sábado, 18 de octubre de 2014

MdL #11: Leyendas del valle

Todos salieron del sótano uno por uno. Algunos no tuvieron que coger nada, pues no les interesaba lo que había allí. Así que el primero en salir fue Gerald, que simplemente echó un vistazo rápido.

(Recordaremos hoy todas las descripciones, y les añadiremos más datos interesantes, como el vestuario.)

Gerald Paul salió tal y como entró. Una camisa blanca, pantalones azules y zapatos marrones oscuros. Siempre lleva gafas. Nadie lo recuerda sin ellas. No suele hablar mucho y es algo desconfiado, pero eso se compensa con la ayuda que presta al equipo. Un hombre que puede utilizar cualquier cualidad de los animales es muy versátil.

El segundo en salir fue Zerofrost. Un mago de hielo no necesita más que su magia, con lo que ningún arma o armadura le vendría bien, a no ser que fuera mágica. Con una toga azul bien ceñida con un cinto negro y unas zapatillas azules oscuras era suficiente para él. Es muy callado. Nunca nadie sabe qué piensa. Aunque hay excepciones.

Edward Yolag también salió pronto de allí, aunque buscó un poco más que los otros dos. El anciano, pelo ya casi blanco y corto con una barba bastante larga del mismo color, sólo agarró de allí un bastón. Un bastón de madera oscura para apoyarse al caminar. Su vestimenta es de una camiseta blanca tapada por una chaqueta marrón oscura. Y sus pantalones largos y negros, al igual que sus zapatos. Al tener poderes especiales tras haber obtenido algunos los poderes de los Roa, no necesita arma alguna. De todos modos, ya usa un bastón.

Iris Coco salió con el señor Edward. Ella no tenía ningún tipo de poder especial, lo que la hacía diferente del grupo. Llevaba una especie de vestido oscuro largo ya gastado y sus zapatos eran muchísimo más negros que su vestimenta. Una chica que encierra un misterio. No recuerda nada. Conseguirá la Isla Sin Nombre hacerla recordar?

Nevan apareció poco después. El cabello rojo ya le llegaba hasta los talones. Llevaba un top de color rojo, y unos pantaloncillos cortos con unos zuecos negros. Ella había encontrado algo en el sótano que le faltaba desde hace mucho tiempo: Un látigo. Los súcubos acostumbraban a llevarlos. Esa cosa en sus manos es un arma muy peligrosa. Ya veremos más adelante el porqué.

Hubo una gran pausa hasta que salió Lucas. Un joven de pelo rubio y con una mirada peculiar. Se podría decir que ve el mundo con otros ojos. Se llevó unas botas que había en el sótano, aunque no se las puso. Aún llevaba zapatos marrones, a juego con su pantalón largo y una camiseta color verde. También se encontró un guante de hierro y decidió llevárselo. Quién sabe en qué piensa este aventurero. Será mejor no preguntar.

El último en salir fue Bart. Muy... Cambiado. Planeaba llevarse puesta una enorme armadura algo oxidada con una espada en las mismas condiciones. El resto del grupo no daba crédito a lo que veían e intentaron hacer que no se la llevara. No pudieron convencerle. Bart ahora llevaría una armadura metálica sin casco.

- Bart, no te falta un escudo? Ya para terminar la gracia? - Dijo Lucas riendo.

Pero resulta que Bart Chill ya tenía su equipamiento planeado. Hizo aparentar que su espada se debía cargar con dos manos. Ese era el caso, pero Bart y su increíble musculatura se permitían llevar una espada de dos manos en una sola mano. Y quien dice espadas, dice hachas, martillos y demás objetos contundentes.

Así acaba el episodio de hoy. Ya atardecía y las nubes se tornaron anaranjadas. Naranjas como la ropa de Lan, que iba a acompañar al grupo en su viaje. Una chica de cabello largo y negro con dos coletas y no demasiada estatura. Iba a ser una buena oportunidad para mejorar sus habilidades. Nadie podrá derrotarla una vez la paz vuelva a Kitami. Ella está convencida de que sus compañeros la van a hacer mucho más fuerte.

Y qué ocurrirá en la próxima parte del viaje en Honimi? Y qué está pasando en Meril? Se llevará a cabo el plan de Paulina y Frank? En el próximo episodio volvemos a Meril. Hasta la próxima!

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