sábado, 15 de marzo de 2014

PpA: Mimiron, gnomoloco ingeniero

Cuarto pasillo. Este no tenía nada en especial. Tan solo que acababa en una sala circular un poco extraña llena de maquinaria. Un gran botón rojo con letras grandes ponía: "NO TOCAR". Esto en principio fue respetado por los miembros de la banda hasta que un gran tanque muy parecido al Leviatán de Llamas. El ruido que hizo el gran portón metálico sobresaltó a Lin, que pulsó el gran botón sin querer con la espalda. Una voz robótica se escuchó por megafonía.

- "BOTÓN DE AUTODESTRUCCIÓN ACTIVADO. ESTA SALA SE AUTODESTRUIRÁ EN 10 MINUTOS."
- Cómoooooo?? - Exclamó Lin.
- Pero qué hacéis insensatos! No veis que pone no tocar!? Por qué tocáis! - Regañó el gnomo metálico que salió de la escotilla del tanque.
- No hay tiempo! Destrozad esa cosa! - Ordenó Edgar.

Comenzó el combate inesperadamente. Bart tuvo que hacer auténticos malabarismos para conseguir que el tanque le siguiera. Este Leviatán tenía una mejor configuración que el anterior. Y también mayor tecnología. Una onda de choque paralizaba a los que había delante de la gran máquina, así que había que procurar moverla por la sala. Dos minutos y medio pasaron hasta que Mimiron, el gnomo metálico giró el volante y salió propulsado hacia arriba. El suelo dio la vuelta y aparecieron dos brazos metálicos dorados con muchos cañones en ambas puntas. Estos empezaron a disparar indiscriminadamente sin siquiera apuntar, siempre hacia delante y girando por la sala. El grupo tenía que buscarse la vida para evitar los proyectiles, ya fuera por el aire, por los suelos o con barreras, en el caso de Zerofrost, que invocaba hielo para detener los proyectiles. Con estos problemas, ya llevaban seis minutos y medio. El suelo volvió a rotar y Mimiron salió disparado hacia arriba y se subió en un vehículo volador. Parecía inofensivo, pero las bombas y minas que lanzaba el gnomo no lo eran. Sin embargo, Ichratus pudo detener las hélices del aparato con un rayo demoníaco. En este punto quedaban dos minutos. Las tres partes que habían golpeado por separado ahora se habían unido, creando un robot gigante fusionando los tres anteriores. Dos minutos para destrozar esa cosa. Había que darse prisa, si no, acabarían todos destrozados por la explosión que iba a producirse en la sala.

- Dejádmelo a mí! - Gritó Edgar.

El mecánico se dirigió rápidamente hacia la máquina. Quedaba un minuto y medio. Edgar pudo poner la bomba en la espalda del cuerpo del robot, pero la bomba tardaría mas de cinco minutos en estallar. Alguien se tenía que sacrificar para destrozar el temporizador y destrozar la bomba para que explotase antes. Edgar no iba a ser aquel suicida, porque fue directo a proteger a Julia. Entonces, solo quedaba un minuto. El robot no parecía sufrir daños graves y no quedaba tiempo. Entonces, Edward sacó una pistola de nueve milímetros y apuntó a Lucas.

- Qué haces, loco? - Chillaba Nevan.

Edward disparó y Lucas desenvainó su espada rápidamente desviando la bala, que rebotó en la pared e impactó justo en la bomba. La explosión tiró a Mimiron fuera de su armatoste y pulsó sin querer el botón de cancelar el temporizador. Cuánto tiempo quedó al final? 10,34 segundos.

- Qué? Tú eres el mejor ingeniero del mundo? Pues has desaprovechado tu talento haciendo esto. Tiene muchos fallos. Más te vale mejorar, o este mecánico cutre te va a dar una paliza. - Indicó Bart a Mimiron, que estaba inconsciente en el suelo, mientras señalaba a Edgar.

Este era el último vigía. Ahora solo quedan dos enemigos. Uno antes de Yogg-Saron. Serán capaces de continuar? Queda lo más difícil. La recta final de Ulduar está a punto de comenzar! Pero vamos a tomarnos un descanso, que tras esta tensión de batalla nuestro grupo no puede con su alma. Hasta la proxima! Ya queda poco! Aguante!

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