sábado, 2 de agosto de 2014

WBG: Finale: Todos en el palacio de Lin

- Qué visita tan inesperada... El viejo Edward, Lucas y una chica más que no conozco... Interesante. - Dijo la que estaba sentada en el trono.
- Emperatriz! Nos han enviado desde España para tener una charla con usted! - Dijo Paulina con mucho respeto.
- Ah, con que quieren hablar... Pues muy bien, dejaré que mis guardianes hablen con ustedes.
- Lin? Por qué...? - Intentó decir Edward.
- Parece que no tenemos opción. Hay que derrotarlos! - Dijo convencido Lucas.

Una voz se escuchó en la entrada de la sala.

- Parece que hemos llegado antes de la batalla, verdad?
- Sí. Y aquí ninguno quiere luchar, verdad?
- Bien dicho!

Eran Mizore, Zero y Hatsu. Todos quedaron inmóviles, nadie sabía qué hacer en esa situación.

- Acaso los guardianes no os pudieron atrapar? - Preguntó Lin.
- Si los guardianes eran esos que llevaban redes, entonces es posible. - Contestó Mizore.
- Muy bien. Entonces yo mismo tendré que eliminaros a todos. - Dijo Lin
- Tú mismo? Sabía que no eras Lin! Quién eres? - Preguntó Edward.
- Te equivocas. Yo soy Lin. La que no es Lin es la que tú conociste!

Lin desapareció en un instante y atacó con un sablazo a Edward en el costado. El viejo sacó una carta, pero no la usó. Prefirió reservarla.

- Cómo te atreves!? - Gritó Paulina.

El japonés volvió a esfumarse e intentó dañar a Paulina, pero Rudra fue más rápido y bloqueó el ataque cayéndose de la mano izquierda de Pau. La espada de Paulina acabó clavada en el techo.

Lucas no se lo pensó y atacó primero al ágil enemigo. Ningún ataque de los dos dio en el blanco. Todos fueron bloqueados o parados por las espadas. Una gran batalla de espadachines.

Fue durante esa danza de estocadas que Mizore y Zero combinaron poder. Una gran onda de frío atravesó toda la habitación, dejando a los combatientes con una movilidad muy reducida y ambos se retiraron.

Edward seguía herido, Paulina paralizada, Lucas y Lin congelados... Definitivamente habían parado el tiempo.

- Sabes? Creo que ahora podemos limpiar esta sala. - Dijo Zero.
- Ja! Eso incluiría a todos vuestros compañeros! - Habló Lin.
- Pero eso nos da lo mismo, verdad? - Preguntó Mizore a sus aliados en la sala.

Edward miró hacia atrás y contestó con una sonrisa. Paulina miró hacia los magos de hielo y asintió agarrando firmemente a Agni. Lucas no tenía que decir nada. Estaba riéndose de la apariencia de Lin. Un hombre con cuerpo de mujer.

- Bueno, allá vamos.
- Explosión glacial!! - Gritaron ambos magos.

Se formó un gran revuelo. Todo el hielo parecía explosionar como si fueran bombas por toda la sala.

Afortunadamente, todos los aliados se salvaron.

Edward utilizó su carta: Intervención. "Previene todo el daño recibido durante 3 segundos"

Paulina eliminó el hielo que la atrapaba con el fuego de Agni, su espada derecha. Por lo tanto, no recibió explosiones.

Lucas no hizo nada por evitar la explosión. Simplemente aguantó el daño porque él mismo sabía que no saldría tan perjudicado como Lin.

Lin estaba tirado en el suelo. Zero y Mizore lo miraron y dijeron:

- Aquí tienes tu merecido.

Hatsu comenzó a cantar alegremente. Entonces Lin se intentaba tapar los oídos, pero no lo conseguía.

- No! Hatsune no! Todo menos eso! Maldit...

Lin quedó inconsciente. Edward consiguió sanar sus heridas con una de sus siguientes cartas y se acercó a ella.

- Ahora nos dirá su verdadero nombre y qué ocurrió con Lin. - Dijo Edward.

Tras una breve pausa, Lin, o la nueva Lin, despertó.

- Oye, dónde estoy? Edward?
- Esta sí que es Lin! - Exclamó Lucas.
- No... Yo no soy Lin. Lin es mi hermano... Me pregunto qué habrá pasado con él si yo estoy aquí...
- Lin era tu hermano... - Musitó pensativo Edward.
- Yo soy... Lan. Encantada. Pero tengo sueño...

En efecto. Lin era el hermano de Lan, que era la chica. Pero por la envidia de su hermano, que no podía vencer a su hermana en una pelea, el alma de Lin poseyó su cuerpo una vez que el suyo murió. Ella no recordaba su nombre durante ese tiempo, así que usó el de su hermano porque era el que ella recordaba.

- Qué extraña historia... Cómo conseguiría hacer eso? - Preguntó Lucas.
- No lo sé, pero lo que sabemos es que los japoneses no tienen nada contra Europa ni contra nadie, porque todo lo que tenía su hermano, ella lo acaba de heredar. - Dijo Edward en conclusión.
- Es cierto... Ahora tengo mucho que hacer... Pero... Gracias. - Dijo Lan mientras se levantaba.
- Nosotros entonces deberíamos volver. - Concluyó Paulina - Cuanto antes lleguemos, antes podremos descansar de todo esto.
- Pero, cómo vamos a volver? - Preguntó Edward.
- Pues con la misma carta que nos dio el Rey Simón. - Contestó Paulina - Aún la conservo. Si la tocamos todos podremos volver a España.
- Zero... - Dijo preocupada Mizore, cosa poco común en ella.
- Yo no me quiero ir. - Protestó el mago.

Edward, con una mueca sonriente supo que no debía meterse entre esos dos. Simplemente se apresuró a agarrar el sobre y ser teletransportado junto a Pau y Lucas. Zero se quedó con Mizore, Lan y Hatsune.

Qué pasó después? En el epílogo estará todo. No se olviden de leerlo! Es como la continuación de este capítulo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario