TdC: Edward y el apoyo a Ahri

- Ahri, por qué tienes dos marcas de garras a los lados de tu cintura?
- Qué? (Cómo sabes eso?)
- (Últimamente has perdido una costumbre que era ponerte las manos en la cintura. Cuando lo has hecho inconscientemente, te ha dolido, verdad?)
- (Ni una palabra, Edward. Ni una palabra.)

- Y esa quién era?
- Ahri, la mujer zorro. Mi padre no me ha contado todavía detalles sobre ella, pero parece que la conoce bastante bien.
- Ah. Por cierto, qué se hace aquí?
- La gente que pasa los días aquí, se entrenan para luchar por su país, porque hay dos en guerra. Esto se llama "Guerra Pacífica" Pues nunca mueren si pelean en un campo de batalla.
- Ah...

- Nevan! Vigila para que este Twitch que cree que no lo he visto robe nada. Voy a hablar con la de antes.
- Vaale.
- Tu padre es comerciante, no?
- Sí. Vende cosas súper raras. A un amigo suyo le crecieron alas con alguno de estos. No toques.
- ... Aquí! Kia!

Un golpe de kárate a la rata invisible sorprendió a Nevan. Cómo pudo haberlo visto?

- Huele fatal este bicho...
- Pero no lo lances de esa forma! Que es uno de los de aquí!

...

- (Ahri, abre)

Y se abrió la puerta. (Guau! No me digas?)

- (Pasa, corre)

- Bien, ahora que has cerrado, qué te pasó?
- Pues... cuando...

No dijo nada más. Se lanzó directamente a besar a Edward. Se suponía que un beso de Ahri de más de un minuto drenaba la vida del otro. Este beso duró dos minutos y medio.

- Eh... vale. Después de este beso que no viene a cuento... qué te pasó?
- (Cómo? No le ha hecho nada?) Estoy un poco... nerviosa. Lo siento.
- No quieres contarle a nadie lo que te ocurrió con Warwick, verdad?
- !!
- Solo hay una posición posible para que las dos garras estén colocadas de tal manera en la cintura. Y esa forma es...
- Basta! Por qué preguntaste si sabías todo!?
- Para ayudarte. Si me cuentas todo lo que ocurrió a mí, que ya conozco la historia, te desahogarás. Seguro que tras quitarte ese peso de encima se te ocurre una excusa para esas marcas. No te preocupes. Yo quiero ayudar en lo que pueda.
- ...
- Puedes comenzar. Soy todo oídos.

Ahri recordaba todo hablando con un nudo en el estómago. Pero cuando terminó, se sintió mucho más relajada.

- No ha sido tan difícil, verdad?
- Pues... de verdad, no sé cómo agradecerte esto, Edward.
- Ya tendrás la ocasión. Me debes una, pues ya usaré yo ese "comodín" para que estés tranquila.
- Gracias.

Al día siguiente, Ahri fue a visitar a Akali. Cuando salió, el siguiente era Edward.

- Edward? No sé si puedes ser tratado. Esto es para los campeones...
- Vale. No venía por nada en especial. Ahora ya sé que Ahri es multiorgásmica. Qué curioso.
- !? Cómo? No has podido ver su ficha!
- Pero sí he podido ver tu cara, enfermera Akali.
- No me creo que puedas saber eso con solo mirarme a la cara.
- Estás hablando a la defensiva. Estás ocultando algo. Y ese algo tiene que ver con Ahri.
- Ya estás sacando conclusiones falsas... allá tú.
- No puede ser... Dime que no es verdad! Se puede liar parda si Ahri está embarazada!
- !!!
- Esto es malo... lo peor es que no se puede hacer nada...
- Ya tienes lo que buscabas. Todavía no comprendo cómo lo haces, pero me da un poco de miedo. Vete ya.
- Sí... perdón, Akali. De verdad. Estoy para lo que quieras. Yo ayudo a todo el que pueda.

Edward salió de la enfermería. El caso era preocupante. Un hijo de una mujer zorro y un lobo puede ser un milagro o, lo más probable viniendo de Warwick, un desastre.

Una nota pasó por debajo de la puerta de Ahri.
"Un beso de mi hija llegó a marearme. Debes practicar más. Ja, ja, ja."