- Lucas, tú cómo sabes tanto sobre barcos? - Preguntó Zero.
- Estuve tripulando uno hace tiempo. Aprendí todo lo que necesito para mover un barco.
- Espero que no acabemos hundiéndonos. - Decía Paulina, que todavía no se fiaba mucho de Lucas.
- Cállate, a ver si te voy a tirar por el tablón sin querer.
- Edward! Qué estás haciendo?
- Estoy haciendo cartas! Ahora no puedo!
- Cartas de navegación? Sabes hacerlas?
- No son cartas de navegación! Son cartas de juego! - Contestaba Edward desde la habitación.
- Ah... vale...
- El mago, el viejo chalado y el marinero gilipollas... Vaya equipo tengo... - Pensaba Paulina.
- Pues tan chalado no estaré. Estoy entrenando mientras subo de nivel mi profesión de inscripción. - Dijo Edward.
- Otra vez leyéndome el pensamiento? Cómo lo haces?
- "Se puede fingir todo lo que quieras, pero una mirada siempre lo confesará todo." Eso lo dijo uno de mis instructores. Nunca tuvo más razón.
- Otra vez con las miradas. Yo no me lo creo. Ya no puedo ni pensar en privado.
- Ja, ja... Relájate. Disfruta del sol. Todavía quedan unos cuantos días para llegar a Egipto. Dónde pararemos, Lucas?
- Creo que vamos a parar en Suez. - Contestó Lucas - Utilizaremos el canal de Suez para entrar al Mar Rojo y llegar por el Índico a la India. Desde allí, viajaremos por tierra atravesando China hasta Shanghai. Desde allí, llegaremos a Japón.
- Bueno, me consuela que por lo menos sabemos la ruta más corta. - Suspiraba Paulina.
- Que te consuela? Tú lo que quieres es que yo te consuele. - Dijo Lucas riendo.
- Buscas la mínima para cambiarlo todo de contexto. Ya no te hago caso. Voy a tomar el sol. Avisadme en una hora y media. - Sentenció la muchacha.
...
- Me pregunto dónde estará Lin ahora mismo. - Pensaba Edward en voz alta.
- Lin? Y esa quién es?
- Una chica que nos acompañaba antes de entrar en este juego. Sabía mucho de artes marciales.
- Ah. Vale...
- Voy a seguir haciendo cartas. Zero! Deja de mirar a Pau, que se te van a gastar los ojos!
- No la estoy mirando!
- Ja, mentiroso. Qué le voy a hacer. Este barco está lleno de pervertidos. - Terminó Paulina.
Y con el clima soleado que caracterizaba el Mar Mediterráneo, un viaje en barco y un misterio sobre Lin, que no ha aparecido por ningún sitio, terminamos este capítulo que rellena un poco y me aclara las ideas. Si tengo estos pequeños detalles, se me pueden ocurrir más cosas nuevas. Gracias por leer y seguir mi blog cada sábado. Hasta el siguiente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario