sábado, 19 de octubre de 2013

TdC: El viaje de LeBlanc (Parte 2)


El frío Freljord y LeBlanc recorriéndolo a velocidades extremas. Ahri y Caitlyn decidieron ir allí también. Leblanc casi llegaba al castillo trol mientras que el equipo de Cait y Ahri apenas habían comenzado a caminar por Freljord. Valor voló hasta Quinn y contó lo que había visto. Quinn se emocionó un poco y fue a contarles a las chicas lo que ocurría. LeBlanc ya había llegado después de eso. Por las ventanas del castillo se veía un interior impresionante. LeBlanc buscaba la habitación de las Reinas, pero sobre todo la de Quinn. Valor volvió con LeBlanc y esta se dio cuenta de que el pájaro la guiaba. Llegaron por fin a una ventana la cual daba a un interior como el resto del castillo. Pero esa era la habitación de las atrapadas. Leblanc usó su distorsión. No encontró a nadie. Solo había un armario helado y unos bloques de hielo que hacían las veces de camas.

- Pero cómo han aguantado estas aquí? Qué frío...

Escuchó pasos al otro lado de la puerta. Era Ashe, que volvía muy cansada.

- Ashe! Qué os están haciendo aquí?
- Leblanc!... sácanos de aquí, por favor...
- Vengo a llevarme a Quinn.
- Ella... todavía está con Trundle...
- Vamos Ashe, siéntate, coge aire y cuéntame. Aquí es seguro, verdad?
- Sí... creo.

Ashe contó todo por lo que habían pasado. Las Reinas de hielo habían sido tratadas como esclavas a manos de ese trol. Apenas sin abrigo desafiando al frío y haciendo trabajos todo el día. La siguiente en entrar a la habitación fue Lissandra.

- Qué? Leblanc?
- Viene a sacarnos de aquí.
- Vengo a llevarme a Quinn.
- Pero nos sacará de aquí también, espero. Por su propio bien...
- Si me amenazas no te saco...
- Eso quiere decir que nos ayudarás, no?
- Bah, si puedo hacer algo para ayudaros lo haré, pero mi objetivo es irme con Quinn.
- Ahí está Sejuani...

Sejuani entró también muy cansada. Se tumbó en su "cama" y ni se dio cuenta de que Leblanc estaba allí.

- Por qué Quinn tarda tanto?
- No sé... Debería estar aquí ya. Quizás...
- Qué? Qué pasa?
- Quizás Trundle la está castigando por algo.
- QUÉ!? No. Voy a cargarme a ese trol ahora mismo.
- Espera! No ves que nos derrotó a todas él solo?
- Me da igual. Voy a ver a Trundle. - Dijo Leblanc decidida completamente.

Y fue a la sala del trono. Allí estaba Trundle sentado tranquilamente.

- Tú! Dónde está Quinn?
- Eh? Quinn está ahora mismo haciendo un trabajo importante.
- Como verás... no soy una visita más. Sino una visita que se va a llevar a todas tus prisioneras!

Tras decir eso, un Sigilo de Silencio impactó en Trundle. Este se levantó inmediatamente y recibió una mímica de Leblanc. Dos impactos realmente fuertes pero que apenas dolieron al trol. Trundle agitó su maza y golpeó fuertemente a Leblanc. La maga cayó al suelo. Quinn volvió a la sala del trono y se encontró esto: Leblanc en el suelo peleando contra Trundle.

- LeBlanc! Qué haces aquí?
- Salvarte!

LB se levantó. Distorsionó hacia atrás y recobró un poco su aliento. Trundle se había tomado esto en serio desde este punto. Leblanc recibió más mazazos intentando lanzar algún hechizo, cosa que fue imposible. Trundle estaba enfurecido, golpeando una y otra vez a LB que estaba en el suelo casi sin sentido e ignorando los gritos de Quinn. Lo que consiguió detener a Trundle fue una gran bala desde fuera del castillo.

- Bum! Headshot!
- Buen tiro, Cait.

Trundle paró de atacar a LeBlanc para lanzarse a por las dos visitantes nuevas. Ahri se preparó para un combate feroz, pero no sirvió de nada cuando fue lapidada por una tumba helada. Caitlyn intentaba mantenerse a distancia, pero una explosión glacial la encerró en un carámbano de hielo.

- Así me gusta! Buenas chicas!
- (Por qué nos detienen?)
- (Qué están haciendo estas? Sejuani... Lissandra... No queréis salir de aquí?)
- Por qué habéis hecho eso!? - Protestaba Quinn - Venían a ayudarnos!
- Nosotras tenemos que servir al rey trol...
- Ajaja! Parece que por fin habéis aprendido!

Todas estaban en manos de Trundle. Ahri y Caitlyn fuera de combate y Leblanc inconsciente. Todo porque LB se arriesgó a luchar contra Trundle.

- No... no podrás conmigo... Trundle...
- Leblanc? Así que te levantas! Veamos si puedes aguantar un buen mazazo rompecostillas!

Y lo hizo. La copia de Leblanc desapareció con un polvo mágico. Leblanc ya no estaba por allí.

- Dónde está? Grrr...
...
- Aquí!
- Qué? Más refuerzos?

Sí, más refuerzos. Jayce con su armadura de combate había decidido pasarse por el castillo.

- Parece que tenemos unas chicas en apuros...
- Y parece que tú estás muerto!

Trundle cargaba contra Jayce, pero este armó su cañón y disparó un proyectil junto a un portal de aceleración. Una gran explosión eléctrica alcanzó a Trundle e incluso detuvo su avance. Jayce armó su martillo rápidamente y saltó hacia Trundle. El trol atacó a la armadura de Jayce mientras estaba en el aire y antes de que el martillo acabase en la cabeza de Trundle, dejándolo fuera de combate. La armadura de Jayce quebró y se pudo ver su vestimenta. Una camisa blanca y un pantalón gris. Una rosa en el lado izquierdo de la camisa.

Sejuani y Lissandra liberaron a las dos prisioneras. Ahri estaba congelada por el frío. Caitlyn había traído su ropa de operaciones árticas y no parecía afectada. Las cuatro sirvientas del rey trol celebraron la caída del mismo. Jayce fue a sentarse al trono de Trundle. Leblanc volvió con la ropa de todas las Reinas.

- Si es que... No te llego a seguir, Cait, y ahora habrías acabado muerta de frío.
- Cállate Jayce, que sólo has venido para hacerte el héroe. Hasta llevabas la camisa de galán...
- Bueno, nos vamos de aquí? Me estoy muriendo de frío!
- Cállate Ahri. - Susurraba Ashe - O me pongo a contar la historia de Ahri y el lobo...ji, ji...
- Cómo sabes eso? No se lo cuentes a nadie...
- Quinn también lo sabe.
- Ay... esto me pasa por ser mala...

- Bueno, una foto?
- Vaale Jayce, si te hace ilusión...

Y allí estaban todos. Jayce sentado en el trono con sus gafas de sol puestas y todas las demás alrededor. Todas sonrientes y alegres. Esto, como yo esperaba, ha acabado bien.
... Y Ahri recuperó su diario, pero después de que LeBlanc lo leyera enterito.

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