PpA: Edgar Eagler y preparativos

- Mañana asaltaremos este sitio. Es enorme, no lo dudo, pero... tenemos buenos aliados de nuestro lado! Los ingenieros gnomos y los herreros enanos han fabricado estas máquinas de asedio, con lo que podremos atacar de frente. Todos listos?

Edward estaba hablando solo. Nadie tenía tiempo de preocuparse en su charla. Todos estaban haciendo sus propios preparativos y practicando un poco más sus habilidades. Aún así, los vehículos ya tenían dueño. Las máquinas de asedio iban a llevarlas Bart y Edward. Los demoledores iban a conducirlos Edgar, Julia, Lucas, Gerald, Ichratus y Zerofrost. Los vehículos ligeros los iban a controlar Nevan y Lin.

Las máquinas de asedio eran grandes armatostes destinados a derribar muros como un ariete. Pueden aplastar a cualquier cosa que se ponga delante de ellos. Los demoledores son más importantes. Lanzan rocas incandescentes a distancia, con lo que tienen gran poder destructivo. Los vehículos ligeros tienen gran velocidad comparada con la de los otros. Son una especie de motocicletas utilizadas para distraer a cualquier defensor que encuentren en la entrada.

Cayó la noche y ya estaba casi todo preparado. Los 10 que iban a asediar hicieron una fogata no muy lejos de aquella fortaleza.

- Bueno, ahora qué? - Preguntó Lucas.
- Podemos contar historias de miedo! - Propuso Lin.
- Eso estaría bien para los jóvenes - Contestó Edward - Así que creo que lo mejor es contar nuestras experiencias.
- Y quién va a empezar? - Dijo Bart.
- Podemos empezar por Edgar. - Dijo Julia, con una sonrisa.
- Eh? Bueno, está bien. (Julia, por qué?)

"Yo soy Edgar Eagler. Mecánico de profesión y novio de Julia Haki. Yo vivía en las afueras de la ciudad trabajando en mi taller, pero un día, dos enmascarados vinieron a toda prisa con unos sacos y los tiraron en mi negocio. La policía creyó que yo tenía algo que ver con ellos, así que no me quedó más remedio que salir de allí con Julia, que había venido a visitarme aquel día, porque ella salía antes del centro. Corrimos y nos escabullimos por todas partes. Tuvimos suerte, pues la policía nos perdió la pista antes de lo que nosotros esperábamos. La pobre Julia estaba casi llorando. Estábamos muy cansados, pero vimos un carro que salía de la ciudad. Era el carro de Edward. Subimos allí y le amenacé con dispararle con uno de mis aparatos, la autoballesta. Él no puso resistencia y nos subió. Un guardia paró el carro unos momentos después e interrogó a Edward. Sorprendentemente, este comerciante sabía nuestros nombres y nos salvó de cualquier peligro. Eso es lo que puedo contar hasta ahora, que estoy en una fogata preparándome para asaltar una fortaleza porque no tenemos algún sitio donde vivir. Creo que aceptamos este viaje porque Julia y yo queremos buscar aventura. Y esto es una aventura fascinante."

Lin estaba impresionada con la historia, Edward ya la conocía y miraba hacia el cielo, Ichratus no estaba haciendo caso alguno, Julia recordaba con nostalgia sus momentos en la ciudad, Lucas escuchaba indiferente, al igual que Gerald y Bart, Zerofrost no dijo nada y se alejó del fuego en cuanto acabó la historia y Nevan se levantó y dijo:

- Creo que tendríamos que hacer esto más a menudo. Conocernos mejor es algo que no podemos dejar pasar por alto.

Y se metieron en sus sacos para dormir. El día siguiente iba a ser duro. Allá vamos, Ulduar!