miércoles, 25 de diciembre de 2013

TdC: La furia del desierto


- Pero qué...?
- Algo está cayendo! A la pirámide!

Efectivamente, Lucas Tefd había acabado en la pirámide, en medio de aquella tormenta de arena. Los atrapados allí; que eran Lin, Rammus, Ezreal y Teemo, junto a la estatua de Cassiopeia; Habían encontrado a Tefd porque rompió una parte del techo de la pirámide.

- Y este cómo ha llegado aquí?
- Au... Pero cómo me han podido lanzar tan lejos...?
- Quién eres? - Preguntó Lin.
- Y tú? Yo soy Tefd.
- Tefd? Yo soy Lin. Este es Ezreal, Teemo, Rammus, y esta estatuilla es Cassiopeia.
- Sí, sí, muy interesante y todo eso, pero... qué hacemos?
- Pues hasta que no se acabe esta tormenta...

Tefd se levantó y salió fuera. El viento era muy fuerte, Lucas allí clavado y los demás mirando desde dentro. Tefd sacó la vara extraña azul oscura y comenzó a girarla rápidamente. Las nubes comenzaron a juntarse y la tormenta de arena acabó por diseminarse debido a la lluvia.

- Pero... esto qué es? - Lin estaba sorprendida.
- Ese tipo ha hecho llover en el desierto? - Se preguntaba Ezreal.
- Hala, ya podemos volver.
- Pero... Bueno, no voy a preguntar cómo lo has hecho. - Dijo Lin.
- Y ahora el desierto es más peligroso, verdad, Ezreal? - Comentó Teemo, temblando un poco.
- Es verdad! En estos tiempos, como hemos estado encerrados allí, ha comenzado el desierto de calmas. Las criaturas enormes del desierto salen de sus escondrijos... podemos vernos en apuros. - Contó Ezreal.
- Eso no nos va a impedir llegar. Vamos! - Gritó Tefd dando ánimos al grupo.
- Seguro que no pasará nada?
- Nah. Vamos todos, sí?
- OK. - Contestó Rammus inmediatamente.

Caminaban por el desierto sin pasar mucha sed, puesto que con Tefd tenían agua de lluvia de sobra. Pero el primer obstáculo se interpuso. Quién iba a decir que no habría escorpiones gigantes en los desiertos?

- Escorpión? No hay problema.
- Pero si es venenoso, señor Tefd!

Lucas agarró un gran tirachinas y lanzó un proyectil hacia el escorpión. El proyectil explotó y Teemo se cayó de espaldas por la onda expansiva.

- Gu... Guau...

No quedó ni rastro del bicho. Lo único restante fue un poco de arena carbonizada, pero nada más. Continuaron su avance, que no podría ser lo mismo sin interrupciones de criaturas enormes. Esta vez, una especie de abejorro enorme.

- Eso es un Yuraba! - Informó Ezreal - Tiene una fuerza monstruosa en sus patas!
- Y eso no me interesa!

Tefd cogió un poco de arena y la tiró al suelo. El Yuraba se dirigía hacia Lucas, pero...

- Crocodile Sand! Sables!

La arena se levantó por sí sola y cortó en trozos al insecto.

- Desde cuándo la arena corta? Esto no es normal! - Decía Lin.
- Y si seguimos adelante, no tendremos más problemas, vamos?

La última interrupción fue casi al final del desierto. Un gran monstruo de enorme cola y garras largas y afiladas apareció de un salto delante del grupo. Todos salieron disparados y se dispersaron. Todos, menos Rammus.

- Sabes que... los monstruos como tú no pueden con una abuela?

El monstruo enloqueció y comenzó a atacar a Rammus sin parar. Qué se le venía encima? Una andanada certera de Ezreal, un dardo cegador de Teemo y una patada aérea de Lin. El gran enemigo cayó al suelo. Solo faltaba una cosa por hacer. Lucas saltó altísimo, solo se le veía la sombra. De pronto, la sombra se hizo más grande. Los brazos de Tefd habían aumentado de tamaño. Y eso estaba a punto de caer sobre el monstruo.

- Doble bazuca colosal!!

Y los dos puños cayeron con una fuerza descomunal sobre el enemigo, que quedó fuera de combate.

Qué cansancio, verdad? Ya solo os queda cruzar la jungla y el bosque, que no tiene tantos peligros. Veremos qué ocurrirá.

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