Con la colaboración de: Edward Yolag, Sara Solari, Bart
Chill, Gerald Paul, Julia, Edgar Eagler, Lucas Tefd, Juanjo Gao.
– Hola, mi nombre es Edward Yolag, y voy a intentar explicar
desde el punto de vista de mis compañeros lo que hemos podido ver en la
historia. Desde el siglo XV hasta el siglo XX. Desde el inicio de la Edad
Moderna hasta la Guerra Fría.
Pero antes de la introducción, tengo una duda que aclarar.
¿Para qué sirve la historia? Bien. Tengo mi propia respuesta para esto, pero...
Cada uno puede tener su propia respuesta. La mía son unas cuantas preguntas:
“¿No es apasionante el mundo que hubo antes que nosotros? ¿No es curioso saber por qué
existen ciertas cosas? ¿No es increíble descubrir la forma de vida en otros
tiempos? Yo creo que sí a todas estas cuestiones.”
Antes
de hablar sobre el inicio de la Edad Moderna, tengo que recordar lo que ocurrio
un par de siglos antes, brevemente. De eso se ocupara mi compañera Sara Solari.
“Puedo decir que he recorrido el mundo
conocido. Yo me crie en Occidente y fiel a la religión cristiana me he
mantenido. He conseguido atravesar dificultades y viajar hasta el mundo de los
que seguían el Islam, pasando por pueblos ortodoxos. Debo decir que fui
afortunada en gran manera. No me afectaron ninguna de las revueltas mayores
occidentales mientras yo estaba en mi peregrinaje. Creo que para ser una mujer,
he vivido lo suficiente como para haber completado mi misión en la vida. Ahora
que me queda poco y escribo esto, puedo terminar diciendo que estamos demasiado
dispersos. Solo nos queda la Iglesia para unir las tierras occidentales. Sigo
impresionada por cómo pude escapar al destino que me estaba previsto con los
señores feudales, morir de trabajo y hambre mientras un noble tiene todo lo que
necesita.”
“Durante mi viaje cambiaron varias cosas en el
mundo, como que se formara el Sacro
Imperio Romano-Germánico o que me encontrara
con una partida de caballeros destinados a las cruzadas. Ahora que he podido
volver sana y salva, puedo decir que en mi vida me he dedicado a viajar. Y que
no me importa que los musulmanes estén en Al-Andalus, pues lo que yo espero ya,
es que Dios me acoja pronto. Enferma estoy, aun firme muero.”
– Interesante texto que he encontrado, .verdad?
No me ha sido fácil traducirlo. Pero ahora que con esta gran mujer, ilustrada
en una época en la que el analfabetismo era casi total, hemos aprendido como era
más o menos la vida en la Edad Media, o cinco siglos antes de lo que
comenzaremos a llamar: Edad Moderna.
Pero esto no llegaría hasta pasar un periodo
de tiempo: La crisis bajomedieval, que consistió en la falta de recursos para
la multiplicada población occidental. También la Guerra de los Cien Años, o la
Peste Negra y más calamidades que ocurrieron simultáneamente en este periodo
que parecía el fin de occidente, fueron reflotados por los años siguientes.
Cuando cayó Constantinopla. Cuando los reyes recuperaron su poder. Que buenos
recuerdos tengo de nuestros piques entre amigos. “Portugal puede ganar muy fácilmente”
decían. Nuestros juegos de dados y estrategia nos llevaban mucho tiempo de preparación
y dedicación, pero siempre disfrutábamos con ellos. Un buen entretenimiento,
sin duda.
Todavía me acuerdo de mi resumen: “Los enormes
ejércitos de los Turcos Otomanos, el conquistador Reino de Hungría, el inagotable
Gran Principado de Moscú, la resistente Orden Teutónica...” Y mi emprendedor reino
de Portugal, por supuesto. Buenos tiempos, sin duda.
Voy a adelantarme hasta el siglo XIV aproximadamente.
La lucha por la hegemonía que
dominaba la Monarquía Hispana y la división o
cisma de occidente, debido a la religión, que tantos problemas dio en estos
tiempos y que comenzaron Martin Lutero y otros varios. Pero, como va a ocurrir
en mi exposición, no seré yo el que resuma los hechos. Esta vez lo hará Bart
Chill.
“He luchado por mis ideales y asi me siento
satisfecho. Nuestra religión ha criado ratas y las ha alimentado sin saberlo.
Estar en el campo de batalla y salir victorioso es una de las cosas que engrandecen
a Dios, y eso es lo que esos protestantes no quieren comprender. Han tomado un camino
equivocado, y caerán al fondo de los infiernos. La Monarquía Hispana debería
preocuparse en erradicar sus minorías en lugar de seguir expandiéndose por
lugares los cuales a nadie habían interesado nunca hasta ahora. ¿No dicen los
eruditos que el mundo esta “renaciendo”? Entonces en un futuro contemplareis
que ese mundo renacido será destruido por una guerra mayor que la que yo mismo
he pasado.”
– Me temo que Bart era del bando católico. Creo
que lo demuestra de forma excesivamente clara. Además de que esto lo escribió
un monje, porque él no sabía escribir. Bueno, creo que ha sido suficiente este
resumen de este siglo XVI aproximadamente. Ahora viene la siguiente parte: ¿Qué
pasó después de estas guerras? Ahora explicamos.
En la última guerra de religión, la llamada “Guerra
de los Treinta Años”, la Monarquía
Hispana tenía serios problemas económicos,
pero aun así entraron en otra guerra religiosa que conllevó a la caída
económica y hegemónica de los hispanos. En su lugar, Francia, que había luchado
de parte de los protestantes para quedarse con la hegemonía, es decir, arrebatársela
a la Monarquía Hispana, tomó el lugar deseado. Francia, gran líder de Europa.
El resto del siglo, os lo resumirá el texto de Gerald Paul.
“Hemos pasado de un día para otro de intentar
ver con nuestros propios ojos la naturaleza a entenderla con la mente. Esto es
una autentica revolución. He observado que muchos han avanzado sobre los
estudios de la física, y han permitido desarrollar gracias al estudio de las
estrellas nuestro gran potencial de comercio marítimo. La religión se está
perdiendo poco a poco. Ya no nos pegamos por ello. A mí eso me da lo mismo, igual
que los que estudiaron la física. Me dan igual. Yo lo que busco es vivir gracias
a mis trabajadores. Puedo enriquecerme fácilmente. Mi vida de burgués no la cambiaría
por nada.”
Tras este breve texto, puedo pasar al corto siglo
XVIII, donde la muerte del último rey de la Monarquía Hispana sin descendencia
directa daría mucho de qué hablar. El “equilibrio continental” que buscaba el
recién formado Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda haría que este reino
tuviera gran importancia en el futuro. Julia, cuyo apellido no recuerdo, será
la que nos resuma en texto el resto del siglo.
“Todos han estado como locos cuando se han
enterado que ha muerto el rey de la Monarquía Hispana. Yo no se a quien apoyara
mi país, pero espero que no tenga que verme implicada en ninguna revuelta.”
“Todas estas guerras han terminado y ahora han
repartido territorios como si fuesen pan reseco. Ahora tengo la impresión de
que todo es... ¿mejor? No sé. No estoy tan preocupada como antes, no tenemos problemas
de alimentos, todo es más limpio, todo es mejor, en resumen. No entiendo qué
han hecho, pero esta guerra ha mejorado las cosas. No tiene mucho sentido, pero
por mí, que continúe así. Mucha menos gente enferma, lo que antes era algo
cotidiano. Ahora, simplemente, nuestras vidas son mejores.”
“Puedo decir, también, que he podido entender
las ideas de algunos ilustrados. Son hombres muy inteligentes y grandes
pensadores. No entiendo por qué los campesinos no están de acuerdo con ellos.
Será porque son incultos o algo así. Yo también pienso que deberíamos cambiar
estas cosas para que sean aún mejores. Así sí que conseguiríamos ser felices
totalmente.”
– ¿Interesante? Más que interesante, es
importante, porque estas ideas de los ilustrados iban a desencadenar la
Revolución Francesa, que veremos en nuestro próximo punto. Cuando hablo de
Revolución Francesa, hablo de doble revolución: política y económica.
Con los avances que han habido en la navegación,
podemos decir que ya hemos explorado todo el mapa del mundo. España ya no tiene
mucho que ver en América y Edgar Eagler nos puede contar un poco más sobre este
periodo.
“Las fabricas avanzan una barbaridad. Las máquinas
hacen el trabajo por nosotros, pero necesitamos gente para manejarlas. Aun así,
es un trabajo sencillo. He conseguido traer a algunos hijos de viejos conocidos
que tenía, porque ahora en el campo hay más gente de la necesaria. Antes los
campesinos ganaban más dinero por lo que vendían en su tiempo libre. Ahora ese
dinero nos lo llevamos nosotros. El vapor sale a raudales en nuestras
edificaciones, y cuando se ve vapor, se ven tejidos, que se traducen en dinero.
Otros artesanos no estarán muy contentos con esto, pero hay que renovarse. No
hay tantos artesanos para esta población creciente. Los franceses se revolucionan
y lo consiguen, los británicos nos traen la gran industria... En fin, lo que
saco en conclusión es que no hay que temer a las revoluciones. En la mayor
parte de los casos, nos han beneficiado.”
– Hay que destacar que, tras la Revolución
Francesa, un gran genio militar llamado Napoleón Bonaparte llevo a cabo una
serie de conquistas por Europa. Eso nos lo contara un tal Lucas Tefd, que formo
parte del ejército nacional francés.
“Si llego a estar en la batalla de Trafalgar,
aquella derrota no habría tenido lugar. No entiendo cómo pudieron hacer una
batalla naval en tierras enemigas. ¡Ellos llevaban ventaja! Los malditos españoles
no nos dejan traspasar su reino en paz, y aun sigo sin entender como sobreviven
esos británicos sin ningún tipo de comercio. Hemos bloqueado todo menos a esos
portugueses y me escaman sus planes. Hemos conseguido conquistar territorios
más allá del centro europeo sin apenas problemas. ¿Por qué no podemos seguir
nuestras conquistas? ¿Acaso son mejores que nuestro inmenso ejército? Eso es
imposible. Tenemos la hegemonía. Eso no se discute. Nuestro líder se ha marchado,
quizás eso es lo que nos está haciendo perder. Las rebeliones de los que antes habíamos
conquistado son una realidad. Probablemente se unan a los que no hemos podido
conquistar. Eso es lo que más temo. Si eso sucede, habremos sucumbido ante
Europa.”
– Un dato interesante es que este ejército
nacional luchaba con la idea de tener el mejor país. Entonces podemos estar
hablando de los principios del pensamiento nacionalista. En el próximo punto,
veremos cómo se desarrolla el nacionalismo.
Con la derrota de Napoleón en la batalla de
Waterloo, volvieron a restaurar el mapa de Europa para que fuera igual que
antes de las conquistas napoleónicas. Entonces se volvió al Antiguo Régimen en
toda Europa, pero el pensamiento revolucionario seguiría enraizado en todos
aquellos lugares donde paso Napoleón. Y esto se vería potenciado por la
creación de los estados-nación, fruto del nacionalismo, del sentimiento de
pertenecer a una comunidad. Una cadena de revoluciones e independencias crearon
los anteriores mencionados estados-nación, que resultarían en la independencia
de Grecia del Imperio Otomano o la independencia de los belgas frente a los
holandeses. El II Reich alemán iba a dar mucho que hablar, pues se había convertido
en una gran potencia, igualada con Gran Bretaña. Pero esta segunda tenía el
control de los océanos, cosa de la que los alemanes carecían. La continua lucha
de los pueblos en los Balcanes seguiría por varios años mientras que China tenía
que someterse a comerciar con los británicos y Japón estaba adoptando las tecnologías
del resto de Europa.
Hemos llegado entonces al siglo XIX, que va a
ser marcado por dos procesos importantes: La segunda revolución industrial y el
imperialismo. Mi amigo Juanjo Gao nos va a contar en su escrito un poco sobre
esta etapa.
“El II Reich alemán y el Reino de Italia
surgieron como potencias. Estados Unidos salió de la guerra civil americana que
casi la divide en dos y la segunda revolución industrial dio comienzo. Los
trabajadores tenían que trabajar en malas condiciones en las fábricas, entonces
surgieron los sindicatos y el movimiento obrero, aparecieron los partidos políticos
marxistas y anarquistas para intentar hacerse con el control político,
consiguiendo por lo menos la mejora de nuestras condiciones laborales.”
“Esta revolución industrial dio pie al
imperialismo, porque las potencias que querían controlar territorios eran las
que podían ser superiores en cuanto a armas y tecnología. Pongo un ejemplo. No
te vas a enfrentar con una espada a un cazador con una escopeta. Hay un claro ganador.”
– Pues eso ocurría. Los imperios coloniales
estaban esparcidos por todo el mapamundi. El rico y estratégico Reino Unido de
Gran Bretaña e Irlanda, el ansioso II Reich alemán, la relajada III Republica
francesa, el vasto imperio ruso, el pequeño reino de Italia, los independientes
Estados Unidos y el alzado Imperio Japonés fueron los actores principales en
este periodo basado en las conquistas de territorios de menor desarrollo. Y en
los Balcanes todavía seguía la aglomeración de pueblos, que ahora tenían dos capitales,
Viena y Budapest, del Imperio Austro-Húngaro.
Ahora pasaremos a casi el siglo XX, donde se
había declarado una paz armada entre las grandes potencias, pero estas finalmente
acabarían chocando sin remedio debido a los intereses y rencillas entre cada
una de ellas. Esto terminaría en una Gran Guerra. Enumero las más importantes, porque
estas rencillas son significativas.
Gran Bretaña:
– Chocaba con Rusia por los dominios asiáticos.
– Choco con Portugal en el sur de África, pero
los portugueses se retiraron.
– Con Francia en Sudán, pues ambas potencias
buscaban el eje africano costa a costa.
– No quería ningún juego de alianzas, porque tenía
su idea de “equilibrio continental”.
Austria-Hungría:
– Rusia en los Balcanes.
Italia:
– Con Francia por Niza y Túnez
– Con Austria-Hungría por arrebatarle Trento y
Trieste
– Se alió temporalmente con Alemania para protegerse
de Francia y Austria-Hungría.
Rusia:
– Se aliaron defensivamente con Francia.
Estados Unidos:
– Simplemente querían controlar el continente
americano.
Japón:
– Su principal enemigo era Rusia, a la que
venció en la Guerra ruso-japonesa.
Alemania:
– Compitió con Gran Bretaña en el intento de
dominar los mares
Con esto último, se formaron dos bandos.
Alemania, Austria-Hungría e Italia (La triple
Alianza) contra la Triple Entente, formada por
Francia, Rusia y Gran Bretaña, tras verse amenazada con su política naval.
Esos dos bandos fueron los de la Gran Guerra
en 1914. La Primera Guerra Mundial.
Sobre las guerras mundiales me gustaría hablar
a mí. Edward Yolag os informa. Es un periodo de la historia muy interesante y
quisiera comentarlo por mí mismo, muy resumidamente.
– La Primera Guerra Mundial tuvo varios factores
que la diferenciaron. La lentitud de la artillería permitía a los defensores
preparar sus fortificaciones frente a los atacantes, que tenían que mover sus
instrumentos de artillería y morían en el intento en una lluvia de fuego defensiva.
Esto conllevo a que se necesitaran muchos recursos humanos para atacar y muchos
recursos materiales para aguantar. El que tuviera más recursos, gana. Entonces,
la Triple Entente más Italia, que cambio de lado de la guerra, dominaba los mares
y, por tanto, los recursos.
La guerra terminó con un ataque desesperado de
Alemania contra Francia. Como este ataque duró más de lo esperado, pese a la
evolución de los tanques, los norteamericanos llegaron masivamente a Europa y
acabaron con la guerra. Alemania tuvo que rendirse en 1918.
Tras este periodo de guerra, llega la
Post-guerra, donde el imperio ruso comenzaría a experimentar con una nueva
forma de gobierno, el comunismo, formando la U.R.S.S. Mientras, todos los demás
países tenían ya más o menos afianzado el capitalismo y la democracia
capitalista. Aparte de estas dos formas, aparecería un modo de gobierno
radical, que sería el fascismo en Alemania, Italia y España.
Las nuevas clases sociales, los nuevos
partidos políticos con sus diferentes opciones políticas... El enfrentamiento
de intereses entre estas ideas políticas sería lo que llevaría a la Segunda
Guerra Mundial.
La Segunda Gran Guerra, la carrera para ver
quién puede tener más poder destructivo en menos tiempo. Las ansias de poder
que ciegan al mundo humano. Debo reconocer que los alemanes tenían una
estrategia de batalla excelente, con sus guerras relámpago o Blitzkrieg gracias
a la aviación y su intento de desmoronar las flotas con los submarinos al mando
de Hitler. La defensa rusa que pudo contener los grandes ataques alemanes y
permitir a los demás países, que también tuvieron que resistir las amenazas
alemanas, terminar con la guerra mundial cuanto antes.
La engrandecida Rusia comunista (U.R.S.S), el
agresivo y tactico imperio aleman, la Francia que sobrevive, Italia que busca
su interes, un Japon que ansiaba conseguir mas, los Estados Unidos con el miedo
a que les sobrepasaran, y Gran Bretana que luchaba por encerrar por mar a
Alemania.
Todo eso fue lo suficiente en esta gran
Segunda Guerra Mundial llena de información que, por falta de medios, no
podemos recopilar al completo detalle. Las palabras de este viejo se acaban,
pero espero haber dejado claro lo más esencial, o haber dejado claras algunas
dudas mientras otras siguen en pie, porque es imposible comprenderlo todo en la
historia. Es posible comprenderla en gran manera y en general, pero nuestro
cerebro no daría para memorizar todo lo que ha ocurrido en el mundo. Me despido
entonces.
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