sábado, 1 de noviembre de 2014

MdL #13: La esperanza y la luna

Ya en casa de Frank Dogs...

- Pau. Estás bien? Qué ha pasado? Qué has averiguado?
- ...
- Paulina, por favor. Cuéntame qué ha ocurrido. Seguro que te encontrarás mejor tras decírmelo.
- ... He matado al viejo.
- Por eso estás tan preocupada?
- No he matado nunca a nadie! Es que no sientes nada!?
- ...
- No tienes corazón.
- Mi corazón me lo arrebataron esos tipos.

Paulina abrió mucho los ojos y recordó muchas cosas de golpe. La historia de Frank Dogs, y la suya propia. Su padre mató a su madre, la organización mató a la mujer de Frank. Hizo una relación entre esos dos sucesos en cuestión de segundos y rompió a llorar de nuevo.

- Paulina, cálmate. Ya ha pasado. No puedes hacer nada para cambiar aquello que hiciste. Pero puedes buscar una forma de sentirte mejor. No podrás cargar con esa culpa todo lo que te queda de vida.

Pau seguía sollozando, pero con menos intensidad. Las palabras de Frank sonaban armoniosas en su cabeza, aunque no pudiese pensar con claridad. Recordó de nuevo a sus padres. Era todo demasiado duro, que superaba a Paulina.

- Por qué? Por qué la vida tiene que ser así? - Chillaba Paulina para desahogarse en cierto modo

Frank la abrazó, intentando que parase aquella incómoda escena, donde no sabes cómo ayudar al que se siente dolido. En parte, esto funcionó. Pau estaba poco a poco mejorando su situación mental. Cuando ya todo estaba casi como antes, llamaron al timbre.

Cuando abrieron la puerta, apareció una mujer. Era alta, de cabellos largos y castaños, casi negros. Tenía una mirada inteligente, que no se trataba sólo de fachada.

- Te están buscando. Frank, verdad? - Pronunció la mujer.
- Quién la envía? - Contestó Frank, precavido.
- Me envío yo misma. Liza Carr, encantada.
- Un segundo, yo a tí te conozco! - interrumpió Paulina en la conversación.
- Paulina? Qué casualidad! Conoces a Frank? - Preguntó animada Liza.
- Sí! Estamos...

Frank apartó a Pau, haciéndola callar.

- Conoce a mi compañera?
- Por supuesto! Ella fue la que me animó justo antes de que me convirtiera en pequeña empresaria. Y mírame ahora, de las más altas en posición. - Contestó alegre Liza.
- En... Qué posición exactamente? - Preguntaba Frank cada vez más cerca de algo que le interesaba.
- Pues... La 16 creo. Uno más uno menos.
- Entonces me has venido a advertir?
- Sí, me lo encargó Edgar. Dijo que entre nosotros podríamos compartir información y tú podrás llegar al fondo del asunto.
- Ahora comprendo. Sólo los más poderosos en escala social pueden manejar los hilos. Esto es algo grande.
- No quiero ser una marioneta, así que estuve de acuerdo en contártelo. Una de las ubicaciones más importantes es el Hotel Loki. Suelen reunirse allí los llamados a las reuniones y nos comunicamos a través de un circuito cerrado de comunicación. Nadie puede saber quién es el que manda todo esto.
- Nadie salvo yo, verdad? Paulina! - Dijo Frank, llamándola - Ya puedes decir lo que quieras, no te enfades conmigo! Tenemos nuevo punto interesante!
- Por cierto, yo nunca estuve aquí ni conocéis mi nombre, eh?
-Entendido. Siga adelante. Muchas gracias. - Se despidió Frank.


Mientras tanto, volviendo al otro grupo, camino a Maressia, ya se hizo de noche.

Iris estaba fuera de la tienda de campaña. Nevan también estaba fuera, pero ella no duerme, con lo que resultaba normal. Ambas estuvieron hablando.

- Qué haces, Iris? No duermes? - preguntó Nevan.
- Nevan! Qué susto! - Dijo sobresaltada Iris.
- Uy, perdona. No duermes?
- Yo siempre me quedaba mirando la luna por las noches cuando era pequeña. Hasta que me podía el sueño. En ocasiones hablaba con ella.
- Hablar? Con la luna?
- Sí. Le preguntaba cosas, como: "Qué hago yo ahora?" o "Encontraré a mi amor pronto o tarde?" Esas cosas. - Reía levemente Iris, recordando su infancia.
- Vaya, tenías imaginación.
- Un día me contestó.
- Qué!?
- Me dijo que lo que debía hacer era proteger los astros.
- No es posible. Seguro que no lo imaginaste? Un momento, tú no tenías amnesia?
- La luna me lo ha recordado. He recordado quién soy. Soy Iris Coco, una Protectora de las Estrellas.
- En serio recobraste la memoria? Fantástico!
- Pero hay algo que no recuerdo. No tengo ningún recuerdo de La Isla Sin Nombre...
- Pero si es adonde vamos!
- Yo estuve allí, y por algún motivo salí viva, aunque con amnesia.
- No recuerdas nada de nada?
- Ni siquiera una pista. Pero por lo menos ya sé lo que tengo que hacer. Volver allí y descubrir qué es lo que debo hacer en ese lugar. Voy a descansar un rato.
- Bueno, me alegro de que ya estés bien con tu memoria. Que descanses.

Mañana sería un día movidito. Qué harán nuestros aventureros en Maressia? Paulina va a necesitar tiempo para volver a actuar, así que... Maressia en el siguiente episodio! Hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario