sábado, 1 de marzo de 2014

PpA: Thorim, titán eléctrico

Volvieron a la sala circular y entraron en el siguiente pasillo. Delante de ellos se encontraba una especie de coliseo semiderruido. Montones de criaturas férreas saltaron a la arena. Bart no podía contener a todos los enemigos, así que todo el grupo cambió de estrategia. Ichratus lanzó un hechizo que consistía en un círculo de grandes dimensiones para ralentizar a los enemigos. Zerofrost comenzó a invocar una tormenta de hielo dentro de aquel círculo. Durante este tiempo, Lin, Edgar y Lucas estaban intentando abrirse paso por el interior de la estructura. En el palco del coliseo había un titán con un gran martillo y una mujer bastante alta, pero no era una titán. Los esbirros de la arena estaban más o menos controlados, y los de los interiores caían como moscas. Lin con patadas circulares y palmeos, Edgar con su recién cargado lanzallamas y Lucas a base de puños potentes.

Los del interior lo tenían fácil, pero los de la arena no tanto. El titán levantó su martillo y comenzó a lanzar rayos desde él. Estas descargas se encadenaban entre los miembros del grupo y aumentaban su intensidad. En unos momentos, no podían aguantar tales descargas y comenzaron a separarse entre ellos para poder seguir luchando. Julia acababa de darse cuenta de un problema. No podía sanar a todos sus aliados a la vez. Tenía que estar distribuyendo su concentración para apuntar a todos los del grupo en la arena. Él problema comenzó cuando uno de los enemigos atacó a Julia con un arco. La flecha quedó clavada en el hombro derecho. Julia gritó.

- Julia? Mierda! He vuelto a dejarla sola! - Escuchó Edgar, que volvía a todo correr hacia la arena.

Lin y Lucas se quedaron solos contra la última parte del pasillo para llegar al palco. Afortunadamente, no había nadie. El portón que daba lugar al palco se abrió antes de que llegaran. La mujer alta estaba saliendo del palco.

- Ajá. Habéis llegado hasta aquí.
- Sí. Ahora déjanos pasar. Necesitamos hablar con Thorim.
- Lo siento, pero mi esposo está reunido. Si queréis hablar con él, tendréis que...

Lucas lanzó una bola explosiva hacia la mujer. Esta desapareció tras el humo. Lucas no sabía qué había ocurrido, pero ambos entraron en el palco.
Edgar llegó hasta Julia. Edward ya estaba auxiliándola, pero en cuanto vio a Edgar se apartó para dejársela a él.

- Julia! Qué hago con esto...?
- Edgar... Sácala, rápido.

El mecánico hizo como le pidió su mujer, aunque con cierto recelo. La sangre empezaba a brotar de la herida. Las flechas de aquellos soldados estaban hechas de forma extraña, como con púas. Sin embargo, Julia se levantó y corrió hacia el centro, aún herida. Chilló y una onda salió desde Julia hasta rodear toda la arena. Todos los esbirros cayeron derrotados y los aliados estaban llenos de energía. Julia empezó a levitar tras este hechizo.

- Ju-Julia? - Pronunciaba patidifuso Edgar.
- Qué magia más extraña... - Dijo Edward.

Thorim observó desde el palco y, notando que tenía enemigos a su espalda, lanzó su martillo en la arena, provocando una onda expansiva bastante fuerte. Lucas y Lin bajaron del palco de un salto. Bart comenzó a tanquear al titán y todos los demás atacaron como podían. Salvo Julia, que sanaba en su nueva forma.

Se tomaron todo el tiempo del mundo. Los ataques del gigante no eran nada comparados con los escudos mágicos y las sanaciones de la chica. Había entrado en trance. Tras unos buenos 7 minutos de ataques, el titán cayó. Cómo? De la forma más inesperada posible. Julia, la sanadora, dio el último golpe con una cadena blanca que salió de su mano. Cuando tiró de ella, el gigante quedó sin energía. Julia cayó al suelo junto con el jefe. Pero ella estaba agotada.

Cuando despertó, no recordaba más allá de la flecha que tenía en el hombro.

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