto. - Contestó Nevan, sonriendo al hombre.
- Un segundo... ¡Has aprendido algo de mí! Siendo como eres, podrías ser un espécimen perfecto!
- Podría decirle cómo son las mujeres.

Los ojos del señor se iluminaron. Tras ver que ella no era normal, probó a entender lo que Nevan le iba a decir. Eso pensaba él.

- Acércate un poco más. No nos gustan las conversaciones a mucha distancia. - Ordenó Nevan.

Costó trabajo. Parecía que nunca había hablado con una mujer. Finalmente consiguió acercarse.

- ¿Sabes? Yo específicamente no sabría por donde empezar. - Comenzó Nevan - Podría enseñarle lo que es un... Súcubo.

Nevan fue muy rápida y astuta. No hubo tiempo para reaccionar antes de caer en la trampa del demonio. El científico cayó desplomado, preso del hechizo. El cielo perdió el tono rojizo y Nevan se encontraba en la Isla de nuevo. Había superado la prueba, que debería haber sido una batalla contra aquel hombre, pero ella lo arregló de otra manera. A su manera. Con la palabra y argumentos... Que engañan.

Pero... ¿Qué pasó en la prueba de Bart Chill?

Se escuchó un gran sonido, como si de gas a presión se tratase. Bart intentaba distinguir algo a su alrededor, y se percató de que se estaba formando una figura de vapor. De vapor rojo.

- Ssssssufre... - Se pudo entender como un susurro en voz alta de la nube rojiza.
- ¿Y qué hago yo ahora con esto? ¡No se le puede pegar!

Bart intentó atizar golpes al aire. No funcionaban. Muy armado que estaba, con toda esa armadura, y no podía hacer nada.

En uno de esos golpes, cuando vio bastante humo agrupado, simplemente explotó al contacto. La onda expansiva fue suficiente para tirar al suelo al guerrero armado.

Esto ocurrió unas cuantas veces. La armadura estaba ya un poco resentida, pero finalmente Bart utilizó un método bastante simple para vencer a aquella masa incorpórea. Se concentró y giró sobre sí mismo. El vapor se disipaba hacia los lados y parte de él subía irremediablemente, como si de un tornado se tratase. Llegó un momento en el que ese vapor estaba tan disperso que no pudo volver a juntarse. Bart había ganado, sin golpear a su enemigo. Pensando un poco cómo debes actuar, puedes superar dificultades. Sin embargo, Nevan encontró a Bart tirado en el suelo, mareado tras dar tantas vueltas.

¿Y Zero? ¿Cómo lo habrá pasado?

El mago no tuvo un rival fácil.

- Mi nombre es Buri Correcaminos. Y tú no pareces muy atlético, eh?
- Me lo han dicho varias veces.
- Te echo una carrera. El primero que mate al otro, ¡gana!

Con esa exclamación, ese joven desapareció de la vista del mago para aparecer detrás suya, dejando un golpe por el camino en el estómago de Zerofrost.

- ¡No se ha visto! Eres lento, ¿eh?
- ¡Tú sí que vas a ser lento! - Contestó muy molesto el mago.

Buri volvió a desaparecer, pero esta vez un círculo de hielo lo hizo desviarse. Acabó su carrera lejos del mago.

- ¡Eso es trampa! ¡No pienso romper el hielo! Jaaaa, ja, ja. - Reía Buri su propia broma.

Hay que tener las propiedades muy claras. Zero las tiene.

El mago empezó a correr, a alejarse más de aquel chico. Él, dejándole un poco de ventaja, salió un poco después hacia él, intentando asestarle un golpe por las espaldas, pero Zerofrost se autocongeló en un bloque de hielo enorme. Buri intentaba frenar, pero aquel suelo que Zero había pisado estaba congelado, y resbalaba. El resultado fue un Correcaminos estampado contra el bloque de hielo. Zerofrost se descongeló y se reencontró con Nevan y Bart, que ya había vuelto en sí.

¿Qué más? ¿Cómo les fue a los demás? Eso lo veremos la próxima semana, que hoy ya he sacado mucho tiempo para escribir, y tengo exámenes!!

sábado, 29 de noviembre de 2014

MdL #15: Fantasmas y Jessica!

Llegaron finalmente a la Isla Sin Nombre a la tercera semana de viaje en barco. Era una isla bastante pequeña en cuanto a superficie. Lo más notable era lo poco cuidado del suelo y la especie de iglesia que había en el centro. Por lo demás, nada.

Había un pequeño puente de tablas que hacía las veces de puerto. Sólo había un bote viejo flotando allí. Todos bajaron rápidamente del barco y, finalmente, pisaron la Isla.

- Esto es la Isla Sin Nombre? - Preguntaba Bart.
- Pues vaya decepción, no? - Continuó Lucas.
- Un poco deprimente. - Dijo Lan.

Así era. No cumplía las expectativas de ninguno de los presentes. No tuvieron problemas en fijarse de que alguien había aparecido por la puerta de la iglesia.

Tenía aspecto de mujer, con cabellos larguísimos y puntiagudos color morado. Vestía un vestido largo blanco desgastado por la parte de abajo, que se había tornado marrón por el uso y el roce con el suelo. En cuanto se dio cuenta de que había visitantes, quedó bastante sorprendida. Su piel era también blanca como el vestido.

- Un fantasma? - Preguntaba Nevan a Edward.
- No. - Contestó Bart - Es ella.
- Bart, por fin la has encontrado, venga, ve a por ella! - Animó Edward.

Bart salió el primero a saludar a Jessica, pero algo pasó. Justo después de que ella saludase amablemente, se hizo de noche de repente.

- Uy! Habéis llegado en mal momento. Escondeos o algo! Que vienen! - Avisó nerviosa Jessica, volviendo adentro de la iglesia y cerrando la puerta.
- Pero qué... - Intentó decir Bart, pero entonces vio lo que estaba sucediendo.

Fantasmas! Todos tenían forma de mujer y eran muy parecidas a la vestimenta que llevaba Jessica. Ella las estaba engañando pareciendo una de ellas. Había olvidado decir que Jessica Svarti es una maestra del disfraz.

Todos estaban preparados para enfrentarse a ellas, pero cada vez eran más. No pudieron hacer nada por la siguiente razón: Antes de darse cuenta, los habían separado.

Todos estaban en el mismo lugar, pero estaban solos. No tenían compañía. Tampoco había más fantasmas.

Edward, Nevan, Bart, Zero, Gerald, Lucas, Lan e Iris. Todos separados. Hasta ahora habían estado siempre juntos. Qué ocurrirá?

sábado, 22 de noviembre de 2014

Informativo: Estado actual de MdL

Como habrán podido comprobar, la semana pasada no pude subir un nuevo episodio de MdL, ni hoy tampoco. La razón es que he estado muy muy MUY ocupado y no he tenido tiempo para continuar los episodios. También me quedé sin capítulos de reserva, con lo qur, desgraciadamente, no hubo capítulo.

Pedir perdón por esto que no avisé salvo por Twitter.

También decir que se me ha ocurrido la base para la nueva serie, que tendrá que ver con el juego que más me ha encantado: Ragnarok Online.

Hay que adelantar que los personajes cambiarán un poco. Pero los nombres serán iguales.

Y MdL aún no se ha terminado! Quedan cosas por hacer y terminar!

sábado, 8 de noviembre de 2014

MdL #14: Hay que conseguir un barco!

Ya han llegado a Maressia Nevan, Bart, Edward, Gerald, Zero, Iris, Lan y Lucas. Fueron todos juntos directamente a los muelles, para conseguir lo más importante: El barco. Sin un barco no llegarían a la Isla Sin Nombre nunca. Hablaron con los dueños del muelle. Dos hombres barbudos, uno pelo blanco otro cabello negro, a juego con su vello facial, que era idéntico pero de distinto color.

- Un barco? Pues ya podéis ser ricos, porque con tantos barcos perdidos ya casi no quedan. Además, sois muchos para un navío pequeño. - Explicó el de barba blanca.
- Je, mira sus pintas. Seguro que no tienen ni para comer. - Añadió el de barba negra.
- Oye! - Intentó decir Iris, pero fue interrumpida por otra voz familiar.

- Perdonen. Me recuerdan?
- Es el hombre que nos encontramos en el tren! - Dijo Nevan sorprendida.
- En efecto. Permítanme presentarme. Me llamo John Guidewalker. Sabía que llegaríais hasta aquí. Yo compraré el barco por ellos.
- En serio!!?? - Algunos del grupo exclamaron muy sorprendidos.

- Un momento. Adónde van a ir? - Preguntó el de barba blanca.
- A la Isla Sin Nombre. - Contestó Lan.
- Qué!? Ni hablar. No os daremos el barco para perderlo, aunque nos paguen todo el oro que quieran. - Protestó el barba negra.

Discutieron largo rato intentando convencerlos. Que si no había nadie dispuesto a manejar un barco hasta allí, que los que van a la Isla no vuelven... Iris no dijo nada sobre su amnesia ni que había vuelto de la Isla. Simplemente por si eso causaba problemas. Sólo lo sabían Edward, Nevan y ella misma.

- Y si les demostramos que podemos ser los mejores que han ido hasta allí? - Propuso Bart.
- Venga. Si ustedes nos consideran cualificados para ir a esa Isla de la cual no ha vuelto nadie, nos dejarán comprarle el barco. - Intentó negociar Edward.

Increíblemente, aceptaron el reto. Querían saber quienes estaban tan locos como para aventurarse allí sabiendo que igual no salen vivos.

Por quién empezamos?

- Tú eres un anciano. No podrás sobrevivir a una pelea contra una criatura marina. - Dijo el Barba Blanca.
- Intentad golpearme. Vosotros dos. A la vez.

Los dos barbudos aceptaron la propuesta e intentaron golpear a Edward. Jamás consiguieron tocarle, ni utilizando los trucos más sucios como patadas bajas o atacando por las espaldas. Simplemente el viejo desaparecía ante sus ojos pronunciando palabras extrañas.

- Os parezco débil? - Preguntó Edward tras dejar bastante cansados a ambos - Pues estáis en lo cierto, pero no me pueden tocar. Soy casi intocable. Es una técnica antigua, señores.

Turno de Nevan.

- La chica esta, muy guapa y todo eso, pero... Puede hacer algo útil? - Retó el Barbas Negras

La respuesta no se hizo esperar. Nevan blandió rápidamente su látigo que cogió del sótano en Honimi y atrapó al Barba Negra. Lo atrajo hasta ella y lo hechizó. El hombre cayó desmayado ante el súcubo.

- Oye! No nos lastiméis! - Gritaba Barbas Blancas.
- No, si estoy bien. Muy bien, diría yo. - Dijo Barbas Negras levantándose. - Acabo de ver el paraíso.
- Déjate de rollos y pasa al siguiente. - Protestó Barbas Blancas.

Bart Chill.

- A este no hace falta hacerle pruebas, no? - Dijo nervioso el Barbas Blancas tras contemplar las dimensiones de Bart.
- Este está preparado para todo. Siguiente.

Lucas es el siguiente.

- Se te ve buena cara. Qué sabes hacer? - Preguntó Barbas Blancas.
- Ves aquella gaviota? - Preguntó Lucas.
- Sí.

Lucas lanzó su bumerán hacia el mar. Sacó rápidamente su arco y una flecha y acertó el disparo a la gaviota al vuelo. El bumerán en la vuelta golpeó a la gaviota y la trajo a los pies de Lucas. Un auténtico show de habilidad que dejó a ambos boquiabiertos.

- Siguiente. Este tipo está muy preparado. - Dijo Barbas Negras.
- Todos están muy preparados. - Añadió Barbas Blancas.

Ahora va Gerald.

- El chico este es el más pequeño. Qué haces? - Preguntó Barbas Negras.
- Coleccionar animales.
- ... Eh? Preguntó Barbas Blancas.

Lo mejor fue la cara que pusieron cuando vieron la "colección" de Gerald Paul. Sacó garras de sus manos, sus piernas se transformaron en las de un canguro, cambió su boca por un pico, y después de todo eso, volvió a su forma humana normal.

- Es un monstruo! - Exclamó Barbas Blancas.
- Pues le dejamos, verdad? - Preguntó Barbas Negras.
- Exacto.

Zerofrost.

- No pareces muy atlético, eh? Cómo podrías escapar de algo muy rápido? - Cuestionó Barbas Blancas.

Zerofrost formó del aire un muro de hielo sin apenas esforzarse.

- Otro paranormal. Pase. - Dijo Barbas Blancas.
- Qué gente! No hay nadie normal! - Exclamó Barbas Negras.

Iris Coco fue llamada.

- Tú qué sabes hacer, señora? - Preguntó Barbas Negras.
- Esto... Tocar el piano? - Contestó dudosa Iris.
- Pero algo que funcione en el viaje. - Aclaró Barbas Blancas.
- Pues no sé... Puedo ver las estrellas. - Volvió a contestar Iris.
- Yo también puedo ver estrellas por la noche! No pierdas el tiempo! - Se enfadaba Barbas Negras.

- Ella es nuestra guía de navegación. Conoce la posición de las estrellas. No se expresa muy bien. - Puso Edward de excusa.

- Bueno... No nos gusta nada, pero nadie va a ir con vosotros a esa Isla. Por eso nada más, pase.

Y sólo falta Lan.

- Eres de Honimi, verdad? Se ve en tus ojos. - Dijo Barbas Negras.
- No la reconociste? - Preguntó Barbas Blancas a Barbas Negras - Es Lan!! La última campeona de lucha de Kitami! Qué haces viajando hasta allí?
- Estoy entrenándome. Supongo que habrá buenos retos en esa Isla.
- Lo siento por ti. Si vas, no podrás entrar al siguiente torneo el año que viene, pues no habrás vuelto. - Advirtió Barbas Blancas.
- Estoy lista para entrar allí. Y voy a salir de allí para acabar la guerra de Kitami.

Llena de determinación, la dejaron pasar. Todos estaban listos. Se despidieron de John, agradeciéndole el pagar el barco. Ambos hombres barbudos lamentaban la partida de aquellos aventureros. No volverían a ver gente tan... Anormal. Aunque Barbas Blancas tenía esperanzas, pero pocas, de que volviesen. Así zarparon los ocho integrantes del grupo. Sin olvidar lo último que les dijo John:

"No tengáis miedo de los fantasmas. Podéis contra ellas."

Aún me pregunto qué querrá decir.

sábado, 1 de noviembre de 2014

MdL #13: La esperanza y la luna

Ya en casa de Frank Dogs...

- Pau. Estás bien? Qué ha pasado? Qué has averiguado?
- ...
- Paulina, por favor. Cuéntame qué ha ocurrido. Seguro que te encontrarás mejor tras decírmelo.
- ... He matado al viejo.
- Por eso estás tan preocupada?
- No he matado nunca a nadie! Es que no sientes nada!?
- ...
- No tienes corazón.
- Mi corazón me lo arrebataron esos tipos.

Paulina abrió mucho los ojos y recordó muchas cosas de golpe. La historia de Frank Dogs, y la suya propia. Su padre mató a su madre, la organización mató a la mujer de Frank. Hizo una relación entre esos dos sucesos en cuestión de segundos y rompió a llorar de nuevo.

- Paulina, cálmate. Ya ha pasado. No puedes hacer nada para cambiar aquello que hiciste. Pero puedes buscar una forma de sentirte mejor. No podrás cargar con esa culpa todo lo que te queda de vida.

Pau seguía sollozando, pero con menos intensidad. Las palabras de Frank sonaban armoniosas en su cabeza, aunque no pudiese pensar con claridad. Recordó de nuevo a sus padres. Era todo demasiado duro, que superaba a Paulina.

- Por qué? Por qué la vida tiene que ser así? - Chillaba Paulina para desahogarse en cierto modo

Frank la abrazó, intentando que parase aquella incómoda escena, donde no sabes cómo ayudar al que se siente dolido. En parte, esto funcionó. Pau estaba poco a poco mejorando su situación mental. Cuando ya todo estaba casi como antes, llamaron al timbre.

Cuando abrieron la puerta, apareció una mujer. Era alta, de cabellos largos y castaños, casi negros. Tenía una mirada inteligente, que no se trataba sólo de fachada.

- Te están buscando. Frank, verdad? - Pronunció la mujer.
- Quién la envía? - Contestó Frank, precavido.
- Me envío yo misma. Liza Carr, encantada.
- Un segundo, yo a tí te conozco! - interrumpió Paulina en la conversación.
- Paulina? Qué casualidad! Conoces a Frank? - Preguntó animada Liza.
- Sí! Estamos...

Frank apartó a Pau, haciéndola callar.

- Conoce a mi compañera?
- Por supuesto! Ella fue la que me animó justo antes de que me convirtiera en pequeña empresaria. Y mírame ahora, de las más altas en posición. - Contestó alegre Liza.
- En... Qué posición exactamente? - Preguntaba Frank cada vez más cerca de algo que le interesaba.
- Pues... La 16 creo. Uno más uno menos.
- Entonces me has venido a advertir?
- Sí, me lo encargó Edgar. Dijo que entre nosotros podríamos compartir información y tú podrás llegar al fondo del asunto.
- Ahora comprendo. Sólo los más poderosos en escala social pueden manejar los hilos. Esto es algo grande.
- No quiero ser una marioneta, así que estuve de acuerdo en contártelo. Una de las ubicaciones más importantes es el Hotel Loki. Suelen reunirse allí los llamados a las reuniones y nos comunicamos a través de un circuito cerrado de comunicación. Nadie puede saber quién es el que manda todo esto.
- Nadie salvo yo, verdad? Paulina! - Dijo Frank, llamándola - Ya puedes decir lo que quieras, no te enfades conmigo! Tenemos nuevo punto interesante!
- Por cierto, yo nunca estuve aquí ni conocéis mi nombre, eh?
-Entendido. Siga adelante. Muchas gracias. - Se despidió Frank.


Mientras tanto, volviendo al otro grupo, camino a Maressia, ya se hizo de noche.

Iris estaba fuera de la tienda de campaña. Nevan también estaba fuera, pero ella no duerme, con lo que resultaba normal. Ambas estuvieron hablando.

- Qué haces, Iris? No duermes? - preguntó Nevan.
- Nevan! Qué susto! - Dijo sobresaltada Iris.
- Uy, perdona. No duermes?
- Yo siempre me quedaba mirando la luna por las noches cuando era pequeña. Hasta que me podía el sueño. En ocasiones hablaba con ella.
- Hablar? Con la luna?
- Sí. Le preguntaba cosas, como: "Qué hago yo ahora?" o "Encontraré a mi amor pronto o tarde?" Esas cosas. - Reía levemente Iris, recordando su infancia.
- Vaya, tenías imaginación.
- Un día me contestó.
- Qué!?
- Me dijo que lo que debía hacer era proteger los astros.
- No es posible. Seguro que no lo imaginaste? Un momento, tú no tenías amnesia?
- La luna me lo ha recordado. He recordado quién soy. Soy Iris Coco, una Protectora de las Estrellas.
- En serio recobraste la memoria? Fantástico!
- Pero hay algo que no recuerdo. No tengo ningún recuerdo de La Isla Sin Nombre...
- Pero si es adonde vamos!
- Yo estuve allí, y por algún motivo salí viva, aunque con amnesia.
- No recuerdas nada de nada?
- Ni siquiera una pista. Pero por lo menos ya sé lo que tengo que hacer. Volver allí y descubrir qué es lo que debo hacer en ese lugar. Voy a descansar un rato.
- Bueno, me alegro de que ya estés bien con tu memoria. Que descanses.

Mañana sería un día movidito. Qué harán nuestros aventureros en Maressia? Paulina va a necesitar tiempo para volver a actuar, así que... Maressia en el siguiente episodio! Hasta la próxima!

sábado, 25 de octubre de 2014

MdL #12: Infiltrada

Paulina Gao estaba dentro de la caja. Se las había ingeniado para colarse en una de ellas mientras se distraía el empleado que descargaba el camión. No sabía adónde la habían dejado, pero ella esperaba que no hubiera problemas. En cuanto escuchó que los guardias terminaban su conversación y cerraban la gran cortina metálica con un estruendo impresionante, abrió un poco su escondrijo y vio que todo estaba oscuro. Muchísimas cajas y estanterías de utilidades estaban allí. Paulina, segura de que no había nadie, salió de su recipiente y comenzó a investigar sigilosamente la sala. Cajas por todas partes, herramientas, cuerdas, cinta aislante... En definitiva, muchísimas cosas para almacenar.

Paulina no se orientó bien en la oscuridad y derribó una caja de herramientas, que cayó al suelo desde un estante causando un ruido metálico fortísimo. Ella tuvo que idear un plan rápidamente antes de que se diesen cuenta y entrase alguien no deseado. Agarró bastante cuerda y un poco de cinta aislante. Ya abrían la gran puerta cuando ella se había colocado la cinta en su boca y las cuerdas simulando que estaba atada de manos y pies, aunque en realidad no lo estaban por falta de tiempo.

Entró uno de los dos que cerraron anteriormente la puerta. Con la luz de fuera y una linterna, pudo explorar y ver qué había causado el ruido. Una caja de herramientas se había caído, pero al observar detrás, vio a una mujer, con la boca tapada en cinta aislante y atada de manos y pies, aparentemente inconsciente.

Pero no era así. En cuanto ese tipo intentó acercarse, Pau abrió sus ojos e incapacitó al agente con dos puñetazos y una patada en la entrepierna. Paulina es muy buena disimulando en situaciones, y eso lo va a demostrar ahora. Le arrebató el traje al guardia y lo ató de pies y manos, poniéndole una cinta aislante en la boca. "Dormirá profundamente" pensó ella mientras se ponía la ropa del derribado.

"Un poco grande... Bueno, no me puedo quejar. Espero que no se me note nada raro."

El guardia llevaba una pistola. Estaba cargada. Paulina se la llevó, sólo como parte de la indumentaria, no pensaba utilizarla como arma.

Ella salió y cerró el almacén causando el mismo estrépito que los anteriores guardias. Por fortuna, nadie extrañó a aquel que Pau había noqueado. Ella intentó encontrar la forma de llegar a aquel sospechoso, pero no podía pasar desapercibida. Los guardias veían a una mujer pasar por delante y no la dejaban de mirar. Habría sido el cebo perfecto para atacar a aquellos incompetentes.

Entonces era el turno de Frank Dogs. Utilizando la conexión del móvil de Paulina, podía intentar detectar dónde se encuentran los "peces gordos" del asunto. Pero aunque lo encontrara, hubo un pequeño inconveniente.

- Oye, chica. Tú desde cuando estás aquí?
- Me trasladaron hace muy poco.
- Es raro. Sólo hay una mujer aquí entonces. Esto es un campo de nabos.
- Ja, ja. Pues está bien saberlo. Sigo con lo mío.
- Oye, vente conmigo un rato. No será largo. Nadie se enterará de que nos hemos ido un par de minutos.
- ... Venga, pero rápido, que acabo de llegar. - Aceptó Paulina.

El guardia se la llevó a uno de los almacenes y cerró por dentro. Estaban ellos dos solos.

- Muy bien, moza. Qué crees que quiero yo ahora mismo?
- ...
- No hablas ahora? Estás atrapada aquí. No puedes salir de ningún modo. Yo tengo la llave y me la vas a tener que quitar.
- No tengo tiempo para juegos, tío.

Paulina le dio un beso en la boca al guardia antes de pegarle un rodillazo en el estómago y estamparle la cabeza contra el suelo. Los ataques inesperados son los más efectivos. Dejó al inconsciente en un rincón y salió de allí con su llave. Frank ya consiguió la posible localización donde quería llegar. Llamó a Paulina y se lo dijo.

"El almacén 9, verdad? Allá voy."

Paulina entró tocando a la pequeña puerta de ese almacén en concreto. Le dijo al guardia que estaba dentro que habían cambiado de posición. Él estaba encantado de quitarse trabajo de en medio. Paulina se quedó dentro y cerró con llave. Tal y como lo había hecho el tipo extraño de antes.

- Una chica? Increíble. Creí que todos los secuaces iban a ser hombres. - Dijo una voz de viejo.
- Pero es que yo vengo para darle un servicio que ningún hombre puede hacer por usted. - Respondió pícaramente Paulina, con ese tono que aprendió de Nevan para cautivar hombres.
- Ajá, ya veo. Cuando quiera, señorita. Cuando quiera...

Paulina se quitó el primer botón de su camiseta y sacó la pistola después, apuntando a la cabeza del viejo.

- Ya me está usted diciendo quién está detrás de todo esto.
- Eh? Qué?
- Me va a contar todito sobre quién está utilizando estos almacenes como tapadera para algo peligroso.
- Ah, así que quieres eso. Qué pena. No puedo decirte nada. Por lo menos si te quitaras la camisa...
- Tú de verdad quieres cabrearme, verdad? Dime lo que sabes!
- Pues te vas a llevar un chasco, querida. Ninguno de nosotros conoce a la cabeza pensante. Somos una unión de 25 empresarios. Todos de acuerdo con aquel o aquella que anda detrás nuestra, diciéndonos lo mejor que podemos hacer: Ganar.
- Eso es todo?
- No tiene más.
- Demasiado fácil, viejo.
- Si me dejas de apuntar...
- No hasta que me vaya.
- Inténtalo. Ya tienes compañía en la puerta. Seguro que esos estarán encantados de tener una mujer con quien desahogarse.
- Y yo tengo esta conversación grabada. Seguro que a los medios les encantan estas declaraciones. Adiosito, señor Ralph Rocky.

Paulina abrió la puerta y se encontró a muchísimos guardias esperando. Cerró en seguida e intentó idear un plan. El almacén 9 tiene una ventana que da a la parte de la puerta donde están los guardias.

- Parece que nuestra joven tiene ligeros problemas. - Se burlaba el viejo.
- Puedo matarle ahora mismo, sabe? Ya no me sirve de nada.

Pau arrojó por la ventana unos pantalones que utilizan los guardias. Estos, al pensar que eran los de ella, comenzaron a desear que saliese. Más aún cuando salió volando una camisa verde, también de guardia, por la ventana. Se habría quedado Pau en ropa interior? No, era parte del plan. Una distracción que permitiría a Paulina salir de allí. El viejo se había levantado e intentó golpear a Pau con una silla. El resultado fue un disparo no intencionado. Paulina apretó el gatillo como un acto reflejo y la bala impactó en el pecho del viejo, que cayó muerto al instante. Paulina había utilizado una pistola. Paulina había matado a alguien. Un asesinato. El primero en su vida.

- Tengo que salir de aquí, me estoy poniendo nerviosa...

Paulina entonces agarró el cuerpo del viejo con gran pesar y lo subió hasta lanzarlo por la ventana con la ropa de Paulina. Los guardias, al no creerse que se hubiera suicidado, fueron a mirarla, pero no era Paulina, sino Ralph. Ella ya estaba huyendo del lugar en la distracción con la ropa del viejo. Llegó a la furgoneta de Frank y se subió inmediatamente. No dijo nada. Simplemente Frank arrancó. Paulina estaba paralizada. No hablaba. No respondía a las preguntas de su compañero. Había que descansar. Pau no estaba preparada para asesinar a alguien con un disparo. Estaba en shock.


Hasta el próximo episodio! Espero que este os haya gustado. De verdad, me impresiono a mí mismo cada día. Espero que lo notéis, lectores!!

sábado, 18 de octubre de 2014

MdL #11: Leyendas del valle

Todos salieron del sótano uno por uno. Algunos no tuvieron que coger nada, pues no les interesaba lo que había allí. Así que el primero en salir fue Gerald, que simplemente echó un vistazo rápido.

(Recordaremos hoy todas las descripciones, y les añadiremos más datos interesantes, como el vestuario.)

Gerald Paul salió tal y como entró. Una camisa blanca, pantalones azules y zapatos marrones oscuros. Siempre lleva gafas. Nadie lo recuerda sin ellas. No suele hablar mucho y es algo desconfiado, pero eso se compensa con la ayuda que presta al equipo. Un hombre que puede utilizar cualquier cualidad de los animales es muy versátil.

El segundo en salir fue Zerofrost. Un mago de hielo no necesita más que su magia, con lo que ningún arma o armadura le vendría bien, a no ser que fuera mágica. Con una toga azul bien ceñida con un cinto negro y unas zapatillas azules oscuras era suficiente para él. Es muy callado. Nunca nadie sabe qué piensa. Aunque hay excepciones.

Edward Yolag también salió pronto de allí, aunque buscó un poco más que los otros dos. El anciano, pelo ya casi blanco y corto con una barba bastante larga del mismo color, sólo agarró de allí un bastón. Un bastón de madera oscura para apoyarse al caminar. Su vestimenta es de una camiseta blanca tapada por una chaqueta marrón oscura. Y sus pantalones largos y negros, al igual que sus zapatos. Al tener poderes especiales tras haber obtenido algunos los poderes de los Roa, no necesita arma alguna. De todos modos, ya usa un bastón.

Iris Coco salió con el señor Edward. Ella no tenía ningún tipo de poder especial, lo que la hacía diferente del grupo. Llevaba una especie de vestido oscuro largo ya gastado y sus zapatos eran muchísimo más negros que su vestimenta. Una chica que encierra un misterio. No recuerda nada. Conseguirá la Isla Sin Nombre hacerla recordar?

Nevan apareció poco después. El cabello rojo ya le llegaba hasta los talones. Llevaba un top de color rojo, y unos pantaloncillos cortos con unos zuecos negros. Ella había encontrado algo en el sótano que le faltaba desde hace mucho tiempo: Un látigo. Los súcubos acostumbraban a llevarlos. Esa cosa en sus manos es un arma muy peligrosa. Ya veremos más adelante el porqué.

Hubo una gran pausa hasta que salió Lucas. Un joven de pelo rubio y con una mirada peculiar. Se podría decir que ve el mundo con otros ojos. Se llevó unas botas que había en el sótano, aunque no se las puso. Aún llevaba zapatos marrones, a juego con su pantalón largo y una camiseta color verde. También se encontró un guante de hierro y decidió llevárselo. Quién sabe en qué piensa este aventurero. Será mejor no preguntar.

El último en salir fue Bart. Muy... Cambiado. Planeaba llevarse puesta una enorme armadura algo oxidada con una espada en las mismas condiciones. El resto del grupo no daba crédito a lo que veían e intentaron hacer que no se la llevara. No pudieron convencerle. Bart ahora llevaría una armadura metálica sin casco.

- Bart, no te falta un escudo? Ya para terminar la gracia? - Dijo Lucas riendo.

Pero resulta que Bart Chill ya tenía su equipamiento planeado. Hizo aparentar que su espada se debía cargar con dos manos. Ese era el caso, pero Bart y su increíble musculatura se permitían llevar una espada de dos manos en una sola mano. Y quien dice espadas, dice hachas, martillos y demás objetos contundentes.

Así acaba el episodio de hoy. Ya atardecía y las nubes se tornaron anaranjadas. Naranjas como la ropa de Lan, que iba a acompañar al grupo en su viaje. Una chica de cabello largo y negro con dos coletas y no demasiada estatura. Iba a ser una buena oportunidad para mejorar sus habilidades. Nadie podrá derrotarla una vez la paz vuelva a Kitami. Ella está convencida de que sus compañeros la van a hacer mucho más fuerte.

Y qué ocurrirá en la próxima parte del viaje en Honimi? Y qué está pasando en Meril? Se llevará a cabo el plan de Paulina y Frank? En el próximo episodio volvemos a Meril. Hasta la próxima!

sábado, 11 de octubre de 2014

MdL #10: Ataque del titán

"Bart Chill, varón, 25 años. Antiguo miembro de la milicia, es decir, un ex-militar. Es un gigante en persona. Mide casi dos metros y es impresionantemente fuerte. Un musculoso hombre preparado para sobrevivir a base de fuerza."

"Lan, chica joven de 21 años. Campeona del último torneo mundial de lucha libre en Kitami. No necesita músculos para derrotar a sus rivales. La llaman: "La colegiala asesina". Con una agilidad y velocidad de reacción tremendas, es un blanco difícil, combinado con sus artes marciales."

- No os esperaba aquí para nada! - Decía Lan - En serio me voy a tener que enfrentar a Bart? Bueno, será un buen entrenamiento.
- Está muy confiada, no, Nevan? - Susurraba Iris Coco - Quién es?
- Es Lan. La campeona de lucha de Kitami. Esto va a estar interesante. Hay que confiar en Bart para conseguir el mapa, no? - Respondió Nevan.
- Bueno, vale. No parece ser muy fuerte ella. Tenemos posibilidades, verdad?
- No hay que confiarse nunca, Iris. - Interrumpió Edward. Observa cómo se mueve esta chica. Es todo un espectáculo.

Bart contra Lan. El combate comienza. El cartógrafo da la señal para que puedan empezar las hostilidades. Lan se concentra y se coloca en posición. Bart prepara sus puños y calienta rápidamente sus músculos. Para sorpresa de este, Lan comenzó a correr hacia Bart y le propinó tres patadas, una tras otra, que fueron bloqueadas por los brazos de Bart. Lan dio un salto mortal increíble utilizando a Bart como si fuese una pared. Ahora no los separaba una gran distancia, con lo que Bart aprovechó para comenzar su ataque. Amagando con su pierna izquierda, intentó pillar desprevenida a la luchadora. No lo consiguió y el puñetazo derecho de Bart fue bloqueado por Lan.

Inmediatamente cambiaron las tornas de nuevo. Lan había bloqueado ese brazo, pero el izquierdo aún seguía libre. Bart volvió a intentar golpear, pero Lan se agachó muy rápidamente e hizo un volteo hacia atrás.

- Increíble... Musitó Iris Coco.
- Ya te dije. Es espléndida. - Afirmó Edward.

Lan adoptó una postura distinta a la de combate. Llevaba la mano derecha adelantada, como apuntando hacia su rival. Bart, desconocedor de esa estratagema de su oponente, intentó cargar contra ella. Lo único que consiguió fue que Lan saltase y patease la parte trasera de su cabeza, casi dejándolo en el suelo. Bart había recibido el primer golpe dañino y tenía que remediarlo. Cambió su estilo de combate. Iba a defenderse antes de atacar.

Lan ideó un plan para cualquier tipo de adversario. Eso lo aprendió en sus entrenamientos de lucha. Una patada baja que Bart bloqueó no fue suficiente y, con la otra pierna, utilizando la que cogió el hombre como apoyo, pateó otra vez su cabeza en el lado derecho. Ella cayó al suelo y se levantó rápidamente. Bart tenía que recomponerse. Los golpes en la cabeza marean durante unos segundos.

- (Tengo que hacer algo con esta chica. No puedo ver sus movimientos!) - Pensaba Bart.
- (Tengo que acabar con él ya. Si no, puede aún remontar!) - Pensaba Lan.

Ella se colocó en una postura aún más extravagante. Piernas muy flexionadas y brazos por encima del tronco, como si de un pájaro planeando se tratase. Bart preparó su siguiente golpe a conciencia. Había que actuar y pensar rápidamente. Así ocurrió en este combate.

Lan intentó acercarse, pero Bart pegó un pisotón en el suelo que la hizo temblar y retroceder.

- Eh? Ese es un bestia! Casi rompe el suelo! - Decía sorprendida Iris.
- Ahora sí que vamos a presenciar una jugada legendaria - Comentaba Edward - Ella parece un fénix, y él un titán. Me gusta esta comparación. Volverá el fénix de sus cenizas una vez derrotado? O el titán se asegurará de que eso no ocurra?

Cada intento de Lan para acercarse lo suficiente era frustrado. Bart machacaba el suelo con ambas manos, e incluso intentó arremeter fuertemente contra ella, que tuvo que recular ante tales técnicas tan extremadamente peligrosas. Era todo o nada. Lan decidió saltar y procurar asestarle una patada voladora. Lo consiguió, en toda la cara. Sin embargo, Bart la agarró tras eso y la tumbó contra el suelo.

- Te di. - Dijo Lan.
- Te gané. - Dijo Bart - No lo quería utilizar contigo, pero... Creo que te falta algo.

En efecto. Bart ha perfeccionado una habilidad. Un juego de manos para extraer el sujetador de las mujeres sin necesidad de quitarles la ropa. Y en muchas ocasiones lo hace sigilosamente. Esta fue una de ellas. Lan, avergonzada, tuvo que darle la razón y aceptar que él había sido mejor en aquella batalla, aguantando hasta el final.

- Increíble. Ha derrotado a la campeona. Si eso se permitiera en un torneo ya tendríamos nuevo ganador. Sin embargo, el premio no es ese - Contaba Kim, el cartógrafo.
- El mapa, verdad? - Insistió Lucas en sus palabras.
- Mucho más. Pasad, venid al sótano. Veréis, he estado leyendo algunas leyendas y... Creo que vosotros me podréis ayudar. Y si os preparo para un encargo?
- Qué tipo de encargo? - Preguntó desconfiado Gerald.
- Contadme lo que hay en La Isla Sin Nombre.

Así comenzaron de nuevo. Contaron lo que querían hacer una vez descibrieran los secretos de la isla y, finalmente, fueron al sótano de la casa. Era gigantesco y había muchísimas herramientas, armas, armaduras, mapas antiguos y algún boceto perdido de Kim. Él comentó que el antiguo dueño de la casa era un amigo suyo, que murió en tierras lejanas. Le dejó su casa y todo lo que contenía, incluidos esos artefactos tan variados. Todo el grupo buscó cosas útiles durante casi una hora, hasta estar preparados para continuar su viaje. Esta vez a Maressia, el país más costero de Eulim, para coger el barco que les llevaría hasta allí. Hasta la Isla Sin Nombre.

(Pero el cómo se han preparado, lo veremos en el episodio 11, donde habrán muchísimas descripciones de nuestros personajes. Cómo les irá a Frank y Paulina? Eso lo dejaremos para más tarde. Hasta la próxima!!)

sábado, 4 de octubre de 2014

MdL #9: Iris Coco, amnesia

- ... Qué día es hoy? - Preguntó la chica que estaba aún tirada en el pasillo.
- Es... Martes, no? - Contestó dudoso Lucas.
- Martes... Oh! Tengo que ir hasta allí!

Ella no se movió. Simplemente dijo eso y todos se quedaron callados, esperando alguna reacción suya. No la hubo.

- Eh... Dónde tienes que ir, si puede saberse? - Preguntó Bart.
- ... No me acuerdo - Contestó ella.

Todos los integrantes del grupo se llevaron las manos a la cabeza. Los revisores tenían razón, muy bien de la cabeza no estaba.

- Entonces puede ser que tengas amnesia, verdad? - Preguntó Gerald, pensativo.
- Así se llama? Sé que tengo que ir a algún sitio, pero no sé dónde...
- Vente con nosotros, seguro que lo encuentras! - Propuso Nevan con optimismo.

Así conocieron a la nueva integrante del grupo: Iris Coco.

"Iris Coco. 30 años. Mujer. Cabellos castaños claros, casi anaranjados, largos y rizados. Sus ojos compartían el color de su pelo. Tiene amnesia, con lo que no recuerda nada de lo que vivió hace tiempo. Afortunadamente, recuerda su nombre."

Hablaron de todo un poco. Presentaciones, historias, el viaje, la Isla Sin Nombre, etcétera.

- Dónde conseguiremos un mapa cuando estemos allí? - Preguntó casualmente Edward.
- Dicen que buscan un mapa? Lo tienen difícil - Entró un desconocido en el vagón, incluyéndose en la conversación - Estamos viajando hasta Takayamiya, pero los cartógrafos vivían en Kitami. Digo "vivían" porque ahora Kitami se está rebelando, y tienen unas batallas tremendas.
- Eh? Entonces no hay manera de que consigamos un mapa? - Preguntó Zero.
- Todos los cartógrafos estarán refugiados y aislados de todo lo de Kitami. Tienen suerte de que yo sí conozco a uno que pasa de toda la política y hace mapas por entretenimiento. Sólo tendrán que llegar al Valle de Kya. Allí encontraréis su casa.
- Vale... Por qué nos dice todo esto? Apenas le hemos preguntado - Preguntó Bart.
- Bueno, será porque he visto algo distinto en vosotros. Id allí, seguro que os ayudará. Más de lo que pensáis.

El hombre misterioso se fue. Sus consejos parecían muy fiables. Los llevaron a cabo. Llegaron a Takayamiya, una gran ciudad, aunque menor que Meril. Muchísima gente por todas partes, que casi no cabían en algunos tramos de las calles. Preguntando a la multitud, pudieron saber que el Valle de Kya se encontraba entre Takayamiya y Kitami. Tendrían que ir allí a pie. Un camino bastante largo que no hacía gracia a muchos del grupo. De todos modos, ya estaban allí y no iban a detener su travesía.

Los campos y montañas de fuera de la ciudad eran inmensos y de formas agradables a la vista. Nevan alucinaba con aquellos lugares. Bart, Edward, Zerofrost y Gerald simplemente caminaban con cierta fatiga. Iris y Lucas miraban a sus alrededores muy impresionados. El Valle de Kya es un bonito lugar con una sola casona en medio, construida a base de madera principalmente, muy típica de campo.

- Ahí es? - Preguntó Lucas.
- Se supone que sí. Venga, vamos a echarle un vistazo, a ver si nos dan el mapa.

Un hombre delgado y con bastante edad estaba en la puerta. Los siete saludaron y le explicaron su problema.

- Conque quieren un mapa, eh? Lo siento, yo no regalo las cosas.
- Pero si podemos pagarle! - Interrumpió Bart.
- Pero yo no quiero dinero. Quiero ver algo que no se puede ver en Kitami ahora: Peleas, luchadores.
- Es cierto! En Kitami, nadie desconoce los combates de luchadores. Es lucha libre y el vencedor solía llevarse un buen premio en dinero. - Recordaba Edward explicando las palabras del señor cartógrafo.
- Alguien que sabe un poco de Honimi. Me gusta. Tú me vas a divertir, viejo hombre. Se te ve capaz. Intenta vencer este reto imposible.
- Yo no quiero enfrentarme a ningún reto. Lo va a hacer Bart Chill, este compañero de aquí. - Señaló Edward.
- Por qué yo!? - Preguntaba sorprendido Bart.
- Porque va a ser una pelea. Lucha libre. Puedes hacer lo que sea. Tú estás más capacitado.

- Lo veo bien, señor Edward. Yo soy Kim. Dibujante y cartógrafo profesional, ajeno a la política que está acabando con Kitami. Pues voy a llamar a una luchadora que piensa como yo, y que también ignora lo que sucede ahora en nuestra ciudad. Ven aquí, que tienes un rival! O más de uno!

Apareció dando saltos de alegría. Todos se quedaron patidifusos cuando la vieron excepto Iris Coco.

- No puede ser... - Decía Bart.
- En serio? - Continuaba Zero
- Qué...? - La luchadora no encontraba palabras.
- El destino debe de ser el que nos ha traído aquí. - Filosofaba Edward - No puede ser casualidad. Cuánto tiempo sin verte, Lan.

Hasta la semana que viene! Qué pasará? Bart vs Lan? Épico!

sábado, 27 de septiembre de 2014

MdL #8: Directos al este!

- Bueno. Paulina y Frank no nos acompañan. Qué hacemos? Adónde vamos? - Preguntó Bart.
- Pues tendremos que buscar dónde está la Isla Sin Nombre, no? - Dijo Zero.
- No sabes dónde está? - Preguntó Nevan.
- Pues si no sabemos dónde es y no aparece en el mapa... Vamos a tener que buscar información. - Pensaba Edward en voz alta.
- Dónde? - Dijo Gerald.
- Pues en el país del este. Honimi. - Propuso Edward.
- Y eso? De qué nos sirve ir allí? - Preguntó Bart.
- Esos tipos del este saben bien hacer mapas. Seguro que allí encontramos algo. Nevan también lo sabe. Ya estuvimos en el este hace un tiempo, verdad?
- Sí. La verdad es que era un país totalmente distinto. Son raros, eso sí. Pero tiene paisajes bien bonitos. - Decía Nevan.
- Pues si no tenemos otra idea, tendremos que ir allí. Venga, cuanto antes mejor. - Concluyó Zero.

Todos salieron de la casa y emprendieron la marcha. Marcharon directos a la estación central de trenes en Meril. Coger un tren era muy fácil en estos tiempos. Se podía viajar cuando uno quería.

Cuando llegaron, encontraron una sorpresa. Era alguien conocido. También iba a Honimi. Zerofrost lo reconoció en seguida. Edward también, pero tras verle la cara. Era Lucas Tefd.

- Eh! Lucas? - Preguntó Zero.
- Sí?
- En serio es Lucas Tefd? - Dijo incrédulo Edward tras verle la cara.
- Que sí! Vosotros me sonáis... Hala, en serio sois los de siempre? Zero, Edward, Bart, Gerald? Y esta quién es?
- Has dado en el clavo, Lucas. - Dijo Bart.
- Yo soy Nevan. Encantada. - Se presentó Nevan intentando darle la mano a Lucas.
- No hace nada, Edward? - Preguntó Lucas antes de realizar ninguna acción.
- Cómo que no hace nada? Qué pregunta es esa?
- No sé, es que como es un súcubo, no me inspira confianza...

Todos quedaron perplejos. No hubo ningún indicio para que Lucas supiese que Nevan era un súcubo. Edward se puso el dedo índice en sus labios, mandando a callar a Tefd. Nadie más podía saber eso.

- Bu-Bueno, adónde vas, Lucas? - Preguntó Nevan como si nada hubiera pasado.
- Voy a Takayamiya. Me han dicho que allí vive un viejo loco y quiero ver quién es.
- Pero si nosotros también vamos allí! La capital de Honimi, verdad? - Dijo Gerald.
- Para qué vais? - Preguntó Lucas.
- Queremos ir a la Isla Sin Nombre esa. - Contestó Bart.
- Qué? Entonces vais a lo mismo que yo? - Rió Lucas Tefd.
- Tú buscas la Isla Sin Nombre? - Preguntó Zero.
- Sí! Soy un explorador. Me han dado títulos y todo eso. Si exploro la Isla Sin Nombre, seré el primero que haya conseguido salir de ahí con vida!

"Lucas Tefd, varón, 21 años. Como siempre, muy entusiasmado con cualquier cosa. Es un gran explorador. Cabellos castaños claros y ojos azules. Una expresión en la cara que da a entender ingenuidad pero experiencia al mismo tiempo. La mirada de un explorador. Tiene toda una vida que descubrir!"

De esa manera siguieron conversando. Nada interesante en la trama de esta historia, pues podría extenderse muchísimo el episodio con conversaciones sin sentido. El tren acabó llegando a Meril. Por fin comenzaba el viaje del grupo más numeroso. Edward, Zerofrost, Nevan, Gerald, Bart y Lucas.

Pero algo inesperado pasa justo antes de empezar.

Una mujer estaba tirada en el pasillo del vagón donde entraron los seis. El revisor les dijo que no la hicieran caso. Que estaba loca pero han desistido en echarla del tren, porque siempre acaba volviendo. En cuanto el revisor se marchó, la muchacha levantó la mirada y preguntó con voz áspera:

- Qué día es hoy?

Pues no lo sé, pero el siguiente episodio seguro que será el sábado. Hasta la próxima!

viernes, 26 de septiembre de 2014

Extra: Yormungand vs Pitu

(Una historia basada en algo que me ocurrió en un servidor de Ragnarok Online, un juego que me encanta.)

- Por fin podemos vernos. A solas. - Dijo Yormungand seriamente.
- Suelta lo que tengas que decir. Tengo cosas que hacer, ¿sabes? - Decía irritada Pitu.

Yormungand. Ha adquirido los poderes de los espíritus, como cualquier Soul Linker. Tiene el pelo ni muy corto ni muy largo, color celeste. Eso lo tapaba un sombrero de paja típico de China, al cual llamaban Sakkat. Sus ojos apenas se veían con la máscara blanca que llevaba. El resto de su vestimenta consistía en una túnica roja y negra.

Pitu era una cazadora. Arco y carcaj a su espalda con un halcón sobrevolándola. Tenía el pelo largo y castaño. En esta ocasión no llevaba ningún adorno en su cabeza, sólo unas gafas de sol. Su vestimenta resultaba provocativa, con un top negro y unos leggings cortos también de ese color. No había que juzgarla. Una cazadora no puede llevar mucho peso encima.

- Quería hablar seriamente contigo, Pitu.
- Ah sí?
- Tengo que decirte que lo siento.
- Ahora? Podrías haberlo dicho antes de marcharte sin avisar.
- Tenía un amigo en este otro gremio...
- ¡Mentira! ¡Ese clown sólo te conoce por tu hermano! ¡No vas a cambiar nada sólo pidiendo perdón!
- ...
- Eres un traidor. Nos dejaste.

El terreno era un campo abierto. Una planicie llena de hierba. El viento acariciaba fuertemente los cabellos de ambos. Hacía sol.

- Sabes qué, Pitu? Yo encontré ese arco que llevas ahora mismo. Deberías estar agradecida. O por lo menos...
- ¡Yo te he dado ese sombrero! ¡Y tu máscara! ¡Y más cosas! ¿Qué te crees, que esto es sólo cuestión de intercambiar?
- ... No lo vas a entender... Eres una idiota... - Musitó suspirando Yormungand.
- ¿Cómo me acabas de llamar? - Pitu no estaba de buen humor tras la charla.
- ... Idiota.

Una flecha fue disparada rápidamente hacia Yormungand. No acertó. El Kaupe del Soul Linker esquivó la flecha.

- ¡No quiero pelear! ¡Pitu! ¡Para!
- Después de todo esto, ¿vas a decirme lo que debo hacer? Esto es un duelo, Yormungand.
- ¡No puedo contra una cazadora!
- Pues hazme cambiar de opinión.

Más flechas fueron dirigidas hacia Yormungand. Con fortuna y habilidad, ninguna acertaba gracias al Kaupe y a los saltos del Soul Linker. El problema llegó cuando el halcón de Pitu entró en escena.

- Blitz Beat! - Pronunció Pitu, ordenando al halcón que atacase.

Yormungand no podía hacer frente a flechas y un halcón al mismo tiempo. Decidió esquivar al halcón y recibir un flechazo en el estómago. Sin embargo, aunque el dolor era grande, corrió a gran velocidad hacia Pitu.

La cazadora intentó por un segundo lanzar una flecha cargada(Charge Arrow) pero Yormungand no llegó a acercarse lo suficiente. Cayó de rodillas al suelo. Pitu empezó a sentirse culpable de lo que había hecho. ¿En serio iba a morir por sólo una flecha? No. No era posible.

De pronto, Yormungand pronunció un hechizo.

- Kaizel!!

Había activado el Kaizel, que devuelve a la vida al usuario gracias al poder espiritual. Con un gran salto, se colocó justo delante de la cara de la cazadora y la golpeó con su bastón. Pitu cayó al suelo por falta de equilibrio. Sólo había recibido un golpe de Yormungand, que no era muy fuerte físicamente. Sin embargo, pese a la túnica roja, la sangre aún se podía notar alrededor de la flecha.

Pitu estaba tirada en el suelo, y Yormungand se sentó enfrente suya. La cazadora intentó tenderle una trampa, pero decidió esperar.

- Amo este sombrero. - Dijo Yormungand. - Recuerdo cuando me pediste esas gafas de sol. No podías pagarme y me regalaste este sombrero, mi máscara y muchas cosas más. No me importó utilizar ese dinero por ti. Yo supe que hacía bien en ayudarte. Me lo acabas de demostrar. Pero yo te he demostrado que quiero disculparme de verdad. Si aún no lo quieres admitir, adelante. Este gesto te convencerá. Puedes quedártelo.

Yormungand se quitó su Sakkat y lo puso en las manos de Pitu. Tras ello, se fue caminando con dificultad del lugar.

- ¡E-Espera! - Llamó Pitu.

Ella se levantó inmediatamente y alcanzó a Yormungand con su andar del viento(Wind Walk). Lo detuvo y le dijo:

- Creo que he entendido. Aunque no esté de acuerdo contigo y siga pensando que nos traicionaste, pides perdón de verdad. ¿Qué puedo decir? Te lo has ganado.

Pitu le entregó de nuevo el Sakkat a Yormungand. Éste lo agarró y se lo puso con la cabeza agachada. Aún no había mirado a Pitu a los ojos. En cuanto levantó la mirada y se cruzaron sus vistas, la cazadora notó que unas lágrimas caían de Yormungand. Ella lo abrazó. El Soul Linker estaba feliz. Muy feliz. Había sido perdonado de su constante pesadilla.

(Cuentan que Yormungand era uno de los pocos que consiguieron golpear a un Sniper con su bastón.

También cuentan que Pitu tiró de su pequeña hermandad adelante.

Nunca se volvieron a hablar, pero la mirada está siempre ahí. Una mirada de... Supongo que de complicidad. Ambos habían arreglado sus asuntos. Había que empezar de cero y en Prontera no se suele hablar con desconocidos.)

¡Gracias y perdón, Pitu! ¡Eres un/a grande!

sábado, 20 de septiembre de 2014

MdL #7: Un nuevo "trabajo"

Nevan, Edward, Bart, Gerald y Zero llegaron finalmente a Meril otra vez. Iban a casa de Paulina. Nevan abrió la puerta y allí la encontraron. Tirada en el sofá. Parecía que lloraba.

- Pau! Por qué llamaste? Qué te ha pasado? - Preguntó Nevan, abrazando a Paulina.

Contó enfrente de todos lo que le había pasado. Cómo empezaron los delincuentes, cómo la tomaron de rehén, la llamada de Frank Dogs...

- Así que Frank te salvó, verdad? Entonces... - Pensaba Edward en voz alta.
- (Eso debió haber sido épico desde fuera!) - Pensaba Bart Chill, pero no lo dijo para evitar llevarse mal con Paulina, quien no lo había pasado tan bien.
- Quiero agradecérselo, pero... No sé cómo... - Dijo Paulina.
- Eso se podría decir que es sencillo. Ayúdale con su investigación. - Propuso Zero.
- Eh... Qué está investigando? - Paulina era la única que no había hablado sobre eso con Frank.
- Quiere descubrir a una organización secreta. - Contestó Gerald.
- Y eso?
- Al parecer, esa organización mató a su mujer. Y ahora lo están buscando. Quieren matarlo a él también porque puede hackear cosas. - Explicó Edward.
- Entonces...

Paulina recordó lo que el pistolero dijo y abrió sus ojos como platos.

"Frank Dogs! Dónde está Frank Dogs!?"

- Iban a por él! Los que causaron el revuelo iban a por Frank! Lo escuché!
- Entonces ya puedes ir a prestarle tu ayuda. Seguro que te paga bien. - Dijo Bart.
- Pero... Yo no busco el dinero...
- Eso le da igual a él tanto como a ti. Vas a vivir como una reina, créeme. - Nevan animó a Paulina con esas palabras.
- Voy entonces! - Paulina se notaba mucho más energética que nunca - Voy a demostrarle que puedo con todo!

Paulina salió decidida y sin siquiera despedirse. Subió las escaleras rápidamente y llamó al timbre de la vivienda de Frank. Él abrió y se alegró de que Paulina estuviese bien. La invitó a pasar y la ofreció un sitio en el sofá.

- Bueno, Paulina. Cómo estás?
- Mejor. Ya se me ha pasado el susto.
- Me alegro. Y ahora qué vas a hacer? He oído que han cerrado el restaurante. Conseguir trabajo ahora es difícil...
- Ya... Pero vine aquí a agradecerte todo lo que habías hecho por mí.
- No pasa nada! No podía dejarte a tu suerte si yo tenía oportunidad de hacer algo.
- Pero es que ahora quiero agradecértelo... Ayudándote a ti, sabes?
- Cómo?
- Me han contado la historia sobre la organización esa, y tal. Quiero ayudarte a encontrarla.
- ... No podrías ayudarme.
- Por qué no?
- Porque tú no sabes lo que es ver morir a un ser que amas. Busco venganza. Tú no. Eso no me ayudará.
- Entonces tú no sabes que esos secuestradores iban a por ti?
- Qué!?
- Buscaban a Frank Dogs. Ese eres tú. Y me cogieron a mí. Yo también busco vengarme de lo que me hicieron esos tipos. He aguantado mucho durante toda mi vida para que ahora unos cabrones me echen abajo.
- Eres...
- Qué pasa? No puedo ayudarte porque eres demasiado egoísta y quieres encargarte tú solo? Adelante. Ya veremos qué tal te va. Si no has avanzado nada en lo que llevamos aquí!
- Eres increíble. De verdad. No es que no quiera contratarte. Es que NECESITO tu ayuda. Alguien así no lo puedo dejar escapar. Tú de verdad entiendes lo que hay que entender, joder! Ahora mismo podemos empezar. Necesitamos planear algo. Estoy dándole vueltas a un lugar y no se me ocurre nada. Ven a esta habitación.

Frank la llevó al lugar donde estaba todo lo que hizo que Nevan temblase. Pero en ese momento era un desconocido. Había poca luz, varios ordenadores, los dos mapas enormes llenos de marcas y notas. Y en los cajones, armas de fuego de muchas clases.

- Cómo consigues todo esto sin trabajar? No es posible! - Preguntó Paulina.
- Tengo varios trucos, Pau. Con salir a la calle, ya puedo ganar alrededor de 3000 euros en un día.
- Tanto?
- Simplemente cojo mi móvil, analizo el tuyo, y ya puedo entrar en tu cuenta bancaria.
- No jodas!
- Tranquila, no voy a sacarte nada. Pero te demuestro que es tan fácil como eso.
- Eres un ladrón!
- Pero para sobrevivir, hay que buscar cualquier método.

Paulina recordó que su padre decía algo parecido cuando discutía con su madre. Ella siempre intentaba no hacer caso, pero era imposible. Cada día, una pelea de pareja. Paulina vivía con eso de pequeña, hasta que llegó el día fatal. El padre de Pau mató a su mujer. Afortunadamente, Paulina no presenció el momento, pero en cuanto creció y le contaron todo lo que había sucedido, cayó en una profunda depresión. Su padre sigue en la cárcel, o eso dicen, porque no ha tenido noticias de él en años ni quiso ella misma saberlas. Paulina sufrió mucho por sus padres. Ahora, cuando ya no los tiene, ha comprendido lo que debía hacer. Vivir. Vivir y poder contar algo a tus descendientes. Nunca sabes cuándo puedes caer.

- Entiendo. Explícame la situación entonces. - Dijo Paulina, seria.
- Vas rápido, eh? Bien. Aquí tenemos el almacén de Rock Cookies, verdad?
- Sí. Un almacén de galletas?
- Sí. Está tremendamente vigilado, pero los vigilantes no parecen normales. Eso es lo que quiero investigar. Es posible que esté alguien importante de la organización allí.
- No sabemos el nombre, verdad?
- No. Nada. Está oculto totalmente.
- Pues veamos cómo podemos irrumpir allí sin ser vistos, verdad?
- Exactamente. Necesitamos saber los turnos de guardia, las patrullas, las cámaras...
- Y eso una sola persona tardaría días en descubrirlo si no quiere que la detecten.
- Lo has pillado. Ahora, tenemos que pensar en algo para poder ver dónde están las cámaras y si hay guardias dentro del edificio.
- Yo me encargaré de eso. Tienes móvil con número oculto?
- Este móvil puede cambiar de número cuando quiera. Puedo cambiar tu identidad, si quieres.
- Nah, no es necesario. Voy a explicarte el plan, atento.

Pero ese plan se llevará a cabo unos cuantos episodios más adelante. La historia de Edward, Nevan, Zero, Gerald y Bart no ha comenzado, así que... Hasta la próxima!

viernes, 19 de septiembre de 2014

Extra: Frank Dogs cumple años!

- Bueno, Frank Dogs. Queríamos preguntarle cómo consiguió usted entrar en el edificio Azin y sobrevivir tras ser perseguido por los guardias y la misma policía.
- Pues fue una operación complicada. Le explico...

Mejor lo explica el narrador. Ese acontecimiento fue increíble. En cuanto Frank Dogs, dispuesto a poner en marcha su plan y llegar al piso 14 del edificio Azin, dos guardias lo agarraron fuertemente y lo encerraron en una habitación de la planta 10. Entonces Frank tenía que salir de allí. Había avanzado diez pisos, pero aún le faltaban cuatro. La habitación estaba cerrada por fuera. Ninguna salida era posible. Caer desde un piso 10 sería imposible. Tenía que ingeniárselas para salir de allí.

Con la ventana abierta, pudo ver a un huésped en la habitación de al lado. No parecía un cautivo, con lo que ideó un plan para salir de aquella habitación. Utilizó su teléfono móvil para cambiar el canal de televisión que estaba viendo el hombre de la habitación contigua. La primera vez se extrañó, pero volvió a poner el canal anterior sin levantarse. Cuando Frank Dogs le puso un mensaje en pantalla las cosas cambiaron.

"Estoy en la ventana"

El hombre, enfurecido, se levantó del sofá y miró a Frank, que estaba en la ventana asomado.

- Tú eres el que me está cambiando la tele? Te vas a cagar, cabrón!
- Venga, entra si puedes, campeón.

En unos instantes, el hombre furioso empezó a dar golpes a la puerta. Hasta el punto que la rompió. El hombre había entrado, pero no veía a nadie. Hubo un apagón en todo el edificio durante treinta segundos, provocado por Frank y sus trucos electrónicos. Tiempo suficiente para que Frank incapacitase al hombre con un golpe de silla en la cabeza. Frank era libre de aquella habitación. Tenía que llegar al piso 14 cuanto antes y sin ser visto. Cosa que no fue posible desde el primer momento. Una mujer guardia lo encontró justo al salir tras el apagón.

- Quieto! - Gritó la guardia mientras lo inmovilizaba.
- (Mierda, esta ha sido la peor escapada de mi vida)
- Conque has roto la puerta de tu jaula, eh? Ahora te vienes a una mejor preparada. Totalmente aislado. En el piso 14.
- (Piso catorce?)

Frank tuvo oportunidad de mirar a la cara a la guardiana, que lo tenía bien agarrado para evitar que se escapase. Era Paulina, disfrazada de segurata del edificio Azin.

- (Esta chica es increíble. Creí haberle dicho que no viniese, pero... Me está salvando. Es la mejor compañera que he podido tener.) - Pensaba Frank sonriente.

Finalmente llegaron a la habitación del piso catorce. Paulina encerró allí a Frank, aparentando seguir siendo una guardia. Frank buscó en la habitación y encontró una escalera de cuerda larguísima pegada a la ventana. Sólo tenía que lanzarla y bajar por esas escaleras. Pero antes...

- Seva? Estás ahí? - Preguntó Frank.
- Frank!

Seva es una mujer sueca. Frank la había conocido hace poco. Ella no podía salir sola del edificio. Sin embargo, con Frank Dogs, sería pan comido. El plan era el siguiente. Sacar a Seva de allí por la escalerilla. Ella sentía recelo de las alturas, por eso bajaba con rapidez y cautela. Frank esperó a que Seva bajase para empezar su descenso. Cuando llegó a tierra, se encontró con un problema: La policía había sido alertada. Ellos conocían a Frank Dogs, con lo que tenía que huir de allí a escape. Abrió el coche más cercano y se subieron Seva y Frank, que conducía. La policía comenzó una persecución, que fue frustrada rápidamente por un fenómeno totalmente inesperado.

Un viejo, un joven, un militar, un hombre de cabello blanco y uno rubio habían detenido el avance de todos los coches de policía. Perdieron la pista de Frank, que estaba impresionado por la actuación de sus amigos y siguió conduciendo a toda velocidad. Hasta llegar a su edificio. Allí ya no lo encontraría nadie.

- Seva! Lo conseguimos!
- Gracias Frank!
- Ya sabes para qué te saqué de allí, verdad?
- Sí. Para que te enseñe el sueco, verdad?
- Sí. El sueco...

Hasta aquí puedo escribir. Sólo puedo decir que sueco es un eufemismo para... Bueno, qué más da. Si no entendéis el final, no pasa nada. Yo se lo explicaré personalmente a Frank Dogs, que cumple años y tengo que hacerle un regalito! Este es el mío porque estoy pobre, ja, ja, ja...

Hasta mañana, que habrá MdL y más Frank Dogs.

sábado, 13 de septiembre de 2014

MdL #6: A punta de pistola

...
- Llámame, por favor.
- Te lo aseguro. Allí estaré.
...

Qué le ocurrió a Paulina mientras el resto no estaba? Mientras estaban viajando en tren, Paulina tuvo que cubrir el horario de una compañera en el trabajo, así que trabajó a la luz del día. Pero no iba a ser un buen día...

- Camarera! Venga un momento! - Llamó uno de los dos clientes sentados en la mesa dos.
- Sí? Desea algo? - Contestó Paulina.
- Mira... Si me consigues el nombre de ese tipo de la mesa siete, te doy este billete... - Susurró el hombre, enseñando un billete de los más altos en Aland.

Paulina, sorprendida, no supo qué contestar. Simplemente se fue pretendiendo no haber escuchado nada. No quería tener nada que ver con ese tipo. Entonces, cuando dio la espalda a las mesas, se escuchó un disparo. El revuelo fue grande. El señor de la mesa siete cayó de su silla y derramó sangre. Los ciudadanos corrieron rápidamente para salir del lugar. El hombre de la pistola, el de la mesa dos y su compinche se acercaron al herido grave.

- Tú! Dinos dónde está!
- Quién? - Replicó agonizante el señor.
- No te hagas el tonto! Frank! Dónde está el jodido Frank!
- Conozco... Muchos...
- Sabes bien de quién hablamos! - Dijo mientras daba una patada el compinche.
- Agh...
- Dogs! Te suena de algo? - Gritó el de la pistola.
- ...
- Genial. Ya la hemos liado. Ahora qué? Ya habrán llamado a la poli estos de aquí. - Dijo el ayudante.
- Pues vamos a tener que negociar un poco con ellos. Coge a la que se escondió tras la barra y me la traes a la fuerza, vale?

Paulina fue sorprendida por el compinche y la inmovilizaron fácilmente. Entonces no tardaron en ponerla a punta de pistola. La policía había llegado hace apenas unos segundos.

- No grites ni te muevas si no quieres morir, entendido, camarera?

Paulina temblaba. Estaba totalmente atrapada. No podía hacer nada más que confiar en la policía. Lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.

- Identifíquese! - Gritó un policía por el megáfono.
- Soy un ciudadano que busca a alguien en concreto! - Contestó el cabecilla.
- Vamos a entrar como no se entregue inmediatamente!
- Intentad entrar y veréis como le vuelo los sesos inmediatamente a esta!

Paulina tembló fuertemente. Estaba muy asustada. Cada movimiento que la pistola hacía cerca suya era un sufrimiento. No podía asegurarse salir viva. Las posibilidades de que la pistola hiciese: BANG! Eran enormes para ella. Además, no podía permitirse gritar. Ese era el gran problema. Cada vez estaba menos segura de ella misma.

- Quién es el sujeto que usted busca? - Preguntó el policía del megáfono.
- Frank Dogs! Ese es su nombre!
- No conocemos a ningún Frank Dogs!
- Pues yo no conozco cómo salvar a esta tía! Ya os podéis apresurar! Buscadlo! Sois la policía, joder!

Se pusieron en marcha un par de refuerzos para avisar de la orden de búsqueda. Una llamada de teléfono desconocida al jefe del caso tuvo lugar.

- Sí? Quién habla?
- El que puede salvar a esa chica del restaurante. Confíe en mí. Simplemente diga que alguien querido la llama. Que necesita el número de móvil de alguno de los dos.
- (No debería fiarme de un anónimo... Pero parece muy seguro. No tenemos otra opción... Mierda!) Está bien.

- Qué pasa ahora, poli? - Gritó el pistolero.
- La chica tiene una llamada de un ser querido.
- Oh, pobrecilla. Dejamos entrar al que lleva el móvil y nos la lía, verdad? Pues no! Aquí no pasa nadie!
- Ha accedido a llamar a uno de los dos a su teléfono propio.
- Que llame al teléfono del restaurante! Pinche! Cógelo cuando suene y se lo pones en la oreja. - Ordenó el pistolero.

Así se hizo. El anónimo colgó y llamó al restaurante. Pusieron a Paulina al teléfono tras confirmar que no era nada extraño.

- Paulina.
- Eh? No puede ser... Tú?
- Escúchame, no hagas nada que pueda ponerte en peligro. Estoy por el lugar. Nadie me ha visto - Dijo Frank en voz baja.
- Pero qué dices!? Estoy aquí a punto de morir y me vienes con esas!? - Chilló Paulina.
- Eres buena fingiendo conversaciones. Ya me di cuenta cuando hablaste con Nevan. Ahora a lo que vamos. Va a haber un disparo...
- Qué!?
- Tranquila! No te va a pasar nada si sigues lo que yo te digo. Solo te aviso de que voy a quitarle el arma a ese cabrón de un disparo. Tengo un rifle de francotirador conmigo. Sólo tengo que darle a la pistola y no ocurrirá nada.
- Que no!? Estás loco. Puedo morir ahora!! Eso no ayuda!

- La tía esta grita como ninguna. - Dijo el compinche.
- Sí. Se va a quedar afónica. A ver si espabilamos! No tenemos todo el día! Ya lo han encontrado? - Preguntó el pistolero.
- Sin pistas es difícil! Están en ello. Parece que está en esta ciudad.
- Eso ya lo sabíamos! Qué inutilidad...

- Pau - Dijo Frank -, debes agacharte rápidamente en cuanto el policía diga: "Lo hemos encontrado". Vale?
- No me lo puedo creer... No... Voy a...
- Hazlo! Sólo tienes que tirarte al suelo y todo habrá terminado! Venga. Yo sé que Paulina Gao es una persona fuerte. Seguro que tus padres estarán orgullosos de tí si sobrevives.
- (Padres?) ... Vale. Por lo menos... Me has calmado. Gracias. Muchas gracias. - Dijo Pau mientras colgaba.

- Menos mal. Se acabaron los chillidos. Ahora ni mu, eh? Que tienes una cabeza muy bonita para que se eche a perder. - Amenazó el pistolero.

Otra llamada anónima al policía.

- Está bien. Le explico el plan. En cuanto vea que alguno de los de allí mira su móvil, usted coge el megáfono y dice: "Lo hemos encontrado!". Entendido?
- Sí.
- Pues cuando eso ocurra, yo dispararé con el francotirador a la pistola. Se romperá la ventana, el hombre estará desarmado y la chica se agachará tal y como le he dicho. El resto es para ustedes. Si veo que van a intentar disparar a la chica de nuevo, no dudaré en matar a los captores.
- (Está loco. Dios... Qué nos espera... Que salga bien esta ridiculez de plan? Bueno. Mejor pongo hombres a los lados, que no se vean. En el caso de que se rompa la ventana, entramos sin dudarlo. Adelante.) ... Entendido...

Se acercaba el momento crítico. Frank envió un mensaje anónimo a los móviles de ambos delincuentes. El compinche miró el móvil y el policía, agarrando fuertemente con las dos manos el megáfono dijo: "Lo hemos encontrado!"

Un disparo. Una ventana rota, el arma se disparó y se oyeron gritos, pero principalmente se escuchó el de la misma Paulina. La policía entró en la confusión e inmovilizaron a ambos. Paulina cayó sobre sus rodillas al agacharse y se desmayó. Una operación extrañamente complicada se ha resuelto. Gracias a Frank Dogs.

Paulina despertó en el departamento de policía. Tenía que testificar, ya que había sido la rehén. Esos dos pertenecen a la organización que quiere desmantelar Frank, pero no va a poder interrogarlos. Ya están encarcelados. Paulina llamó con su móvil a Nevan desde la comisaría de policía y así es como ocurrió todo hasta el momento.

- Tengo que agradecerle esto a Frank de algún modo... Cómo lo hago? Mejor vuelvo a casa. Descansaré y ya después podré pensar... No puedo con mi alma...

Paulina acabó su día de locos. No quería volver a estar en una situación así. La impotencia es lo que más fastidia a Pau. Esa era su situación en el restaurante en el cual, acaba de perder su trabajo. Han cerrado. Paulina está en el paro. Otro golpe más para la agotada Paulina Gao. Nevan y los demás tienen que llegar cuanto antes.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Extra: La leyenda de las Perlas de Ender

Existen miles de leyendas. Hoy, vamos a intentar recordar una de ellas. Siempre es divertido y curioso al mismo tiempo escuchar historias que parecen mentira, pero que nunca sabremos si fueron verdad. Es una confusión que nos hace vivir esas leyendas.

Esta leyenda trata sobre un único hombre abandonado en una isla perdida. ¿Su nombre? Lo conocerás al final de este relato.

Ese hombre sentía el instinto de supervivencia como ningún otro. Exploraba los alrededores de la isla y, al terminar esa tarea, volvió hasta una palmera muy inclinada. Hacerla caer fue muy fácil. Y con la palmera ya rota, el hombre tenía madera suficiente para fabricar él mismo algunas herramientas.

Dicen todos que nunca intentó salir de aquella isla. Todos ellos desconocen la razón.

Tardó varios días en terminar los preparativos para explorar el interior de la isla. El fuego lo mantenía encendido lo máximo posible y había afilado una roca alargada, atada con cordel natural a un trozo de madera. Parecía un cuchillo, pero resultaba más grande. Casi como una espada.

La leyenda dice que su cara no era la de un hombre normal, sino la de un esqueleto. Pero no la de un esqueleto normal, sino un esqueleto chamuscado.

Con fuego, arma en mano y cocos suficientes, fue a explorar el interior de la isla. La vegetación era muy espesa y apenas se podía saber dónde se pisaba. Ese superviviente divisó en seguida una construcción. Piedras enterradas bajo la naturaleza. Pero apartándola un poco con su espada, pudo ver claramente la entrada a unas ruinas. Los escalones se basaban en agujeros donde apoyar los pies y las paredes estaban llenas de musgo. El interior estaba oscuro como boca de lobo.

Cuentan que fue en ese momento cuando escuchó un ruido. Entonces se detuvo e inmediatamente se agachó. Una flecha iba a impactar en el hombre si no llega a ser por ese acto imprevisto. El superviviente lanzó su antorcha escaleras abajo y vio lo que había disparado. Era un esqueleto viviente, portando un arco. Sus ojos vacíos no daban expresión alguna, pero ese arco y esas flechas hablaban por él. Con gran audacia, el hombre bajó las escaleras a toda velocidad y, bloqueando con su espada una flecha, derribó al esqueleto, que no volvió a mover un hueso. La antorcha seguía encendida, por suerte. Ahora, nuestra leyenda había conseguido un arco y flechas.

Seguía la oscuridad por los pasillos musgosos de las ruinas. Sin embargo, la curiosidad que invadía al aventurero le impedía pasar miedo. Iluminando todo a su paso con su antorcha, encontró una gran sala. No inspiró mucha confianza al hombre, así que caminó con cautela. Llegando al centro de aquel lugar, sintió una presencia detrás suya. Atacando con su antorcha, notó que algo había desaparecido. Entonces, volviendo a mirar hacia delante, se encontró a una criatura con forma humana, muy alta y con ojos brillantes, pero el cuerpo era totalmente negro.

Atacando con su espada, se dio cuenta de que no iba a conseguir golpearlo. El enemigo desaparecía entre las sombras en cuanto lo intentaba. Entonces comenzó a correr hacia delante, ignorando el resto de las ruinas, sólo le preocupaba su seguridad. Encontró una especie de lugar con techado bajo. Ese fue el escondite perfecto. En cuanto el enemigo se acercó allí, fue atravesado por la espada de nuestro hombre sin ser visto. Con un grito de agonía extraño, dejó caer un objeto brillante y se desvaneció la criatura. Aliviado, el superviviente agarró el objeto. Era una especie de perla color oscuro. No tuvo más tiempo para examinarla. Unos animales extraños comenzaban a revolotear por el lugar, haciendo ruidos molestos. La huida comenzó en cuanto una horda de artrópodos enormes comenzaron a seguir a nuestro hombre. Salían de debajo de las piedras. Apresurado, el superviviente corrió todo lo que pudo y se encontró la salida de las ruinas. Todos los bichos detrás, y algo muy extraño delante.

Una criatura sin brazos totalmente color verde detuvo al aventurero. La expresión de esa cosa era espantosa, pero no había tiempo. Los enemigos seguían multiplicándose saliendo de las piedras, como si no tuvieran fin, persiguiéndolo. Había que actuar rápido. Entonces la criatura verde comenzó a sonar como una mecha explosiva. El superviviente intentó lanzarle la perla al enemigo verde, pero falló el lanzamiento. Cerrando los ojos, se esperó lo peor.

Escuchó una explosión y un derrumbe cerca suya, pero cuando abrió los ojos, él estaba fuera. Entonces comprendió que esa perla tenía la habilidad de desvanecerse y aparecer, como aquella criatura negra. Aún un enemigo pudo atravesar el derrumbe, pero la espada de nuestro aventurero no tuvo piedad con ella y la rebanó en trozos. Tenía similitudes a un pez color gris, pero eso no importaba mucho ahora. Había salvado su vida. Un objeto desconocido.

Cuenta la leyenda que nunca se quitó su capa. Y que cuando salió de aquellas ruinas, grabó en ella una perla igual a la que le había salvado la vida. Ahora sí podemos decir quién fue este aventurero audaz. Su nombre se hizo conocer por:

"ElRich"

¿Por qué se cuenta la leyenda de ElRich? Porque aún quedan perlas de aquellas criaturas. Quien las obtiene, puede teletransportarse de un lugar a otro en un instante. Son legendarias. Las acabaron llamando: "Las Perlas de Ender"

¿Por qué de Ender? ElRich también descubrió, una vez siendo un gran superviviente, un lugar que ponía en inscripciones: "The End"

Cuentan que quien encuentre ese lugar y supere una prueba difícil, podrá encontrarse con ElRich y conocer de su sabiduría y experiencia.

(Espero que os haya gustado. Estaba viendo un poco de youtube y los vídeos de Minecraft de ElRichMC son bestiales. Me inspiraron muchísimo y tenía que descargar esa inspiración de alguna manera, así que decidí escribir esto. Si quieren ver sus vídeos, búsquen en youtube. Le dedica muchas horas al Minecraft pero eso es lo que le encanta, y a nosotros, quienes vemos los vídeos, también nos encanta. En mi opinión, aunque sea exagerado, la expresión "Like a pro" se queda corta. Mejor... "Like a ElRichMC".

Y si he conseguido que ElRichMC lea esto, me puedo dar por más que satisfecho. Un saludo de @Yormungandsnake !)

sábado, 6 de septiembre de 2014

Extra: Zerofrost cumple años!

- Oye, Zero. Por qué controlas tan bien la temperatura?
- Bueno, es lo que tiene ser un mago helado. Si no sé la temperatura, no puedo crear hielo, porque se derretiría.
- Ah... Y... Puedes improvisar algo de hielo aquí ahora?
- ...
- Si no quieres no pasa nada.
- No, no. Venga, vamos a enseñar un poco.

Zerofrost se preparó y se concentró. Moviendo suavemente sus manos, creó un pequeño pájaro de hielo. Lo lanzó al aire seguidamente y éste empezó a aletear, sin conseguir elevarse. Pero cuando cayó al suelo no se rompió, sino que se evaporó instantáneamente. Apenas dejó rastro de agua en el proceso.

Después de quedar alucinado el entrevistador con eso, Zero dió un pisotón en el suelo y levantó cinco pilares congelados alrededor suya. No tuvo otra idea improvisando que cortar los pilares en cuatro trozos sin siquiera tocarlos. Como por arte de magia, que era lo que estaba utilizando Zerofrost, todos esos pilares se derrumbaron en cuatro trozos cada uno. Dejaron una figura extraña, parecida a cinco estrellas de 4 puntas. De esas "estrellas" salieron rayos de hielo hacia el cielo hasta formar un círculo. De esa forma, quedó un área de hielo bastante grande. Zerofrost en medio del círculo y con algo de hielo formándose encima. Era un yunque. Un yunque enorme. Iba a caer encima del mago.

- Esperemos que Zerofrost sepa lo que haga. Si no, puede ser su última actuación. - Decía nervioso el entrevistador.

El yunque cayó encima del mago, pero lo que ocurrió fue que Zerofrost se metió dentro del yunque. Con el hielo transparente, se veía a un mago metido en un bloque de hielo gigantesco con forma de yunque. Para finalizar, explotó ese gran bloque y trozos de hielo salieron disparados en todas direcciones. Uno casi impacta en el entrevistador, pero se convirtió en agua nada más tocarlo. Así acabó ese yunque, como una fuente de agua.

- Increíble! Ha sido espléndido. Muchas gracias, Zerofrost, por esta actuación. Nos despedimos del programa! Hasta la próxima vez que nos veamos!

Como es el cumpleaños de nuestro mago, hay que hacerle un extra, verdad? Aquí está. Un pequeño regalito para Zerofrost.


MdL #5: Terradella

Llegaron a Terradella pasado el mediodía. Habían gastado ya una fortuna en trenes, pero el dinero no era problema para Edward, que cobraba pensión, o Zerofrost, que había acumulado bastante salario en su trabajo.

- Creo que ya entiendo por qué Bart se vino aquí a vivir... - Decía riendo Edward.
- Yo también lo sé - Continuó Zero.
- Esto... Yo no - Dijo Nevan.
- Ni yo. Por qué? - Preguntó Gerald.
- No lo veis? Este lugar está lleno de chicas guapas! Normal que haya elegido este sitio! - Contestó Edward.

Y estaba en lo cierto. Terradella es conocida como "La ciudad de las bellas y las artes". Todos lo confirmaron. También confirmaron que Bart Chill vivía por allí. Sólo tuvieron que preguntarle a una cualquiera. Al parecer, es famoso en el lugar. La que les indicó la dirección se extrañó de que no supieran sobre Bart.

Un barullo de féminas enfrente del chalet enorme de Bart. No había manera de pasar por todo ese gentío. De todos modos, había alguien que podía entrar en la casa de Bart saltándose a todas las presentes. Gerald Paul es un hombre-animal tras un experimento genético fallido. Así que, si él lo desea, puede saltar altísimo como un saltamontes o planear como un ave. Ese era el plan. Llegar a la parte trasera de la casa, la cual es inaccesible. Sólo tuvo que saltar y mirar con cuidado dónde iba a caer. Una vez allí, pudo llamar la atención de Bart golpeando la ventana. El personaje la abrió.

- Gerald!? Qué haces tú aquí? - Preguntaba sorprendido Bart.
- Te estamos esperando Edward, su hija y Zero. Puedes dejarnos entrar?
- Mira la que hay montada ahí fuera. Y ya tengo a 15 chicas repartidas por la casa. No cabe más gente! Si abro la puerta y se cuelan, destrozarán todo!
- Entonces cómo conseguimos entrar?
- He estado pensando sobre cómo reservar a todas las de fuera para después. Tú me vas a ayudar.
- Yo?
- Coge este megáfono y súbete al tejado.
- Para qué?
- Di que tienen que dejar pasar a... La hija de Edward. Es perfecto. Así no se sospecha nada. De paso entran los otros dos como escoltas.
- No lo veo, eh? Pero te voy a hacer caso de todas maneras. Tú eres el que me ha dicho que lo haga.
- Venga! Rápido!

Gerald subió de un salto y llamó la atención de todos. Aunque no estaba acostumbrado a hablar en público y le daba vergüenza, lo hizo muy bien.

- Todas! Tengo un mensaje de Bart Chill!

(Escándalo general tras escuchar el nombre)

- Va a dejar pasar a una más hoy!

(Murmullo general: "Venga, que sea yo...")

- Pero es una específica!

("Ya estamos con las enchufadas?")

- Se llama... Nevan! Nevan Yolag! Está por allí?

Más de una se intentó hacer pasar por Nevan con simplemente el nombre. Hubo hasta puñetazos entre la multitud.

- Pelirroja, Ojos oscuros, y... Lleva alas!!??

Gerald no se lo creía. Nevan había sacado a la luz sus alas de súcubo. Aunque nadie se creyó que eran verdaderas, sino de un disfraz. Fue ese gesto el que acabó distinguiendo a todas las posibles "Nevan" de la hija de Edward. Ellos tres se abrieron paso entre la gran masa de mujeres. Todas miraban mal a la que iba a entrar. Edward y Zero tenían que vigilar a cada una de las chicas para que ninguna saltara a agredir a Nevan. Nunca se sabe con estas fans. Pero no ocurrió nada. Simplemente entraron y cerraron la puerta a sus espaldas rápidamente. Alguna se llevó un portazo en la cara.

- Por fin dentro. Qué tensión. Todas tenían una cara peor que la de mi tía enfadada. Y nadie vio a mi tía enfadada, eh? Daba miedo de verdad. - Respiró aliviada Nevan.
- Guárdate las alas. Se han creído que eran de pega, pero ya... - Decía Edward.
- Hombre! Zero, Edward y sobre todo, la hija. Cómo te llamabas, guapísima? - Interrumpió Bart.
- Nevan.
- Ah! Cierto. Oye, y por qué no...
- No estamos aquí para entregarte a Nevan. Sino para que te vengas con nosotros a Nameless Island. - Interrumpió esta vez Edward.
- A dónde? - Preguntó Bart Chill.
- A la Isla Sin Nombre. - Tradujo Zerofrost.
- Ni en broma. Sabes cómo estoy viviendo aquí? Tengo tías 24 horas. No tengo que pedirles nada para que me envíen una foto suya. Es increíble! Todas me quieren! Es como un sueño!
- Podrás convencerlo, papá? No parece que quiera irse... - Preguntó Nevan.
- Claro! Es que va a ser muy fácil. Mira, Bart... Tú siempre has tenido un sueño, verdad? Y este no es exactamente. - Empezó Edward.
- Refréscame la memoria?
- Sólo te voy a decir un nombre y enseñarte una foto de mi móvil...

"Jessica Svarti"

- No jodas...
- Sí. Está allí. Parece que los exploradores encontraron un archivo de datos y estaba esta imagen.
- La gran Jessica... No. Ahí has trucado algo.
- Te lo juro. Si miento te doy a mi hija.
- No puede ser... En serio podría llegar hasta ella? No lo creo... Tío! Es muy difícil elegir! No sé si quedarme con cientos o ir a por una!
- Aquí el refrán está del revés. "Más vale pájaro en mano que cien volando..." - Intentó decir Zero.
- A tomar por culo. Voy a rescatarla. Cómo coño llegó allí? Cómo se nota que es única. Vamos a por ella. Si la salvo, igual podemos...
- Pero no era lesbiana? - Dijo Gerald, que había entrado por la ventana hace un rato.
- No lo va a ser en cuanto vea que yo la he salvado.
- Está bien. Pero ahora... Cómo salimos de aquí? - Preguntó Edward.
- Bueno. Habrá que notificar que Bart se va, no? - Dijo Gerald.
- Dejadme hablar a mí. Tenéis algo para bloquear a las tías de fuera? - Preguntó Bart.
- Yo puedo. Si no me ven, nadie sabrá por qué un muro invisible no las deja entrar. - Dijo Edward.

Edward obtuvo el poder de los Roa, que se suponían en obtener la inmortalidad, pero sólo se centraron en hacer al guerrero mágico perfecto. Edward tiene esos secretos y puede utilizarlos, aunque no todos, por culpa de la edad. Crear una muralla es algo fácil para él.

- Chicas!

(Revuelo general al escuchar a Bart)

- Tengo que abandonar Terradella un tiempo!

(Preguntas generales)

- Es posible que yo esté en peligro pero no temáis! Estaré ansioso por regresar y conoceros a todas. Pero esta misión es de vital importancia.

(Silencio. Tras ello, un coro de ánimos para Bart. Totalmente inesperado. Nadie se creería que aceptarían sin más esa excusa. Pero había funcionado. Tras un buen rato de ovación, por fin se retiraron todas y Bart pudo preparar su equipaje.)

Durante esa ovación, Nevan recibió una llamada. Era Paulina.

- Sí?
- Oye, Nevan... - Dijo Paulina.
- Se te escucha triste, Pau. Qué pasa?
- Ha ocurrido algo... Puedes venir, por favor?
- Lo intentaré! No será difícil convencer a mi padre si estás mal. Qué ha pasado?
- Te lo cuento aquí. Mejor. Gracias si vas a venir. Llámame, por favor.
- Te lo aseguro, Pau. Allí estaré.

Qué le habrá pasado a Paulina? En el siguiente episodio se verá, que este me ha sorprendido en longitud. Hasta la próxima!

sábado, 30 de agosto de 2014

MdL #4: Zerofrost y la Isla Sin Nombre

Ya es de mañana. Los tres que tomaron el tren hasta Seraz se dirigieron al lugar de trabajo de Zerofrost. La ciudad no era tan impresionante como Meril, pero eso no quitaba las costumbres típicas de ciudad. Vehículos por todas partes, gente por todas partes...

No se detuvieron mucho más y entraron directamente en el edificio. La cámara frigorífica general de Eulim se encontraba en Seraz, y allí trabaja Zerofrost, como controlador. Una empleada los detuvo, pero en cuanto dijeron el nombre de Zero...

- Ah, Zerofrost! Es el único que puede ser visitado sin que ocurra nada. Supongo que os puedo dejar pasar. Por aquí hay algunos trajes. Si no os los ponéis, os moriréis de frío ahí dentro. - Explicó la empleada.

Los tres entraron a la cámara frigorífica número 1. La sala era enorme, llena de escarcha por todos lados y muchas compuertas cerradas. Zerofrost se encontraba allí, echando un vistazo de vez en cuando a cada rincón de la sala.

- Zero! Aquí es donde trabajas entonces, verdad? Cuánto tiempo! - Saludó Edward.
- Anda! Si has venido acompañado. Hola a todos. - Contestó.
- Zero no ha cambiado mucho, verdad? Lo recuerdo justo como era antes. - Apuntó Nevan.

"Zerofrost, varón, 22 años. Cabellos cortos y color blanco. Sí, he dicho blanco. Ojos muy azules y es de estatura media con respecto al grupo. No habla mucho, pero eso se compensa con lo frías que son sus habilidades. Consiguió el poder del hielo hace varios años y lo ha masterizado. No es casualidad que su trabajo actual esté relacionado con el hielo. Simplemente ha aprovechado su poder para sacar beneficio. Ahora, va a querer utilizarlo para otro fin."

- Entonces... Para qué llamaste? - Preguntó Edward.
- Tengo que pedir un favor. Que... Si me podéis acompañar a la Isla Sin Nombre.
- Cómo? - Preguntó sorprendido Gerald.
- Nameless Island? - Dijo Edward, que en ocasiones prefiere los términos ingleses.
- Sí. He descubierto rumores que dicen algo sobre las leyendas. Que allí se pueden conseguir poderes inimaginables. Últimamente estuve pensando y me gustaría volver a viajar. Pero dudo que pueda hacerlo solo. Dicen que nadie ha sobrevivido para contar nada de la isla. Ni siquiera saben donde está.
- Una aventura, papá! - Dijo ilusionada Nevan.
- Creo que tenemos cosas que hacer. Tendremos que buscar a los otros dos que faltan en el grupo. - Pensaba Edward en voz alta.
- Qué pena que Paulina no pueda venir con nosotros... - Lamentaba Nevan.
- Y Frank está muy ocupado con sus problemas - Apuntó Gerald.
- Así que sólo nos quedan Bart y Lucas, verdad? - Preguntó Zero.
- Exacto. Vamos a por ellos. Seguramente estén en Terradella. - Dijo Edward.
- Vamos! Cuanto antes lleguemos, mejor. Vamos a coger el tren, rápido! - Nevan salió de la sala.

Todos han salido muy contentos de allí. Por qué? Simplemente fue Zero el que tenía curiosidad por una leyenda, pero los otros accedieron sin problemas. Eso significa que Edward e incluso Gerald tienen algo que les interesa en la Isla Sin Nombre. Por ahora, hasta el siguiente episodio.

MdL #3: Vuelta a Meril

El tren llegó de madrugada. Edward, Nevan, Gerald y Paulina se apresuraron a llegar a su casa. Sobre todo la última, que debía estar descansada para su trabajo de camarera esa noche. Era Lunes, y los otros tres decidieron esperar al mediodía para visitar a Frank.

- Paulina seguirá dormida? - Preguntó Edward susurrando.
- Seguro. No ha dormido nada en todo el viaje. Tiene que estar despierta para su trabajo. - Susurró también Nevan.
- Pues entonces vamos a visitar a Frank. Seguro que se alegra de vernos. - Finalizó Edward.

Edward, Nevan y Gerald subieron las escaleras y... Sorpresa! Frank también estaba subiendo.

- Oye! Frank! - Llamó Gerald.

Frank miró hacia atrás.

- Hombre! Pero si es Gerald! Has crecido bastante, no? Y también Edward y su hija! Qué sorpresa encontraros aquí.
- Ya lo ves. Vinimos a visitar a mi hija y su compañera, entonces supimos que estabas aquí - Dijo Edward.
- Ya veo. Oye, no me has presentado a tu hija y es muy guapa.
- Gracias - Dijo Nevan sonriendo - Me llamo Nevan. Soy la que vive en el 3°B.
- Tercero B? Entonces creo que ya sé por qué habéis venido...

Se aclaró el misterio. Frank simplemente había rastreado a Paulina porque estaba actuando de forma sospechosa. Él está en busca de desmantelar una organización secreta y no puede permitirse desconocer los secretos de nadie. Se disculpó por haberlas asustado, pero habían entrado en su domicilio sin permiso. Porque Nevan es hija de Edward, que si no ya habrían tenido problemas serios. Ella se disculpó aún más.

- Está bien, yo voy a ir a Seraz para visitar a Zerofrost, que me ha llamado. - Dijo Edward.
- Zerofrost? En serio? - Preguntó Gerald.
- Me llamó ayer y le dije que iba a ir en unos días. Vamos, verdad?
- Yo quiero ir! Quiero ver Seraz y volver a ver a Zero! Puedo? - Pidió Nevan.
- Claro que sí. Así me contarás qué has estado haciendo este tiempo que no me has venido a visitar. - Respondió el viejo.

"Frank Dogs. 29 años. Varón. Cabellos muy cortos y oscuros, casi siempre cubiertos por una gorra de cualquier tipo. Suele dejarse un poco de barba. Es bastante alto y tiene musculatura suficiente para lo que hace. Mejor no te metas en el camino de Frank o acabarás siendo apartado de un disparo. Es buenísimo apuntando con armas de fuego."

Poco a poco, se iban a reunir todos los antiguos compañeros. Así iba a empezar el largo viaje por todo el continente: Eulim. Cogieron el tren ya entrada la noche. El último que salía. Pasarían la noche en un hotel de Seraz y por la mañana irían al lugar de trabajo de Zerofrost.

Queda mucho recorrido. Aland es un país que está en el centro de Eulim. Al oeste del continente se encuentra Morelia. Al este, Honimi. Al norte, Karanish. Al sur, Maressia. Aland es el país más desarrollado de Eulim. Y en su capital, Meril, se encuentra la central de comunicaciones más grande del mundo. Es un continente enorme, y tengo la seguridad de que Edward va a recorrerlo. Quizás no entero, pero... Lo suficiente para una serie que tiene buena pinta. Hasta la próxima semana. Faltan personajes. Espero que no sean demasiados, pero eso es poco probable. Mientras tanto, podéis hacer otras cosas... Como ver los anteriores o esperar al siguiente episodio. Me disculpo por lo corto que me ha resultado este episodio y la lentitud en que se está desarrollando esta serie. Dadme un respiro. Quiero reservarme para cuando comiencen los estudios no perder el ritmo. Gracias por leer!