domingo, 24 de enero de 2016

Un antiguo trabajo de historia

(Pues lo que el título dice. Voy a subir un trabajo de historia que redacté en 4º de E.S.O y que ha vuelto a mis manos. Lo he visto interesante, por lo que aquí lo tenéis. Mi relato histórico personalizado desde el siglo XV al XX.)



Con la colaboración de: Edward Yolag, Sara Solari, Bart Chill, Gerald Paul, Julia, Edgar Eagler, Lucas Tefd, Juanjo Gao.

– Hola, mi nombre es Edward Yolag, y voy a intentar explicar desde el punto de vista de mis compañeros lo que hemos podido ver en la historia. Desde el siglo XV hasta el siglo XX. Desde el inicio de la Edad Moderna hasta la Guerra Fría.
Pero antes de la introducción, tengo una duda que aclarar. ¿Para qué sirve la historia? Bien. Tengo mi propia respuesta para esto, pero... Cada uno puede tener su propia respuesta. La mía son unas cuantas preguntas: “¿No es apasionante el mundo que hubo antes que nosotros? ¿No es curioso saber por qué existen ciertas cosas? ¿No es increíble descubrir la forma de vida en otros tiempos? Yo creo que sí a todas estas cuestiones.”
Antes de hablar sobre el inicio de la Edad Moderna, tengo que recordar lo que ocurrio un par de siglos antes, brevemente. De eso se ocupara mi compañera Sara Solari.
“Puedo decir que he recorrido el mundo conocido. Yo me crie en Occidente y fiel a la religión cristiana me he mantenido. He conseguido atravesar dificultades y viajar hasta el mundo de los que seguían el Islam, pasando por pueblos ortodoxos. Debo decir que fui afortunada en gran manera. No me afectaron ninguna de las revueltas mayores occidentales mientras yo estaba en mi peregrinaje. Creo que para ser una mujer, he vivido lo suficiente como para haber completado mi misión en la vida. Ahora que me queda poco y escribo esto, puedo terminar diciendo que estamos demasiado dispersos. Solo nos queda la Iglesia para unir las tierras occidentales. Sigo impresionada por cómo pude escapar al destino que me estaba previsto con los señores feudales, morir de trabajo y hambre mientras un noble tiene todo lo que necesita.”
“Durante mi viaje cambiaron varias cosas en el mundo, como que se formara el Sacro
Imperio Romano-Germánico o que me encontrara con una partida de caballeros destinados a las cruzadas. Ahora que he podido volver sana y salva, puedo decir que en mi vida me he dedicado a viajar. Y que no me importa que los musulmanes estén en Al-Andalus, pues lo que yo espero ya, es que Dios me acoja pronto. Enferma estoy, aun firme muero.”

Interesante texto que he encontrado, .verdad? No me ha sido fácil traducirlo. Pero ahora que con esta gran mujer, ilustrada en una época en la que el analfabetismo era casi total, hemos aprendido como era más o menos la vida en la Edad Media, o cinco siglos antes de lo que comenzaremos a llamar: Edad Moderna.

Pero esto no llegaría hasta pasar un periodo de tiempo: La crisis bajomedieval, que consistió en la falta de recursos para la multiplicada población occidental. También la Guerra de los Cien Años, o la Peste Negra y más calamidades que ocurrieron simultáneamente en este periodo que parecía el fin de occidente, fueron reflotados por los años siguientes. Cuando cayó Constantinopla. Cuando los reyes recuperaron su poder. Que buenos recuerdos tengo de nuestros piques entre amigos. “Portugal puede ganar muy fácilmente” decían. Nuestros juegos de dados y estrategia nos llevaban mucho tiempo de preparación y dedicación, pero siempre disfrutábamos con ellos. Un buen entretenimiento, sin duda.

Todavía me acuerdo de mi resumen: “Los enormes ejércitos de los Turcos Otomanos, el conquistador Reino de Hungría, el inagotable Gran Principado de Moscú, la resistente Orden Teutónica...” Y mi emprendedor reino de Portugal, por supuesto. Buenos tiempos, sin duda.

Voy a adelantarme hasta el siglo XIV aproximadamente. La lucha por la hegemonía que
dominaba la Monarquía Hispana y la división o cisma de occidente, debido a la religión, que tantos problemas dio en estos tiempos y que comenzaron Martin Lutero y otros varios. Pero, como va a ocurrir en mi exposición, no seré yo el que resuma los hechos. Esta vez lo hará Bart Chill.

“He luchado por mis ideales y asi me siento satisfecho. Nuestra religión ha criado ratas y las ha alimentado sin saberlo. Estar en el campo de batalla y salir victorioso es una de las cosas que engrandecen a Dios, y eso es lo que esos protestantes no quieren comprender. Han tomado un camino equivocado, y caerán al fondo de los infiernos. La Monarquía Hispana debería preocuparse en erradicar sus minorías en lugar de seguir expandiéndose por lugares los cuales a nadie habían interesado nunca hasta ahora. ¿No dicen los eruditos que el mundo esta “renaciendo”? Entonces en un futuro contemplareis que ese mundo renacido será destruido por una guerra mayor que la que yo mismo he pasado.”

Me temo que Bart era del bando católico. Creo que lo demuestra de forma excesivamente clara. Además de que esto lo escribió un monje, porque él no sabía escribir. Bueno, creo que ha sido suficiente este resumen de este siglo XVI aproximadamente. Ahora viene la siguiente parte: ¿Qué pasó después de estas guerras? Ahora explicamos.

En la última guerra de religión, la llamada “Guerra de los Treinta Años”, la Monarquía
Hispana tenía serios problemas económicos, pero aun así entraron en otra guerra religiosa que conllevó a la caída económica y hegemónica de los hispanos. En su lugar, Francia, que había luchado de parte de los protestantes para quedarse con la hegemonía, es decir, arrebatársela a la Monarquía Hispana, tomó el lugar deseado. Francia, gran líder de Europa. El resto del siglo, os lo resumirá el texto de Gerald Paul.

“Hemos pasado de un día para otro de intentar ver con nuestros propios ojos la naturaleza a entenderla con la mente. Esto es una autentica revolución. He observado que muchos han avanzado sobre los estudios de la física, y han permitido desarrollar gracias al estudio de las estrellas nuestro gran potencial de comercio marítimo. La religión se está perdiendo poco a poco. Ya no nos pegamos por ello. A mí eso me da lo mismo, igual que los que estudiaron la física. Me dan igual. Yo lo que busco es vivir gracias a mis trabajadores. Puedo enriquecerme fácilmente. Mi vida de burgués no la cambiaría por nada.”

Tras este breve texto, puedo pasar al corto siglo XVIII, donde la muerte del último rey de la Monarquía Hispana sin descendencia directa daría mucho de qué hablar. El “equilibrio continental” que buscaba el recién formado Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda haría que este reino tuviera gran importancia en el futuro. Julia, cuyo apellido no recuerdo, será la que nos resuma en texto el resto del siglo.

“Todos han estado como locos cuando se han enterado que ha muerto el rey de la Monarquía Hispana. Yo no se a quien apoyara mi país, pero espero que no tenga que verme implicada en ninguna revuelta.”

“Todas estas guerras han terminado y ahora han repartido territorios como si fuesen pan reseco. Ahora tengo la impresión de que todo es... ¿mejor? No sé. No estoy tan preocupada como antes, no tenemos problemas de alimentos, todo es más limpio, todo es mejor, en resumen. No entiendo qué han hecho, pero esta guerra ha mejorado las cosas. No tiene mucho sentido, pero por mí, que continúe así. Mucha menos gente enferma, lo que antes era algo cotidiano. Ahora, simplemente, nuestras vidas son mejores.”

“Puedo decir, también, que he podido entender las ideas de algunos ilustrados. Son hombres muy inteligentes y grandes pensadores. No entiendo por qué los campesinos no están de acuerdo con ellos. Será porque son incultos o algo así. Yo también pienso que deberíamos cambiar estas cosas para que sean aún mejores. Así sí que conseguiríamos ser felices totalmente.”

¿Interesante? Más que interesante, es importante, porque estas ideas de los ilustrados iban a desencadenar la Revolución Francesa, que veremos en nuestro próximo punto. Cuando hablo de Revolución Francesa, hablo de doble revolución: política y económica.

Con los avances que han habido en la navegación, podemos decir que ya hemos explorado todo el mapa del mundo. España ya no tiene mucho que ver en América y Edgar Eagler nos puede contar un poco más sobre este periodo.

“Las fabricas avanzan una barbaridad. Las máquinas hacen el trabajo por nosotros, pero necesitamos gente para manejarlas. Aun así, es un trabajo sencillo. He conseguido traer a algunos hijos de viejos conocidos que tenía, porque ahora en el campo hay más gente de la necesaria. Antes los campesinos ganaban más dinero por lo que vendían en su tiempo libre. Ahora ese dinero nos lo llevamos nosotros. El vapor sale a raudales en nuestras edificaciones, y cuando se ve vapor, se ven tejidos, que se traducen en dinero. Otros artesanos no estarán muy contentos con esto, pero hay que renovarse. No hay tantos artesanos para esta población creciente. Los franceses se revolucionan y lo consiguen, los británicos nos traen la gran industria... En fin, lo que saco en conclusión es que no hay que temer a las revoluciones. En la mayor parte de los casos, nos han beneficiado.”

Hay que destacar que, tras la Revolución Francesa, un gran genio militar llamado Napoleón Bonaparte llevo a cabo una serie de conquistas por Europa. Eso nos lo contara un tal Lucas Tefd, que formo parte del ejército nacional francés.

“Si llego a estar en la batalla de Trafalgar, aquella derrota no habría tenido lugar. No entiendo cómo pudieron hacer una batalla naval en tierras enemigas. ¡Ellos llevaban ventaja! Los malditos españoles no nos dejan traspasar su reino en paz, y aun sigo sin entender como sobreviven esos británicos sin ningún tipo de comercio. Hemos bloqueado todo menos a esos portugueses y me escaman sus planes. Hemos conseguido conquistar territorios más allá del centro europeo sin apenas problemas. ¿Por qué no podemos seguir nuestras conquistas? ¿Acaso son mejores que nuestro inmenso ejército? Eso es imposible. Tenemos la hegemonía. Eso no se discute. Nuestro líder se ha marchado, quizás eso es lo que nos está haciendo perder. Las rebeliones de los que antes habíamos conquistado son una realidad. Probablemente se unan a los que no hemos podido conquistar. Eso es lo que más temo. Si eso sucede, habremos sucumbido ante Europa.”

Un dato interesante es que este ejército nacional luchaba con la idea de tener el mejor país. Entonces podemos estar hablando de los principios del pensamiento nacionalista. En el próximo punto, veremos cómo se desarrolla el nacionalismo.
Con la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo, volvieron a restaurar el mapa de Europa para que fuera igual que antes de las conquistas napoleónicas. Entonces se volvió al Antiguo Régimen en toda Europa, pero el pensamiento revolucionario seguiría enraizado en todos aquellos lugares donde paso Napoleón. Y esto se vería potenciado por la creación de los estados-nación, fruto del nacionalismo, del sentimiento de pertenecer a una comunidad. Una cadena de revoluciones e independencias crearon los anteriores mencionados estados-nación, que resultarían en la independencia de Grecia del Imperio Otomano o la independencia de los belgas frente a los holandeses. El II Reich alemán iba a dar mucho que hablar, pues se había convertido en una gran potencia, igualada con Gran Bretaña. Pero esta segunda tenía el control de los océanos, cosa de la que los alemanes carecían. La continua lucha de los pueblos en los Balcanes seguiría por varios años mientras que China tenía que someterse a comerciar con los británicos y Japón estaba adoptando las tecnologías del resto de Europa.

Hemos llegado entonces al siglo XIX, que va a ser marcado por dos procesos importantes: La segunda revolución industrial y el imperialismo. Mi amigo Juanjo Gao nos va a contar en su escrito un poco sobre esta etapa.

“El II Reich alemán y el Reino de Italia surgieron como potencias. Estados Unidos salió de la guerra civil americana que casi la divide en dos y la segunda revolución industrial dio comienzo. Los trabajadores tenían que trabajar en malas condiciones en las fábricas, entonces surgieron los sindicatos y el movimiento obrero, aparecieron los partidos políticos marxistas y anarquistas para intentar hacerse con el control político, consiguiendo por lo menos la mejora de nuestras condiciones laborales.”
“Esta revolución industrial dio pie al imperialismo, porque las potencias que querían controlar territorios eran las que podían ser superiores en cuanto a armas y tecnología. Pongo un ejemplo. No te vas a enfrentar con una espada a un cazador con una escopeta. Hay un claro ganador.”

Pues eso ocurría. Los imperios coloniales estaban esparcidos por todo el mapamundi. El rico y estratégico Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, el ansioso II Reich alemán, la relajada III Republica francesa, el vasto imperio ruso, el pequeño reino de Italia, los independientes Estados Unidos y el alzado Imperio Japonés fueron los actores principales en este periodo basado en las conquistas de territorios de menor desarrollo. Y en los Balcanes todavía seguía la aglomeración de pueblos, que ahora tenían dos capitales, Viena y Budapest, del Imperio Austro-Húngaro.

Ahora pasaremos a casi el siglo XX, donde se había declarado una paz armada entre las grandes potencias, pero estas finalmente acabarían chocando sin remedio debido a los intereses y rencillas entre cada una de ellas. Esto terminaría en una Gran Guerra. Enumero las más importantes, porque estas rencillas son significativas.

Gran Bretaña:
Chocaba con Rusia por los dominios asiáticos.
Choco con Portugal en el sur de África, pero los portugueses se retiraron.
Con Francia en Sudán, pues ambas potencias buscaban el eje africano costa a costa.
No quería ningún juego de alianzas, porque tenía su idea de “equilibrio continental”.

Austria-Hungría:
Rusia en los Balcanes.

Italia:
Con Francia por Niza y Túnez
Con Austria-Hungría por arrebatarle Trento y Trieste
Se alió temporalmente con Alemania para protegerse de Francia y Austria-Hungría.

Rusia:
Se aliaron defensivamente con Francia.

Estados Unidos:
Simplemente querían controlar el continente americano.                

Japón:          
Su principal enemigo era Rusia, a la que venció en la Guerra ruso-japonesa.

Alemania:
Compitió con Gran Bretaña en el intento de dominar los mares

Con esto último, se formaron dos bandos. Alemania, Austria-Hungría e Italia (La triple
Alianza) contra la Triple Entente, formada por Francia, Rusia y Gran Bretaña, tras verse amenazada con su política naval.

Esos dos bandos fueron los de la Gran Guerra en 1914. La Primera Guerra Mundial.

Sobre las guerras mundiales me gustaría hablar a mí. Edward Yolag os informa. Es un periodo de la historia muy interesante y quisiera comentarlo por mí mismo, muy resumidamente.

La Primera Guerra Mundial tuvo varios factores que la diferenciaron. La lentitud de la artillería permitía a los defensores preparar sus fortificaciones frente a los atacantes, que tenían que mover sus instrumentos de artillería y morían en el intento en una lluvia de fuego defensiva. Esto conllevo a que se necesitaran muchos recursos humanos para atacar y muchos recursos materiales para aguantar. El que tuviera más recursos, gana. Entonces, la Triple Entente más Italia, que cambio de lado de la guerra, dominaba los mares y, por tanto, los recursos.

La guerra terminó con un ataque desesperado de Alemania contra Francia. Como este ataque duró más de lo esperado, pese a la evolución de los tanques, los norteamericanos llegaron masivamente a Europa y acabaron con la guerra. Alemania tuvo que rendirse en 1918.

Tras este periodo de guerra, llega la Post-guerra, donde el imperio ruso comenzaría a experimentar con una nueva forma de gobierno, el comunismo, formando la U.R.S.S. Mientras, todos los demás países tenían ya más o menos afianzado el capitalismo y la democracia capitalista. Aparte de estas dos formas, aparecería un modo de gobierno radical, que sería el fascismo en Alemania, Italia y España.

Las nuevas clases sociales, los nuevos partidos políticos con sus diferentes opciones políticas... El enfrentamiento de intereses entre estas ideas políticas sería lo que llevaría a la Segunda Guerra Mundial.

La Segunda Gran Guerra, la carrera para ver quién puede tener más poder destructivo en menos tiempo. Las ansias de poder que ciegan al mundo humano. Debo reconocer que los alemanes tenían una estrategia de batalla excelente, con sus guerras relámpago o Blitzkrieg gracias a la aviación y su intento de desmoronar las flotas con los submarinos al mando de Hitler. La defensa rusa que pudo contener los grandes ataques alemanes y permitir a los demás países, que también tuvieron que resistir las amenazas alemanas, terminar con la guerra mundial cuanto antes.

La engrandecida Rusia comunista (U.R.S.S), el agresivo y tactico imperio aleman, la Francia que sobrevive, Italia que busca su interes, un Japon que ansiaba conseguir mas, los Estados Unidos con el miedo a que les sobrepasaran, y Gran Bretana que luchaba por encerrar por mar a Alemania.

Todo eso fue lo suficiente en esta gran Segunda Guerra Mundial llena de información que, por falta de medios, no podemos recopilar al completo detalle. Las palabras de este viejo se acaban, pero espero haber dejado claro lo más esencial, o haber dejado claras algunas dudas mientras otras siguen en pie, porque es imposible comprenderlo todo en la historia. Es posible comprenderla en gran manera y en general, pero nuestro cerebro no daría para memorizar todo lo que ha ocurrido en el mundo. Me despido entonces.
 

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