sábado, 27 de septiembre de 2014

MdL #8: Directos al este!

- Bueno. Paulina y Frank no nos acompañan. Qué hacemos? Adónde vamos? - Preguntó Bart.
- Pues tendremos que buscar dónde está la Isla Sin Nombre, no? - Dijo Zero.
- No sabes dónde está? - Preguntó Nevan.
- Pues si no sabemos dónde es y no aparece en el mapa... Vamos a tener que buscar información. - Pensaba Edward en voz alta.
- Dónde? - Dijo Gerald.
- Pues en el país del este. Honimi. - Propuso Edward.
- Y eso? De qué nos sirve ir allí? - Preguntó Bart.
- Esos tipos del este saben bien hacer mapas. Seguro que allí encontramos algo. Nevan también lo sabe. Ya estuvimos en el este hace un tiempo, verdad?
- Sí. La verdad es que era un país totalmente distinto. Son raros, eso sí. Pero tiene paisajes bien bonitos. - Decía Nevan.
- Pues si no tenemos otra idea, tendremos que ir allí. Venga, cuanto antes mejor. - Concluyó Zero.

Todos salieron de la casa y emprendieron la marcha. Marcharon directos a la estación central de trenes en Meril. Coger un tren era muy fácil en estos tiempos. Se podía viajar cuando uno quería.

Cuando llegaron, encontraron una sorpresa. Era alguien conocido. También iba a Honimi. Zerofrost lo reconoció en seguida. Edward también, pero tras verle la cara. Era Lucas Tefd.

- Eh! Lucas? - Preguntó Zero.
- Sí?
- En serio es Lucas Tefd? - Dijo incrédulo Edward tras verle la cara.
- Que sí! Vosotros me sonáis... Hala, en serio sois los de siempre? Zero, Edward, Bart, Gerald? Y esta quién es?
- Has dado en el clavo, Lucas. - Dijo Bart.
- Yo soy Nevan. Encantada. - Se presentó Nevan intentando darle la mano a Lucas.
- No hace nada, Edward? - Preguntó Lucas antes de realizar ninguna acción.
- Cómo que no hace nada? Qué pregunta es esa?
- No sé, es que como es un súcubo, no me inspira confianza...

Todos quedaron perplejos. No hubo ningún indicio para que Lucas supiese que Nevan era un súcubo. Edward se puso el dedo índice en sus labios, mandando a callar a Tefd. Nadie más podía saber eso.

- Bu-Bueno, adónde vas, Lucas? - Preguntó Nevan como si nada hubiera pasado.
- Voy a Takayamiya. Me han dicho que allí vive un viejo loco y quiero ver quién es.
- Pero si nosotros también vamos allí! La capital de Honimi, verdad? - Dijo Gerald.
- Para qué vais? - Preguntó Lucas.
- Queremos ir a la Isla Sin Nombre esa. - Contestó Bart.
- Qué? Entonces vais a lo mismo que yo? - Rió Lucas Tefd.
- Tú buscas la Isla Sin Nombre? - Preguntó Zero.
- Sí! Soy un explorador. Me han dado títulos y todo eso. Si exploro la Isla Sin Nombre, seré el primero que haya conseguido salir de ahí con vida!

"Lucas Tefd, varón, 21 años. Como siempre, muy entusiasmado con cualquier cosa. Es un gran explorador. Cabellos castaños claros y ojos azules. Una expresión en la cara que da a entender ingenuidad pero experiencia al mismo tiempo. La mirada de un explorador. Tiene toda una vida que descubrir!"

De esa manera siguieron conversando. Nada interesante en la trama de esta historia, pues podría extenderse muchísimo el episodio con conversaciones sin sentido. El tren acabó llegando a Meril. Por fin comenzaba el viaje del grupo más numeroso. Edward, Zerofrost, Nevan, Gerald, Bart y Lucas.

Pero algo inesperado pasa justo antes de empezar.

Una mujer estaba tirada en el pasillo del vagón donde entraron los seis. El revisor les dijo que no la hicieran caso. Que estaba loca pero han desistido en echarla del tren, porque siempre acaba volviendo. En cuanto el revisor se marchó, la muchacha levantó la mirada y preguntó con voz áspera:

- Qué día es hoy?

Pues no lo sé, pero el siguiente episodio seguro que será el sábado. Hasta la próxima!

viernes, 26 de septiembre de 2014

Extra: Yormungand vs Pitu

(Una historia basada en algo que me ocurrió en un servidor de Ragnarok Online, un juego que me encanta.)

- Por fin podemos vernos. A solas. - Dijo Yormungand seriamente.
- Suelta lo que tengas que decir. Tengo cosas que hacer, ¿sabes? - Decía irritada Pitu.

Yormungand. Ha adquirido los poderes de los espíritus, como cualquier Soul Linker. Tiene el pelo ni muy corto ni muy largo, color celeste. Eso lo tapaba un sombrero de paja típico de China, al cual llamaban Sakkat. Sus ojos apenas se veían con la máscara blanca que llevaba. El resto de su vestimenta consistía en una túnica roja y negra.

Pitu era una cazadora. Arco y carcaj a su espalda con un halcón sobrevolándola. Tenía el pelo largo y castaño. En esta ocasión no llevaba ningún adorno en su cabeza, sólo unas gafas de sol. Su vestimenta resultaba provocativa, con un top negro y unos leggings cortos también de ese color. No había que juzgarla. Una cazadora no puede llevar mucho peso encima.

- Quería hablar seriamente contigo, Pitu.
- Ah sí?
- Tengo que decirte que lo siento.
- Ahora? Podrías haberlo dicho antes de marcharte sin avisar.
- Tenía un amigo en este otro gremio...
- ¡Mentira! ¡Ese clown sólo te conoce por tu hermano! ¡No vas a cambiar nada sólo pidiendo perdón!
- ...
- Eres un traidor. Nos dejaste.

El terreno era un campo abierto. Una planicie llena de hierba. El viento acariciaba fuertemente los cabellos de ambos. Hacía sol.

- Sabes qué, Pitu? Yo encontré ese arco que llevas ahora mismo. Deberías estar agradecida. O por lo menos...
- ¡Yo te he dado ese sombrero! ¡Y tu máscara! ¡Y más cosas! ¿Qué te crees, que esto es sólo cuestión de intercambiar?
- ... No lo vas a entender... Eres una idiota... - Musitó suspirando Yormungand.
- ¿Cómo me acabas de llamar? - Pitu no estaba de buen humor tras la charla.
- ... Idiota.

Una flecha fue disparada rápidamente hacia Yormungand. No acertó. El Kaupe del Soul Linker esquivó la flecha.

- ¡No quiero pelear! ¡Pitu! ¡Para!
- Después de todo esto, ¿vas a decirme lo que debo hacer? Esto es un duelo, Yormungand.
- ¡No puedo contra una cazadora!
- Pues hazme cambiar de opinión.

Más flechas fueron dirigidas hacia Yormungand. Con fortuna y habilidad, ninguna acertaba gracias al Kaupe y a los saltos del Soul Linker. El problema llegó cuando el halcón de Pitu entró en escena.

- Blitz Beat! - Pronunció Pitu, ordenando al halcón que atacase.

Yormungand no podía hacer frente a flechas y un halcón al mismo tiempo. Decidió esquivar al halcón y recibir un flechazo en el estómago. Sin embargo, aunque el dolor era grande, corrió a gran velocidad hacia Pitu.

La cazadora intentó por un segundo lanzar una flecha cargada(Charge Arrow) pero Yormungand no llegó a acercarse lo suficiente. Cayó de rodillas al suelo. Pitu empezó a sentirse culpable de lo que había hecho. ¿En serio iba a morir por sólo una flecha? No. No era posible.

De pronto, Yormungand pronunció un hechizo.

- Kaizel!!

Había activado el Kaizel, que devuelve a la vida al usuario gracias al poder espiritual. Con un gran salto, se colocó justo delante de la cara de la cazadora y la golpeó con su bastón. Pitu cayó al suelo por falta de equilibrio. Sólo había recibido un golpe de Yormungand, que no era muy fuerte físicamente. Sin embargo, pese a la túnica roja, la sangre aún se podía notar alrededor de la flecha.

Pitu estaba tirada en el suelo, y Yormungand se sentó enfrente suya. La cazadora intentó tenderle una trampa, pero decidió esperar.

- Amo este sombrero. - Dijo Yormungand. - Recuerdo cuando me pediste esas gafas de sol. No podías pagarme y me regalaste este sombrero, mi máscara y muchas cosas más. No me importó utilizar ese dinero por ti. Yo supe que hacía bien en ayudarte. Me lo acabas de demostrar. Pero yo te he demostrado que quiero disculparme de verdad. Si aún no lo quieres admitir, adelante. Este gesto te convencerá. Puedes quedártelo.

Yormungand se quitó su Sakkat y lo puso en las manos de Pitu. Tras ello, se fue caminando con dificultad del lugar.

- ¡E-Espera! - Llamó Pitu.

Ella se levantó inmediatamente y alcanzó a Yormungand con su andar del viento(Wind Walk). Lo detuvo y le dijo:

- Creo que he entendido. Aunque no esté de acuerdo contigo y siga pensando que nos traicionaste, pides perdón de verdad. ¿Qué puedo decir? Te lo has ganado.

Pitu le entregó de nuevo el Sakkat a Yormungand. Éste lo agarró y se lo puso con la cabeza agachada. Aún no había mirado a Pitu a los ojos. En cuanto levantó la mirada y se cruzaron sus vistas, la cazadora notó que unas lágrimas caían de Yormungand. Ella lo abrazó. El Soul Linker estaba feliz. Muy feliz. Había sido perdonado de su constante pesadilla.

(Cuentan que Yormungand era uno de los pocos que consiguieron golpear a un Sniper con su bastón.

También cuentan que Pitu tiró de su pequeña hermandad adelante.

Nunca se volvieron a hablar, pero la mirada está siempre ahí. Una mirada de... Supongo que de complicidad. Ambos habían arreglado sus asuntos. Había que empezar de cero y en Prontera no se suele hablar con desconocidos.)

¡Gracias y perdón, Pitu! ¡Eres un/a grande!

sábado, 20 de septiembre de 2014

MdL #7: Un nuevo "trabajo"

Nevan, Edward, Bart, Gerald y Zero llegaron finalmente a Meril otra vez. Iban a casa de Paulina. Nevan abrió la puerta y allí la encontraron. Tirada en el sofá. Parecía que lloraba.

- Pau! Por qué llamaste? Qué te ha pasado? - Preguntó Nevan, abrazando a Paulina.

Contó enfrente de todos lo que le había pasado. Cómo empezaron los delincuentes, cómo la tomaron de rehén, la llamada de Frank Dogs...

- Así que Frank te salvó, verdad? Entonces... - Pensaba Edward en voz alta.
- (Eso debió haber sido épico desde fuera!) - Pensaba Bart Chill, pero no lo dijo para evitar llevarse mal con Paulina, quien no lo había pasado tan bien.
- Quiero agradecérselo, pero... No sé cómo... - Dijo Paulina.
- Eso se podría decir que es sencillo. Ayúdale con su investigación. - Propuso Zero.
- Eh... Qué está investigando? - Paulina era la única que no había hablado sobre eso con Frank.
- Quiere descubrir a una organización secreta. - Contestó Gerald.
- Y eso?
- Al parecer, esa organización mató a su mujer. Y ahora lo están buscando. Quieren matarlo a él también porque puede hackear cosas. - Explicó Edward.
- Entonces...

Paulina recordó lo que el pistolero dijo y abrió sus ojos como platos.

"Frank Dogs! Dónde está Frank Dogs!?"

- Iban a por él! Los que causaron el revuelo iban a por Frank! Lo escuché!
- Entonces ya puedes ir a prestarle tu ayuda. Seguro que te paga bien. - Dijo Bart.
- Pero... Yo no busco el dinero...
- Eso le da igual a él tanto como a ti. Vas a vivir como una reina, créeme. - Nevan animó a Paulina con esas palabras.
- Voy entonces! - Paulina se notaba mucho más energética que nunca - Voy a demostrarle que puedo con todo!

Paulina salió decidida y sin siquiera despedirse. Subió las escaleras rápidamente y llamó al timbre de la vivienda de Frank. Él abrió y se alegró de que Paulina estuviese bien. La invitó a pasar y la ofreció un sitio en el sofá.

- Bueno, Paulina. Cómo estás?
- Mejor. Ya se me ha pasado el susto.
- Me alegro. Y ahora qué vas a hacer? He oído que han cerrado el restaurante. Conseguir trabajo ahora es difícil...
- Ya... Pero vine aquí a agradecerte todo lo que habías hecho por mí.
- No pasa nada! No podía dejarte a tu suerte si yo tenía oportunidad de hacer algo.
- Pero es que ahora quiero agradecértelo... Ayudándote a ti, sabes?
- Cómo?
- Me han contado la historia sobre la organización esa, y tal. Quiero ayudarte a encontrarla.
- ... No podrías ayudarme.
- Por qué no?
- Porque tú no sabes lo que es ver morir a un ser que amas. Busco venganza. Tú no. Eso no me ayudará.
- Entonces tú no sabes que esos secuestradores iban a por ti?
- Qué!?
- Buscaban a Frank Dogs. Ese eres tú. Y me cogieron a mí. Yo también busco vengarme de lo que me hicieron esos tipos. He aguantado mucho durante toda mi vida para que ahora unos cabrones me echen abajo.
- Eres...
- Qué pasa? No puedo ayudarte porque eres demasiado egoísta y quieres encargarte tú solo? Adelante. Ya veremos qué tal te va. Si no has avanzado nada en lo que llevamos aquí!
- Eres increíble. De verdad. No es que no quiera contratarte. Es que NECESITO tu ayuda. Alguien así no lo puedo dejar escapar. Tú de verdad entiendes lo que hay que entender, joder! Ahora mismo podemos empezar. Necesitamos planear algo. Estoy dándole vueltas a un lugar y no se me ocurre nada. Ven a esta habitación.

Frank la llevó al lugar donde estaba todo lo que hizo que Nevan temblase. Pero en ese momento era un desconocido. Había poca luz, varios ordenadores, los dos mapas enormes llenos de marcas y notas. Y en los cajones, armas de fuego de muchas clases.

- Cómo consigues todo esto sin trabajar? No es posible! - Preguntó Paulina.
- Tengo varios trucos, Pau. Con salir a la calle, ya puedo ganar alrededor de 3000 euros en un día.
- Tanto?
- Simplemente cojo mi móvil, analizo el tuyo, y ya puedo entrar en tu cuenta bancaria.
- No jodas!
- Tranquila, no voy a sacarte nada. Pero te demuestro que es tan fácil como eso.
- Eres un ladrón!
- Pero para sobrevivir, hay que buscar cualquier método.

Paulina recordó que su padre decía algo parecido cuando discutía con su madre. Ella siempre intentaba no hacer caso, pero era imposible. Cada día, una pelea de pareja. Paulina vivía con eso de pequeña, hasta que llegó el día fatal. El padre de Pau mató a su mujer. Afortunadamente, Paulina no presenció el momento, pero en cuanto creció y le contaron todo lo que había sucedido, cayó en una profunda depresión. Su padre sigue en la cárcel, o eso dicen, porque no ha tenido noticias de él en años ni quiso ella misma saberlas. Paulina sufrió mucho por sus padres. Ahora, cuando ya no los tiene, ha comprendido lo que debía hacer. Vivir. Vivir y poder contar algo a tus descendientes. Nunca sabes cuándo puedes caer.

- Entiendo. Explícame la situación entonces. - Dijo Paulina, seria.
- Vas rápido, eh? Bien. Aquí tenemos el almacén de Rock Cookies, verdad?
- Sí. Un almacén de galletas?
- Sí. Está tremendamente vigilado, pero los vigilantes no parecen normales. Eso es lo que quiero investigar. Es posible que esté alguien importante de la organización allí.
- No sabemos el nombre, verdad?
- No. Nada. Está oculto totalmente.
- Pues veamos cómo podemos irrumpir allí sin ser vistos, verdad?
- Exactamente. Necesitamos saber los turnos de guardia, las patrullas, las cámaras...
- Y eso una sola persona tardaría días en descubrirlo si no quiere que la detecten.
- Lo has pillado. Ahora, tenemos que pensar en algo para poder ver dónde están las cámaras y si hay guardias dentro del edificio.
- Yo me encargaré de eso. Tienes móvil con número oculto?
- Este móvil puede cambiar de número cuando quiera. Puedo cambiar tu identidad, si quieres.
- Nah, no es necesario. Voy a explicarte el plan, atento.

Pero ese plan se llevará a cabo unos cuantos episodios más adelante. La historia de Edward, Nevan, Zero, Gerald y Bart no ha comenzado, así que... Hasta la próxima!

viernes, 19 de septiembre de 2014

Extra: Frank Dogs cumple años!

- Bueno, Frank Dogs. Queríamos preguntarle cómo consiguió usted entrar en el edificio Azin y sobrevivir tras ser perseguido por los guardias y la misma policía.
- Pues fue una operación complicada. Le explico...

Mejor lo explica el narrador. Ese acontecimiento fue increíble. En cuanto Frank Dogs, dispuesto a poner en marcha su plan y llegar al piso 14 del edificio Azin, dos guardias lo agarraron fuertemente y lo encerraron en una habitación de la planta 10. Entonces Frank tenía que salir de allí. Había avanzado diez pisos, pero aún le faltaban cuatro. La habitación estaba cerrada por fuera. Ninguna salida era posible. Caer desde un piso 10 sería imposible. Tenía que ingeniárselas para salir de allí.

Con la ventana abierta, pudo ver a un huésped en la habitación de al lado. No parecía un cautivo, con lo que ideó un plan para salir de aquella habitación. Utilizó su teléfono móvil para cambiar el canal de televisión que estaba viendo el hombre de la habitación contigua. La primera vez se extrañó, pero volvió a poner el canal anterior sin levantarse. Cuando Frank Dogs le puso un mensaje en pantalla las cosas cambiaron.

"Estoy en la ventana"

El hombre, enfurecido, se levantó del sofá y miró a Frank, que estaba en la ventana asomado.

- Tú eres el que me está cambiando la tele? Te vas a cagar, cabrón!
- Venga, entra si puedes, campeón.

En unos instantes, el hombre furioso empezó a dar golpes a la puerta. Hasta el punto que la rompió. El hombre había entrado, pero no veía a nadie. Hubo un apagón en todo el edificio durante treinta segundos, provocado por Frank y sus trucos electrónicos. Tiempo suficiente para que Frank incapacitase al hombre con un golpe de silla en la cabeza. Frank era libre de aquella habitación. Tenía que llegar al piso 14 cuanto antes y sin ser visto. Cosa que no fue posible desde el primer momento. Una mujer guardia lo encontró justo al salir tras el apagón.

- Quieto! - Gritó la guardia mientras lo inmovilizaba.
- (Mierda, esta ha sido la peor escapada de mi vida)
- Conque has roto la puerta de tu jaula, eh? Ahora te vienes a una mejor preparada. Totalmente aislado. En el piso 14.
- (Piso catorce?)

Frank tuvo oportunidad de mirar a la cara a la guardiana, que lo tenía bien agarrado para evitar que se escapase. Era Paulina, disfrazada de segurata del edificio Azin.

- (Esta chica es increíble. Creí haberle dicho que no viniese, pero... Me está salvando. Es la mejor compañera que he podido tener.) - Pensaba Frank sonriente.

Finalmente llegaron a la habitación del piso catorce. Paulina encerró allí a Frank, aparentando seguir siendo una guardia. Frank buscó en la habitación y encontró una escalera de cuerda larguísima pegada a la ventana. Sólo tenía que lanzarla y bajar por esas escaleras. Pero antes...

- Seva? Estás ahí? - Preguntó Frank.
- Frank!

Seva es una mujer sueca. Frank la había conocido hace poco. Ella no podía salir sola del edificio. Sin embargo, con Frank Dogs, sería pan comido. El plan era el siguiente. Sacar a Seva de allí por la escalerilla. Ella sentía recelo de las alturas, por eso bajaba con rapidez y cautela. Frank esperó a que Seva bajase para empezar su descenso. Cuando llegó a tierra, se encontró con un problema: La policía había sido alertada. Ellos conocían a Frank Dogs, con lo que tenía que huir de allí a escape. Abrió el coche más cercano y se subieron Seva y Frank, que conducía. La policía comenzó una persecución, que fue frustrada rápidamente por un fenómeno totalmente inesperado.

Un viejo, un joven, un militar, un hombre de cabello blanco y uno rubio habían detenido el avance de todos los coches de policía. Perdieron la pista de Frank, que estaba impresionado por la actuación de sus amigos y siguió conduciendo a toda velocidad. Hasta llegar a su edificio. Allí ya no lo encontraría nadie.

- Seva! Lo conseguimos!
- Gracias Frank!
- Ya sabes para qué te saqué de allí, verdad?
- Sí. Para que te enseñe el sueco, verdad?
- Sí. El sueco...

Hasta aquí puedo escribir. Sólo puedo decir que sueco es un eufemismo para... Bueno, qué más da. Si no entendéis el final, no pasa nada. Yo se lo explicaré personalmente a Frank Dogs, que cumple años y tengo que hacerle un regalito! Este es el mío porque estoy pobre, ja, ja, ja...

Hasta mañana, que habrá MdL y más Frank Dogs.

sábado, 13 de septiembre de 2014

MdL #6: A punta de pistola

...
- Llámame, por favor.
- Te lo aseguro. Allí estaré.
...

Qué le ocurrió a Paulina mientras el resto no estaba? Mientras estaban viajando en tren, Paulina tuvo que cubrir el horario de una compañera en el trabajo, así que trabajó a la luz del día. Pero no iba a ser un buen día...

- Camarera! Venga un momento! - Llamó uno de los dos clientes sentados en la mesa dos.
- Sí? Desea algo? - Contestó Paulina.
- Mira... Si me consigues el nombre de ese tipo de la mesa siete, te doy este billete... - Susurró el hombre, enseñando un billete de los más altos en Aland.

Paulina, sorprendida, no supo qué contestar. Simplemente se fue pretendiendo no haber escuchado nada. No quería tener nada que ver con ese tipo. Entonces, cuando dio la espalda a las mesas, se escuchó un disparo. El revuelo fue grande. El señor de la mesa siete cayó de su silla y derramó sangre. Los ciudadanos corrieron rápidamente para salir del lugar. El hombre de la pistola, el de la mesa dos y su compinche se acercaron al herido grave.

- Tú! Dinos dónde está!
- Quién? - Replicó agonizante el señor.
- No te hagas el tonto! Frank! Dónde está el jodido Frank!
- Conozco... Muchos...
- Sabes bien de quién hablamos! - Dijo mientras daba una patada el compinche.
- Agh...
- Dogs! Te suena de algo? - Gritó el de la pistola.
- ...
- Genial. Ya la hemos liado. Ahora qué? Ya habrán llamado a la poli estos de aquí. - Dijo el ayudante.
- Pues vamos a tener que negociar un poco con ellos. Coge a la que se escondió tras la barra y me la traes a la fuerza, vale?

Paulina fue sorprendida por el compinche y la inmovilizaron fácilmente. Entonces no tardaron en ponerla a punta de pistola. La policía había llegado hace apenas unos segundos.

- No grites ni te muevas si no quieres morir, entendido, camarera?

Paulina temblaba. Estaba totalmente atrapada. No podía hacer nada más que confiar en la policía. Lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.

- Identifíquese! - Gritó un policía por el megáfono.
- Soy un ciudadano que busca a alguien en concreto! - Contestó el cabecilla.
- Vamos a entrar como no se entregue inmediatamente!
- Intentad entrar y veréis como le vuelo los sesos inmediatamente a esta!

Paulina tembló fuertemente. Estaba muy asustada. Cada movimiento que la pistola hacía cerca suya era un sufrimiento. No podía asegurarse salir viva. Las posibilidades de que la pistola hiciese: BANG! Eran enormes para ella. Además, no podía permitirse gritar. Ese era el gran problema. Cada vez estaba menos segura de ella misma.

- Quién es el sujeto que usted busca? - Preguntó el policía del megáfono.
- Frank Dogs! Ese es su nombre!
- No conocemos a ningún Frank Dogs!
- Pues yo no conozco cómo salvar a esta tía! Ya os podéis apresurar! Buscadlo! Sois la policía, joder!

Se pusieron en marcha un par de refuerzos para avisar de la orden de búsqueda. Una llamada de teléfono desconocida al jefe del caso tuvo lugar.

- Sí? Quién habla?
- El que puede salvar a esa chica del restaurante. Confíe en mí. Simplemente diga que alguien querido la llama. Que necesita el número de móvil de alguno de los dos.
- (No debería fiarme de un anónimo... Pero parece muy seguro. No tenemos otra opción... Mierda!) Está bien.

- Qué pasa ahora, poli? - Gritó el pistolero.
- La chica tiene una llamada de un ser querido.
- Oh, pobrecilla. Dejamos entrar al que lleva el móvil y nos la lía, verdad? Pues no! Aquí no pasa nadie!
- Ha accedido a llamar a uno de los dos a su teléfono propio.
- Que llame al teléfono del restaurante! Pinche! Cógelo cuando suene y se lo pones en la oreja. - Ordenó el pistolero.

Así se hizo. El anónimo colgó y llamó al restaurante. Pusieron a Paulina al teléfono tras confirmar que no era nada extraño.

- Paulina.
- Eh? No puede ser... Tú?
- Escúchame, no hagas nada que pueda ponerte en peligro. Estoy por el lugar. Nadie me ha visto - Dijo Frank en voz baja.
- Pero qué dices!? Estoy aquí a punto de morir y me vienes con esas!? - Chilló Paulina.
- Eres buena fingiendo conversaciones. Ya me di cuenta cuando hablaste con Nevan. Ahora a lo que vamos. Va a haber un disparo...
- Qué!?
- Tranquila! No te va a pasar nada si sigues lo que yo te digo. Solo te aviso de que voy a quitarle el arma a ese cabrón de un disparo. Tengo un rifle de francotirador conmigo. Sólo tengo que darle a la pistola y no ocurrirá nada.
- Que no!? Estás loco. Puedo morir ahora!! Eso no ayuda!

- La tía esta grita como ninguna. - Dijo el compinche.
- Sí. Se va a quedar afónica. A ver si espabilamos! No tenemos todo el día! Ya lo han encontrado? - Preguntó el pistolero.
- Sin pistas es difícil! Están en ello. Parece que está en esta ciudad.
- Eso ya lo sabíamos! Qué inutilidad...

- Pau - Dijo Frank -, debes agacharte rápidamente en cuanto el policía diga: "Lo hemos encontrado". Vale?
- No me lo puedo creer... No... Voy a...
- Hazlo! Sólo tienes que tirarte al suelo y todo habrá terminado! Venga. Yo sé que Paulina Gao es una persona fuerte. Seguro que tus padres estarán orgullosos de tí si sobrevives.
- (Padres?) ... Vale. Por lo menos... Me has calmado. Gracias. Muchas gracias. - Dijo Pau mientras colgaba.

- Menos mal. Se acabaron los chillidos. Ahora ni mu, eh? Que tienes una cabeza muy bonita para que se eche a perder. - Amenazó el pistolero.

Otra llamada anónima al policía.

- Está bien. Le explico el plan. En cuanto vea que alguno de los de allí mira su móvil, usted coge el megáfono y dice: "Lo hemos encontrado!". Entendido?
- Sí.
- Pues cuando eso ocurra, yo dispararé con el francotirador a la pistola. Se romperá la ventana, el hombre estará desarmado y la chica se agachará tal y como le he dicho. El resto es para ustedes. Si veo que van a intentar disparar a la chica de nuevo, no dudaré en matar a los captores.
- (Está loco. Dios... Qué nos espera... Que salga bien esta ridiculez de plan? Bueno. Mejor pongo hombres a los lados, que no se vean. En el caso de que se rompa la ventana, entramos sin dudarlo. Adelante.) ... Entendido...

Se acercaba el momento crítico. Frank envió un mensaje anónimo a los móviles de ambos delincuentes. El compinche miró el móvil y el policía, agarrando fuertemente con las dos manos el megáfono dijo: "Lo hemos encontrado!"

Un disparo. Una ventana rota, el arma se disparó y se oyeron gritos, pero principalmente se escuchó el de la misma Paulina. La policía entró en la confusión e inmovilizaron a ambos. Paulina cayó sobre sus rodillas al agacharse y se desmayó. Una operación extrañamente complicada se ha resuelto. Gracias a Frank Dogs.

Paulina despertó en el departamento de policía. Tenía que testificar, ya que había sido la rehén. Esos dos pertenecen a la organización que quiere desmantelar Frank, pero no va a poder interrogarlos. Ya están encarcelados. Paulina llamó con su móvil a Nevan desde la comisaría de policía y así es como ocurrió todo hasta el momento.

- Tengo que agradecerle esto a Frank de algún modo... Cómo lo hago? Mejor vuelvo a casa. Descansaré y ya después podré pensar... No puedo con mi alma...

Paulina acabó su día de locos. No quería volver a estar en una situación así. La impotencia es lo que más fastidia a Pau. Esa era su situación en el restaurante en el cual, acaba de perder su trabajo. Han cerrado. Paulina está en el paro. Otro golpe más para la agotada Paulina Gao. Nevan y los demás tienen que llegar cuanto antes.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Extra: La leyenda de las Perlas de Ender

Existen miles de leyendas. Hoy, vamos a intentar recordar una de ellas. Siempre es divertido y curioso al mismo tiempo escuchar historias que parecen mentira, pero que nunca sabremos si fueron verdad. Es una confusión que nos hace vivir esas leyendas.

Esta leyenda trata sobre un único hombre abandonado en una isla perdida. ¿Su nombre? Lo conocerás al final de este relato.

Ese hombre sentía el instinto de supervivencia como ningún otro. Exploraba los alrededores de la isla y, al terminar esa tarea, volvió hasta una palmera muy inclinada. Hacerla caer fue muy fácil. Y con la palmera ya rota, el hombre tenía madera suficiente para fabricar él mismo algunas herramientas.

Dicen todos que nunca intentó salir de aquella isla. Todos ellos desconocen la razón.

Tardó varios días en terminar los preparativos para explorar el interior de la isla. El fuego lo mantenía encendido lo máximo posible y había afilado una roca alargada, atada con cordel natural a un trozo de madera. Parecía un cuchillo, pero resultaba más grande. Casi como una espada.

La leyenda dice que su cara no era la de un hombre normal, sino la de un esqueleto. Pero no la de un esqueleto normal, sino un esqueleto chamuscado.

Con fuego, arma en mano y cocos suficientes, fue a explorar el interior de la isla. La vegetación era muy espesa y apenas se podía saber dónde se pisaba. Ese superviviente divisó en seguida una construcción. Piedras enterradas bajo la naturaleza. Pero apartándola un poco con su espada, pudo ver claramente la entrada a unas ruinas. Los escalones se basaban en agujeros donde apoyar los pies y las paredes estaban llenas de musgo. El interior estaba oscuro como boca de lobo.

Cuentan que fue en ese momento cuando escuchó un ruido. Entonces se detuvo e inmediatamente se agachó. Una flecha iba a impactar en el hombre si no llega a ser por ese acto imprevisto. El superviviente lanzó su antorcha escaleras abajo y vio lo que había disparado. Era un esqueleto viviente, portando un arco. Sus ojos vacíos no daban expresión alguna, pero ese arco y esas flechas hablaban por él. Con gran audacia, el hombre bajó las escaleras a toda velocidad y, bloqueando con su espada una flecha, derribó al esqueleto, que no volvió a mover un hueso. La antorcha seguía encendida, por suerte. Ahora, nuestra leyenda había conseguido un arco y flechas.

Seguía la oscuridad por los pasillos musgosos de las ruinas. Sin embargo, la curiosidad que invadía al aventurero le impedía pasar miedo. Iluminando todo a su paso con su antorcha, encontró una gran sala. No inspiró mucha confianza al hombre, así que caminó con cautela. Llegando al centro de aquel lugar, sintió una presencia detrás suya. Atacando con su antorcha, notó que algo había desaparecido. Entonces, volviendo a mirar hacia delante, se encontró a una criatura con forma humana, muy alta y con ojos brillantes, pero el cuerpo era totalmente negro.

Atacando con su espada, se dio cuenta de que no iba a conseguir golpearlo. El enemigo desaparecía entre las sombras en cuanto lo intentaba. Entonces comenzó a correr hacia delante, ignorando el resto de las ruinas, sólo le preocupaba su seguridad. Encontró una especie de lugar con techado bajo. Ese fue el escondite perfecto. En cuanto el enemigo se acercó allí, fue atravesado por la espada de nuestro hombre sin ser visto. Con un grito de agonía extraño, dejó caer un objeto brillante y se desvaneció la criatura. Aliviado, el superviviente agarró el objeto. Era una especie de perla color oscuro. No tuvo más tiempo para examinarla. Unos animales extraños comenzaban a revolotear por el lugar, haciendo ruidos molestos. La huida comenzó en cuanto una horda de artrópodos enormes comenzaron a seguir a nuestro hombre. Salían de debajo de las piedras. Apresurado, el superviviente corrió todo lo que pudo y se encontró la salida de las ruinas. Todos los bichos detrás, y algo muy extraño delante.

Una criatura sin brazos totalmente color verde detuvo al aventurero. La expresión de esa cosa era espantosa, pero no había tiempo. Los enemigos seguían multiplicándose saliendo de las piedras, como si no tuvieran fin, persiguiéndolo. Había que actuar rápido. Entonces la criatura verde comenzó a sonar como una mecha explosiva. El superviviente intentó lanzarle la perla al enemigo verde, pero falló el lanzamiento. Cerrando los ojos, se esperó lo peor.

Escuchó una explosión y un derrumbe cerca suya, pero cuando abrió los ojos, él estaba fuera. Entonces comprendió que esa perla tenía la habilidad de desvanecerse y aparecer, como aquella criatura negra. Aún un enemigo pudo atravesar el derrumbe, pero la espada de nuestro aventurero no tuvo piedad con ella y la rebanó en trozos. Tenía similitudes a un pez color gris, pero eso no importaba mucho ahora. Había salvado su vida. Un objeto desconocido.

Cuenta la leyenda que nunca se quitó su capa. Y que cuando salió de aquellas ruinas, grabó en ella una perla igual a la que le había salvado la vida. Ahora sí podemos decir quién fue este aventurero audaz. Su nombre se hizo conocer por:

"ElRich"

¿Por qué se cuenta la leyenda de ElRich? Porque aún quedan perlas de aquellas criaturas. Quien las obtiene, puede teletransportarse de un lugar a otro en un instante. Son legendarias. Las acabaron llamando: "Las Perlas de Ender"

¿Por qué de Ender? ElRich también descubrió, una vez siendo un gran superviviente, un lugar que ponía en inscripciones: "The End"

Cuentan que quien encuentre ese lugar y supere una prueba difícil, podrá encontrarse con ElRich y conocer de su sabiduría y experiencia.

(Espero que os haya gustado. Estaba viendo un poco de youtube y los vídeos de Minecraft de ElRichMC son bestiales. Me inspiraron muchísimo y tenía que descargar esa inspiración de alguna manera, así que decidí escribir esto. Si quieren ver sus vídeos, búsquen en youtube. Le dedica muchas horas al Minecraft pero eso es lo que le encanta, y a nosotros, quienes vemos los vídeos, también nos encanta. En mi opinión, aunque sea exagerado, la expresión "Like a pro" se queda corta. Mejor... "Like a ElRichMC".

Y si he conseguido que ElRichMC lea esto, me puedo dar por más que satisfecho. Un saludo de @Yormungandsnake !)

sábado, 6 de septiembre de 2014

Extra: Zerofrost cumple años!

- Oye, Zero. Por qué controlas tan bien la temperatura?
- Bueno, es lo que tiene ser un mago helado. Si no sé la temperatura, no puedo crear hielo, porque se derretiría.
- Ah... Y... Puedes improvisar algo de hielo aquí ahora?
- ...
- Si no quieres no pasa nada.
- No, no. Venga, vamos a enseñar un poco.

Zerofrost se preparó y se concentró. Moviendo suavemente sus manos, creó un pequeño pájaro de hielo. Lo lanzó al aire seguidamente y éste empezó a aletear, sin conseguir elevarse. Pero cuando cayó al suelo no se rompió, sino que se evaporó instantáneamente. Apenas dejó rastro de agua en el proceso.

Después de quedar alucinado el entrevistador con eso, Zero dió un pisotón en el suelo y levantó cinco pilares congelados alrededor suya. No tuvo otra idea improvisando que cortar los pilares en cuatro trozos sin siquiera tocarlos. Como por arte de magia, que era lo que estaba utilizando Zerofrost, todos esos pilares se derrumbaron en cuatro trozos cada uno. Dejaron una figura extraña, parecida a cinco estrellas de 4 puntas. De esas "estrellas" salieron rayos de hielo hacia el cielo hasta formar un círculo. De esa forma, quedó un área de hielo bastante grande. Zerofrost en medio del círculo y con algo de hielo formándose encima. Era un yunque. Un yunque enorme. Iba a caer encima del mago.

- Esperemos que Zerofrost sepa lo que haga. Si no, puede ser su última actuación. - Decía nervioso el entrevistador.

El yunque cayó encima del mago, pero lo que ocurrió fue que Zerofrost se metió dentro del yunque. Con el hielo transparente, se veía a un mago metido en un bloque de hielo gigantesco con forma de yunque. Para finalizar, explotó ese gran bloque y trozos de hielo salieron disparados en todas direcciones. Uno casi impacta en el entrevistador, pero se convirtió en agua nada más tocarlo. Así acabó ese yunque, como una fuente de agua.

- Increíble! Ha sido espléndido. Muchas gracias, Zerofrost, por esta actuación. Nos despedimos del programa! Hasta la próxima vez que nos veamos!

Como es el cumpleaños de nuestro mago, hay que hacerle un extra, verdad? Aquí está. Un pequeño regalito para Zerofrost.


MdL #5: Terradella

Llegaron a Terradella pasado el mediodía. Habían gastado ya una fortuna en trenes, pero el dinero no era problema para Edward, que cobraba pensión, o Zerofrost, que había acumulado bastante salario en su trabajo.

- Creo que ya entiendo por qué Bart se vino aquí a vivir... - Decía riendo Edward.
- Yo también lo sé - Continuó Zero.
- Esto... Yo no - Dijo Nevan.
- Ni yo. Por qué? - Preguntó Gerald.
- No lo veis? Este lugar está lleno de chicas guapas! Normal que haya elegido este sitio! - Contestó Edward.

Y estaba en lo cierto. Terradella es conocida como "La ciudad de las bellas y las artes". Todos lo confirmaron. También confirmaron que Bart Chill vivía por allí. Sólo tuvieron que preguntarle a una cualquiera. Al parecer, es famoso en el lugar. La que les indicó la dirección se extrañó de que no supieran sobre Bart.

Un barullo de féminas enfrente del chalet enorme de Bart. No había manera de pasar por todo ese gentío. De todos modos, había alguien que podía entrar en la casa de Bart saltándose a todas las presentes. Gerald Paul es un hombre-animal tras un experimento genético fallido. Así que, si él lo desea, puede saltar altísimo como un saltamontes o planear como un ave. Ese era el plan. Llegar a la parte trasera de la casa, la cual es inaccesible. Sólo tuvo que saltar y mirar con cuidado dónde iba a caer. Una vez allí, pudo llamar la atención de Bart golpeando la ventana. El personaje la abrió.

- Gerald!? Qué haces tú aquí? - Preguntaba sorprendido Bart.
- Te estamos esperando Edward, su hija y Zero. Puedes dejarnos entrar?
- Mira la que hay montada ahí fuera. Y ya tengo a 15 chicas repartidas por la casa. No cabe más gente! Si abro la puerta y se cuelan, destrozarán todo!
- Entonces cómo conseguimos entrar?
- He estado pensando sobre cómo reservar a todas las de fuera para después. Tú me vas a ayudar.
- Yo?
- Coge este megáfono y súbete al tejado.
- Para qué?
- Di que tienen que dejar pasar a... La hija de Edward. Es perfecto. Así no se sospecha nada. De paso entran los otros dos como escoltas.
- No lo veo, eh? Pero te voy a hacer caso de todas maneras. Tú eres el que me ha dicho que lo haga.
- Venga! Rápido!

Gerald subió de un salto y llamó la atención de todos. Aunque no estaba acostumbrado a hablar en público y le daba vergüenza, lo hizo muy bien.

- Todas! Tengo un mensaje de Bart Chill!

(Escándalo general tras escuchar el nombre)

- Va a dejar pasar a una más hoy!

(Murmullo general: "Venga, que sea yo...")

- Pero es una específica!

("Ya estamos con las enchufadas?")

- Se llama... Nevan! Nevan Yolag! Está por allí?

Más de una se intentó hacer pasar por Nevan con simplemente el nombre. Hubo hasta puñetazos entre la multitud.

- Pelirroja, Ojos oscuros, y... Lleva alas!!??

Gerald no se lo creía. Nevan había sacado a la luz sus alas de súcubo. Aunque nadie se creyó que eran verdaderas, sino de un disfraz. Fue ese gesto el que acabó distinguiendo a todas las posibles "Nevan" de la hija de Edward. Ellos tres se abrieron paso entre la gran masa de mujeres. Todas miraban mal a la que iba a entrar. Edward y Zero tenían que vigilar a cada una de las chicas para que ninguna saltara a agredir a Nevan. Nunca se sabe con estas fans. Pero no ocurrió nada. Simplemente entraron y cerraron la puerta a sus espaldas rápidamente. Alguna se llevó un portazo en la cara.

- Por fin dentro. Qué tensión. Todas tenían una cara peor que la de mi tía enfadada. Y nadie vio a mi tía enfadada, eh? Daba miedo de verdad. - Respiró aliviada Nevan.
- Guárdate las alas. Se han creído que eran de pega, pero ya... - Decía Edward.
- Hombre! Zero, Edward y sobre todo, la hija. Cómo te llamabas, guapísima? - Interrumpió Bart.
- Nevan.
- Ah! Cierto. Oye, y por qué no...
- No estamos aquí para entregarte a Nevan. Sino para que te vengas con nosotros a Nameless Island. - Interrumpió esta vez Edward.
- A dónde? - Preguntó Bart Chill.
- A la Isla Sin Nombre. - Tradujo Zerofrost.
- Ni en broma. Sabes cómo estoy viviendo aquí? Tengo tías 24 horas. No tengo que pedirles nada para que me envíen una foto suya. Es increíble! Todas me quieren! Es como un sueño!
- Podrás convencerlo, papá? No parece que quiera irse... - Preguntó Nevan.
- Claro! Es que va a ser muy fácil. Mira, Bart... Tú siempre has tenido un sueño, verdad? Y este no es exactamente. - Empezó Edward.
- Refréscame la memoria?
- Sólo te voy a decir un nombre y enseñarte una foto de mi móvil...

"Jessica Svarti"

- No jodas...
- Sí. Está allí. Parece que los exploradores encontraron un archivo de datos y estaba esta imagen.
- La gran Jessica... No. Ahí has trucado algo.
- Te lo juro. Si miento te doy a mi hija.
- No puede ser... En serio podría llegar hasta ella? No lo creo... Tío! Es muy difícil elegir! No sé si quedarme con cientos o ir a por una!
- Aquí el refrán está del revés. "Más vale pájaro en mano que cien volando..." - Intentó decir Zero.
- A tomar por culo. Voy a rescatarla. Cómo coño llegó allí? Cómo se nota que es única. Vamos a por ella. Si la salvo, igual podemos...
- Pero no era lesbiana? - Dijo Gerald, que había entrado por la ventana hace un rato.
- No lo va a ser en cuanto vea que yo la he salvado.
- Está bien. Pero ahora... Cómo salimos de aquí? - Preguntó Edward.
- Bueno. Habrá que notificar que Bart se va, no? - Dijo Gerald.
- Dejadme hablar a mí. Tenéis algo para bloquear a las tías de fuera? - Preguntó Bart.
- Yo puedo. Si no me ven, nadie sabrá por qué un muro invisible no las deja entrar. - Dijo Edward.

Edward obtuvo el poder de los Roa, que se suponían en obtener la inmortalidad, pero sólo se centraron en hacer al guerrero mágico perfecto. Edward tiene esos secretos y puede utilizarlos, aunque no todos, por culpa de la edad. Crear una muralla es algo fácil para él.

- Chicas!

(Revuelo general al escuchar a Bart)

- Tengo que abandonar Terradella un tiempo!

(Preguntas generales)

- Es posible que yo esté en peligro pero no temáis! Estaré ansioso por regresar y conoceros a todas. Pero esta misión es de vital importancia.

(Silencio. Tras ello, un coro de ánimos para Bart. Totalmente inesperado. Nadie se creería que aceptarían sin más esa excusa. Pero había funcionado. Tras un buen rato de ovación, por fin se retiraron todas y Bart pudo preparar su equipaje.)

Durante esa ovación, Nevan recibió una llamada. Era Paulina.

- Sí?
- Oye, Nevan... - Dijo Paulina.
- Se te escucha triste, Pau. Qué pasa?
- Ha ocurrido algo... Puedes venir, por favor?
- Lo intentaré! No será difícil convencer a mi padre si estás mal. Qué ha pasado?
- Te lo cuento aquí. Mejor. Gracias si vas a venir. Llámame, por favor.
- Te lo aseguro, Pau. Allí estaré.

Qué le habrá pasado a Paulina? En el siguiente episodio se verá, que este me ha sorprendido en longitud. Hasta la próxima!