Nevan, Edward, Bart, Gerald y Zero llegaron finalmente a Meril otra vez. Iban a casa de Paulina. Nevan abrió la puerta y allí la encontraron. Tirada en el sofá. Parecía que lloraba.
- Pau! Por qué llamaste? Qué te ha pasado? - Preguntó Nevan, abrazando a Paulina.
Contó enfrente de todos lo que le había pasado. Cómo empezaron los delincuentes, cómo la tomaron de rehén, la llamada de Frank Dogs...
- Así que Frank te salvó, verdad? Entonces... - Pensaba Edward en voz alta.
- (Eso debió haber sido épico desde fuera!) - Pensaba Bart Chill, pero no lo dijo para evitar llevarse mal con Paulina, quien no lo había pasado tan bien.
- Quiero agradecérselo, pero... No sé cómo... - Dijo Paulina.
- Eso se podría decir que es sencillo. Ayúdale con su investigación. - Propuso Zero.
- Eh... Qué está investigando? - Paulina era la única que no había hablado sobre eso con Frank.
- Quiere descubrir a una organización secreta. - Contestó Gerald.
- Y eso?
- Al parecer, esa organización mató a su mujer. Y ahora lo están buscando. Quieren matarlo a él también porque puede hackear cosas. - Explicó Edward.
- Entonces...
Paulina recordó lo que el pistolero dijo y abrió sus ojos como platos.
"Frank Dogs! Dónde está Frank Dogs!?"
- Iban a por él! Los que causaron el revuelo iban a por Frank! Lo escuché!
- Entonces ya puedes ir a prestarle tu ayuda. Seguro que te paga bien. - Dijo Bart.
- Pero... Yo no busco el dinero...
- Eso le da igual a él tanto como a ti. Vas a vivir como una reina, créeme. - Nevan animó a Paulina con esas palabras.
- Voy entonces! - Paulina se notaba mucho más energética que nunca - Voy a demostrarle que puedo con todo!
Paulina salió decidida y sin siquiera despedirse. Subió las escaleras rápidamente y llamó al timbre de la vivienda de Frank. Él abrió y se alegró de que Paulina estuviese bien. La invitó a pasar y la ofreció un sitio en el sofá.
- Bueno, Paulina. Cómo estás?
- Mejor. Ya se me ha pasado el susto.
- Me alegro. Y ahora qué vas a hacer? He oído que han cerrado el restaurante. Conseguir trabajo ahora es difícil...
- Ya... Pero vine aquí a agradecerte todo lo que habías hecho por mí.
- No pasa nada! No podía dejarte a tu suerte si yo tenía oportunidad de hacer algo.
- Pero es que ahora quiero agradecértelo... Ayudándote a ti, sabes?
- Cómo?
- Me han contado la historia sobre la organización esa, y tal. Quiero ayudarte a encontrarla.
- ... No podrías ayudarme.
- Por qué no?
- Porque tú no sabes lo que es ver morir a un ser que amas. Busco venganza. Tú no. Eso no me ayudará.
- Entonces tú no sabes que esos secuestradores iban a por ti?
- Qué!?
- Buscaban a Frank Dogs. Ese eres tú. Y me cogieron a mí. Yo también busco vengarme de lo que me hicieron esos tipos. He aguantado mucho durante toda mi vida para que ahora unos cabrones me echen abajo.
- Eres...
- Qué pasa? No puedo ayudarte porque eres demasiado egoísta y quieres encargarte tú solo? Adelante. Ya veremos qué tal te va. Si no has avanzado nada en lo que llevamos aquí!
- Eres increíble. De verdad. No es que no quiera contratarte. Es que NECESITO tu ayuda. Alguien así no lo puedo dejar escapar. Tú de verdad entiendes lo que hay que entender, joder! Ahora mismo podemos empezar. Necesitamos planear algo. Estoy dándole vueltas a un lugar y no se me ocurre nada. Ven a esta habitación.
Frank la llevó al lugar donde estaba todo lo que hizo que Nevan temblase. Pero en ese momento era un desconocido. Había poca luz, varios ordenadores, los dos mapas enormes llenos de marcas y notas. Y en los cajones, armas de fuego de muchas clases.
- Cómo consigues todo esto sin trabajar? No es posible! - Preguntó Paulina.
- Tengo varios trucos, Pau. Con salir a la calle, ya puedo ganar alrededor de 3000 euros en un día.
- Tanto?
- Simplemente cojo mi móvil, analizo el tuyo, y ya puedo entrar en tu cuenta bancaria.
- No jodas!
- Tranquila, no voy a sacarte nada. Pero te demuestro que es tan fácil como eso.
- Eres un ladrón!
- Pero para sobrevivir, hay que buscar cualquier método.
Paulina recordó que su padre decía algo parecido cuando discutía con su madre. Ella siempre intentaba no hacer caso, pero era imposible. Cada día, una pelea de pareja. Paulina vivía con eso de pequeña, hasta que llegó el día fatal. El padre de Pau mató a su mujer. Afortunadamente, Paulina no presenció el momento, pero en cuanto creció y le contaron todo lo que había sucedido, cayó en una profunda depresión. Su padre sigue en la cárcel, o eso dicen, porque no ha tenido noticias de él en años ni quiso ella misma saberlas. Paulina sufrió mucho por sus padres. Ahora, cuando ya no los tiene, ha comprendido lo que debía hacer. Vivir. Vivir y poder contar algo a tus descendientes. Nunca sabes cuándo puedes caer.
- Entiendo. Explícame la situación entonces. - Dijo Paulina, seria.
- Vas rápido, eh? Bien. Aquí tenemos el almacén de Rock Cookies, verdad?
- Sí. Un almacén de galletas?
- Sí. Está tremendamente vigilado, pero los vigilantes no parecen normales. Eso es lo que quiero investigar. Es posible que esté alguien importante de la organización allí.
- No sabemos el nombre, verdad?
- No. Nada. Está oculto totalmente.
- Pues veamos cómo podemos irrumpir allí sin ser vistos, verdad?
- Exactamente. Necesitamos saber los turnos de guardia, las patrullas, las cámaras...
- Y eso una sola persona tardaría días en descubrirlo si no quiere que la detecten.
- Lo has pillado. Ahora, tenemos que pensar en algo para poder ver dónde están las cámaras y si hay guardias dentro del edificio.
- Yo me encargaré de eso. Tienes móvil con número oculto?
- Este móvil puede cambiar de número cuando quiera. Puedo cambiar tu identidad, si quieres.
- Nah, no es necesario. Voy a explicarte el plan, atento.
Pero ese plan se llevará a cabo unos cuantos episodios más adelante. La historia de Edward, Nevan, Zero, Gerald y Bart no ha comenzado, así que... Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario