TdC: Una visita por sorpresa.

Hoy va a ser un día raro...
- Por qué dices eso?
- Porque esa mujer que viene de visita tiene los mismos ojos que Irelia.
- Sí?

Y, como bien nos cuenta nuestro amigo Edward a su hija, la misteriosa que venía de visita era nada más y nada menos que la hermana mayor de Irelia. Veamos en este episodio intermedio qué ocurrió.

- Irelia? Vaya! Cuánto has crecido!
- Eh? Ho-Hola! Qué tal, cuánto tiempo...
- Vine a ver qué tal te va. Mamá está preocupada.
- Pues... Aquí me va perfectamente.
- Ay, hermanita... yo te conozco mejor que nadie. A tí te pasa algo.
- Qué? No... a mí no me pasa nada.

- Hola? Se puede?
- E-Edward? (Y este qué hace aquí en el momento más oportuno?) Edward! Cariño!
- (Qué? Esta se ha vuelto loca o algo?)
- Ah, hermanita. Ya sabía yo que te guardabas algo. Así que este es tu novio, verdad?
- Ejem...(Ya veo...) Sí. Edward Yolag, encantado de conocerla.
- (Gracias, Edward! Por los pelos...)
- Bien, a lo que venía. Tenía que contarte lo que... sí esto...
- Ah bueno. Pues lo siento, hermana. Creo que nos tenemos que ir.
- Ah, vale... pero, quién es esa que está en la puerta con cara de pocos amigos?
- Eh?
- Ire, qué haces? - Interrogó Syndra.
- Eh, ah... Je, je...
- Anda Irelia, díselo. Para qué te vas a complicar más si ya te han descubierto? - Apuntó Edward por fin.
- ...
- Hermanita? Qué me he perdido?
- Que... Que...

Pero una imagen vale más que mil palabras. Irelia besó a Syndra delante de su hermana y Edward.

- Creo que ya tienes algo que contar, verdad? Hermana mayor de Irelia?
- ... Sí. Que mi hermana ha crecido por fin.
- Pues, con su permiso, me retiro de la habitación. Debería usted hacer lo mismo. Deja que se queden ellas aquí.
- Adiós, hermana - dijo Irelia de forma apurada.
- Adiós. Mí hermanita...

Un rato más tarde...

- Por qué ayudaste a Irelia a ocultar lo suyo?
- Tú eres de Happoon, verdad?
- Sí. Por qué lo dices?
- Por tus ojos. Clavados a los de Irelia y a los de una amiga de mi hija. Además, tu manera de comportamiento es típica de la educación Happoonesa.
- Eh. Cómo puedes haber analizado todo eso sobre mí sin conocerme?
- Porque la he visto en uno de mis viajes comerciales. Eres famosa, o algo así.
- He sido cantante. Vaya, sí que tienes tus años.
- Y los llevo perfectamente. Bueno, debo volver al trabajo. Un placer conocerla.
- Lo mismo digo. Hasta otra, entonces.

(Muy bien. Ahora me sacas algún capítulo decente?)
No. Tengo mucho sueño. Adiós.