TdC: Rias Fortune, mujer de las nieves.

- Miss Fortune! Qué tal tu viaje?
- Agotador, Leona. Agotador...
- Ahora, a lo que venía. He encontrado el diario de un antepasado mío. En él aparece el nombre de Rias Fortune. Como tú tienes ese apellido, quizás puedas saber quién es.
- Pues... creo que tengo algo por aquí con ese nombre. Quizás esa estatua blanca que encontramos en uno de los viajes y que al final no tiré a la basura por si alguien lo quería.

Debajo, en el pie de la estatuilla estaba grabado el nombre de Rias Fortune. Sin embargo, con esto no podemos saber nada más sobre el tema. Tocaron a la puerta de la habitación de Miss Fortune.

- MF! Sabes dónde se ha metido Lin? No la encuentro por ninguna parte!

Y abrió la puerta.

- La has visto?
- No. Y tú has visto esta estatua en algún sitio?
- !!

Edward sí la conocía. Leona y MF arrastraron a Edward dentro de la habitación y lo interrogaron.

- No hace falta tanto para que os cuente lo que sé de esto. Rias Fortune, verdad? La mujer de nieve...
- Mujer de nieve?
- Sí. En un poblado que existía en un lugar muy frío, había una leyenda sobre la mujer de nieve. Los días 8, 16 y 24 de cada mes no se autorizaba salir del pueblo. Si alguien lo hacía, no volvía nunca. Algún que otro pueblerino dicen que vieron a una mujer vestida de ropa totalmente blanca rondando por los alrededores del pueblo.
- Pero cómo va a ser una leyenda mi antepasado? No digas tonterías.
- Sabes qué? Un día hace quince años, encontraron un poblado antiguo en una excavación. Yo estuve allí y encontré esto.
- Qué es eso? Parece un trozo de trapo blanco.
- No lo he utilizado más de una vez, pero... ante todo, no me miréis a la cara.

Edward se puso de espaldas a las dos y agitó el trapo con un gesto de la mano. Edward había cambiado su vestimenta en una fracción de segundo. Pero su pelo ahora era largo. Tenía cuerpo de mujer. Este efecto duró unos segundos. Edward Yolag reapareció enfrente de las dos campeonas, que estaban confusas. Bueno, Miss Fortune estaba algo más que confusa.

- Es... Es... Es... Se parece a mi madre!
- Por supuesto, Miss Fortune. Tu madre era una de las llamadas "hechiceras de entorno". Podían utilizar la naturaleza como a ellas les pareciera. Sin embargo, como en esta época no se aceptaba la magia, si Rias aparecía en el pueblo y se descubrían sus poderes, la matarían.
- Bueno, todo eso tiene sentido, pero... por qué en el diario de Sarah Solari aparecía su nombre? Cuándo se conocieron?
- Ryze ya lo sabe. Abre la puerta, por favor.

Y se volvió a abrir la puerta.

- He estado investigando, y lo que has dicho tiene todo su sentido, señor Edward.
- (Ha estado escuchando desde la puerta?)
- Gracias, Ryze. Comienza.
- Bien. Resulta que hubo un acontecimiento en el período de tiempo de Sarah Solari. La batalla de los once. El ejército del rey fue emboscado y sólo quedaron once soldados en el campo de batalla. Estos soldados acabaron con los 1000 hombres. Cien cada uno salvo uno de ellos, que no asesinó a nadie. He buscado los nombres de estos héroes. Eran: Sarah Solari(Espada Relámpago), Roni Hatake(El Puño del Aire), Yor Tou(El espadachín de sangre), Jerray (El Flecha destructora), Leward Erneys (El filo de la sombra), Jun Lee(La Megapatada), Jack Powers(El círculo de fuego), Darud(El terremoto), Wendy La(La bruja), Kirin Bae(El bastón de batalla) y la que no asesinó a nadie, que fue Rias Fortune(La mujer intocable)
- Guau... once contra mil... increíble.
- Es cierto, parece increíble, pero a mi parecer, tiene sentido. Bueno, yo me marcho ya. Voy a preparar un área de entrenamiento para los campeones. Tenéis que prepararos antes de que comience, verdad?
- Gracias a los tres. Ahora ya sé algo más sobre mi familia. Edward, podré ir con Leona a ese sitio, verdad? Tengo ganas de empezar a practicar mi puntería, a pesar de que yo nunca fallo, ja,ja,ja...

Y así estaba relacionada la historia de Sarah Solari con la de Rias Fortune. Edward va a hacer una zona de entrenamiento bastante buena. Quizás grabemos algún entrenamiento para ponerlos por aquí, así que habrá que estar atento. Hasta entonces... Suerte con vuestro entrenamiento!

(Por qué no pudo mirar a la cara Edward a las dos campeonas cuando cambió de forma? Misterios que solo sabrán mis conocidos más cercanos.)