PpA: Entrenamiento de Julia

Somos 9, pero... Julia? Qué puede hacer? Hasta ahora parecía una mujer normal. Edward tuvo que entrenarla sin que ella se diera cuenta siquiera.

- Oye, Julia-Chan... casi no te conozco, así que... por qué no me cuentas algo sobre ti?
- Edward - Contestó Edgar - ,qué intentas?
- Un segundo. Por qué siempre me estás llamando Julia-Chan?
- Porque no me has dicho tu segundo nombre.
- Llámame Julia, a secas.
- Es que... suena extraño.
- Cómo que suena extraño? Es un nombre!
- Pero tú misma me recuerdas a alguien.
- Sólo por eso?
- Me recuerdas a Zie Chan Haki.
- Eeh?

Julia reconoció ese nombre. No pudo ocultar su cara de sorpresa. Edgar ya sabía del tema, con lo que se despidió para dejar hablar a Julia con Edward.

- Lo sabía, Julia-Chan. O debería decir... Julia Haki?
- Pero... cómo conoces a mi madre? Es imposible! Se fue de viaje hacia un lugar remoto! Solo tengo sus cartas!
- Quizás esto debería ser para ti.

Edward sacó de un álbum, que siempre lleva consigo, una foto de Zie Chan Haki.

- Esta... es... mi madre?
- Exacto. Ella fue una de nuestro grupo. Los Truenos del Sur. Qué tiempos aquellos, ja, ja...
- Qué gran casualidad...
- "Las manos salvadoras", ese era su apodo.
- Eh? Por qué?
- Porque sólo tenía que hacer un gesto, así...

Edward agarró los brazos de Julia y los agitó de una forma extraña. Lo que ocurrió fue algo increíble para ella. Una especie de piedra apareció entre sus manos y cayó al suelo. Era de un color verdoso y brillaba a veces.

- Cómo...? Magia?
- Lo sabía. La hija de Zie Chan tiene sus mismos poderes. Por eso conté contigo y con Edgar para esto.
- Increíble...

La prueba para Julia estaba llegando. Un mago apareció por aquellas tierras. Estaba herido por quemaduras.

- Zero! Qué ha ocurrido?
- ...

No podía ni hablar. Cayó al suelo y dejó caer su bastón. Edward y Julia se apresuraron para socorrer al herido. No tuvieron grandes problemas, pues Julia, en cuanto acercó sus manos para inspeccionar, las quemaduras desaparecieron.

- Eh? Qué?
- Julia. Este es tu poder, el que has heredado de tu madre.

Zerofrost se levantó sin dificultad. Saludó a Edward y conoció a Julia. También fue a conocer al resto de compañeros.

- Zero, podrías venir con nosotros a ayudar a Ichratus?
- Y eso?
- Vamos a tener que ir 10 personas a Ulduar. Nos acompañas? Solo nos falta uno.
- Pues claro, Edward! Será buen sitio para entrenar mis habilidades! Después de caer en la Península del Fuego, no tengo otra cosa que hacer.
- Decidido! Ya estamos todos! Nos prepararemos para entrar mañana y el día después, comenzaremos con el asedio de Ulduar!

(Repasemos, Bart va a defendernos, Julia va a sanar a nuestro equipo, todos los demás se dedicarán al daño. Qué más se puede pedir?)