TdC: El diario de la madre de Fiora

"No iba a ser un día normal. En el pueblo, todos estaban revolucionados. Solo teníamos 400 soldados novatos para contrarrestar 1000 noxianos. El ruido de las tropas enemigas ya llegaba a los oídos de los asustados pueblerinos, y también al mío. Estuvimos luchando ferozmente durante alrededor de cuatro horas. No se trataba de una batalla de artillería. Solo tenía mi estoque y unos novatos a mi cargo, pero cayeron rápidamente. En un momento, me vi acorralada y me echaron al suelo unos cinco soldados noxianos."

- Qué hacemos con esta? - Decían.

"Yo ya me veía encarcelada en Noxus, y perdí la conciencia por un tiempo. Cuando desperté, estaba en el mismo lugar. La batalla había terminado. Los cinco hombres que me acorralaron estaban en el suelo. Cada uno tenía una carta clavada en alguna parte de su cuerpo. Otras tropas aliadas habían llegado al lugar y habían hecho retirarse al ejército Noxiano. Pregunté inmediatamente quién era el jefe de aquellos guerreros. Unos soldados me dijeron que preguntase por WildCard, pero no me hizo falta buscarle."

- Despertó, bella dama? Bonjour, Me llaman WildCard. Soy el líder de esta tropa.
- Muchas gracias. Rachel Laurent. Líder de las tropas del pueblo.
- Por fortuna, han quedado alrededor de 90 de tus hombres vivos. Has trabajado duro con esos novatos...

"El hombre era bastante joven. Sus palabras eran como hechizos. Era imposible no prestarle atención. Su sombrero de ala ancha mantenía un aura de misterio sobre él que dejaba inquietos a todos los de su alrededor. Hasta aquí escribiré por hoy. Mañana será otro día. Parece que las tropas Noxianas iban a traer artillería. La nuestra tardaría en llegar y no estamos seguros de que llegue a tiempo para la batalla. Esperemos que no ocurra nada de eso."

...

"Hace dos días de batalla que no escribía. Hemos conseguido la victoria a pesar del retraso de la artillería y del número reducido de soldados. Pero tengo malas noticias. Soy la única que ha quedado viva en toda esta revuelta. Las afueras del pueblo han ardido durante casi un día entero. WildCard dirigió a los soldados con una maestría heroica. Pero eso se acabaría cuando vi que una espada atravesaba el cuerpo del líder. Quedaban pocos hombres en ambos bandos. Yo corrí hacia él, para ver si estaba bien. No lo estaba. La herida era profunda, y yo no pude hacer nada para salvarlo."

- Estoy... Bien, Rachel. - Fueron sus últimas palabras.

"Pero yo no lo estaba. Comencé a llorar por WildCard. Un ataque por mi espalda fue repelido por uno de los soldados del líder seguido de un grito de 'espabila!'. Yo no podía reaccionar. Mi cuerpo actuaba solo. Comencé a repartir estocadas por todo el campo de batalla. Lo último que recuerdo de aquello es que estaba como poseída, y que cuando volví en mí, estaba de pie cubierta de sangre de más de ochenta soldados. Y mi cara llena de lágrimas..."

...

"Acabo de tener el mejor día de mi vida. WildCard está vivo. Se está recuperando en una enfermería de un pueblo cercano. Me enteré ya entrado el atardecer, y llegué allí a la noche. Visité a WildCard. Parecía estar perfectamente para tenerlo en cama. Podía hablar y moverse con soltura. Me emocioné en cuanto lo vi. WildCard se levantó y me abrazó. Fue el día más feliz de mi vida."

...

"Solo con mi diario puedo desahogarme y pensar mejor sobre esto. Estoy embarazada. Mi marido cree que es suyo, pero no lo es. Voy a tener un hijo con WildCard. Lo peor es que WildCard se ha marchado lejos de aquí. Solo me dejó una carta tras despedirse, como recuerdo: El dos de corazones. Él quiere saber de mi hijo, pero si mi marido se entera, se acabó."

...

"Creo que debo escribir mi última página de mi diario y esconderlo antes de que mi marido lo encuentre. He tenido una hija. La hemos llamado Fiora. Fiora Laurent. Me encanta ese nombre para mi hija. Tengo un buen presentimiento. Ojalá mi hija y su verdadero padre se conozcan."


Fiora estaba leyendo esto en su habitación. De repente, una carta cerrada entró por la ventana, que estaba misteriosamente abierta. Fiora abrió la carta. Tenía algo dentro. Una carta firmada por WildCard. El dos de corazones. Una nota venía junto a la carta. Decía: "El destino puede retorcerse, hija."

- Twisted Fate... Hijo de puta!

(Vaya manera de llamar a tu padre...)

Al día siguiente, Fiora salía de la academia para irse al bosque a meditar.

- Oiga! Fiora! Era de tu madre el diario?
- Sí. Muchas gracias, Edward.
- Lo sabía! Y también sé leer mentes. Mira, escoge una carta.
...
- Bien, ahora piensa en esa carta. Es... es el dos de corazones, verdad? He acertado?

Edward no volvió a intentar ser simpaticote con Fiora después de la bofetada que se llevó.

- Te ha cruzado la cara, papá. Pff... ja, ja...
- Pues tendrá la regla o algo... vaya forma de despedirse... qué hostia me ha dado.