Graves fue aquella tarde a la habitación de Akali. Quería una explicación sobre por qué no le dijo exactamente lo que sucedió en su combate.
- Akali! Ábreme, por favor...
La puerta se abrió. Akali estaba probando su vestimenta carmesí. Graves fue al grano.
- Akali... por qué me mentiste cuando te pregunté por nuestro combate?
- ...
- Eh? No te quedes callada. Algún motivo debes tener.
Akali bajó la cabeza y se sentó en su cama.
- Vale...Te lo diré.
- Comienza entonces.
- Fue hace tiempo. Todavía no habías entrado a la liga. Es más, faltaba poco para que entrases a la Liga de Leyendas. Habías escapado de la prisión.
- Cómo? Tú estabas allí?
- Veo que no me reconoces... Soy la chica que conociste como Akane.
- Qué!? Tú eres aquella? Pero cómo sobreviviste!?
Graves recordó lo sucedido. Tras escapar de prisión, Graves tuvo que pasar la noche en un bosque. Oculto entre los matorrales, escuchó algunos ruidos. Pero cuando se dio cuenta, el autor de los ruidos estaba detrás suya. La chica que Graves conoció aquellos días. Forcejearon un poco hasta que Graves, pese a que se encontraba en desventaja, inmovilizó a su oponente.
- Quién eres?
- Si no me sueltas voy a chillar.
- No quiero hacerte daño. Quién eres?
- Te arrepentirás de esto...
- Quién. Eres. - Dijo Graves con mirada aún más amenazadora.
- A-Aka... Akane.
- Bien. Tú conoces estos lugares, por lo que veo.
- Sí...
- Bueno. Cuando pase la noche, me guiarás hasta las afueras.
- Y qué me llevo a cambio?
- Que no te pegue un tiro.
- Trato hecho! Je...je... Uf.
Pasaron la noche en el bosque. Cuando amaneció, partieron hacia las afueras. Akane conocía muy bien el bosque y se movía ágilmente. Graves la seguía a un ritmo más lento. Llegaron por fin a las afueras. Y el problema los esperaba allí. Un grupo de personas con muy mala pinta detuvo a Graves y Akane.
- Mira qué tenemos aquí... Ahora los criminales vienen hacia nosotros.
Graves miró a Akane unos segundos. Ella conocía a esos hombres. Graves los conocía por los rumores. La guardia de piedra.
- He oído hablar de ustedes... Son la guardia de piedra, verdad? Los torturadores?
- Se nota que no nos quieren mucho en el pueblo. Pero la recompensa por la cabeza de la chica es enorme... Cogedla!
- Pero qué hacéis!? Dejadla!
- Lo siento, pueblerino. Tu amiga es una criminal. Y debo llevarla a la sala de piedra.
- No la tocaréis.
Graves desenfundó rápidamente y disparó a los hombres vestidos de gris. Estos eran demasiados y acabaron derribando al forajido.
- Qué te dije, pueblerino. No puedes obstruir el trabajo de la justicia. Encadenadla!
Graves no podía levantarse. Había recibido demasiados golpes de aquellos hombres.
- Dejadla...
- Se ve que este tipo no se rinde... Chicos! Divertios un rato.
Los dos que encadenaron a Akane sonrieron y comenzaron a maltratar a la chica delante de Graves, que no podía hacer nada. Para terminar, tiraron al suelo a Akane. El líder sacó un hacha de gran tamaño. Cuando iba a proceder a cortarle la cabeza, Graves recibió un golpe y perdió la consciencia. Cuando despertó, estaba en el mismo lugar. Y de Akane solo quedó un rastro. Un trozo de su ropa... con sangre.
Volviendo a la academia...
- Bueno, cómo lo hiciste aquella vez?
- No fue fácil, pero por algo me conocen como "El puño de sombras". Rompí las cadenas y les di una lección.
- Y por qué no hiciste eso antes?
- Quería verte. Por tu forma de actuar, supe que eras un criminal. Entonces quise ver tus habilidades.
- Desde que entré en la Liga, he mejorado bastante...
- Pero aún así, no olvidaré lo que ocurrió después. Un hombre con sombrero me detuvo. Quería que me fuese con él. Yo no quería. De repente, una gran explosión impactó en el lugar. Ese hombre huyó como pudo y después te vi a ti, buscándolo. Tú no lo sabías, pero me salvaste.
- Oh, entonces... sigo sin entender por qué me dijiste eso al terminar nuestro combate.
- Quería pagarte por lo que hiciste. Pero lo que hice fue derrotarte. Así que te dije eso porque... quería que volvieras.
- Qué?
- Quería pagarte de alguna forma... y como dinero no es lo que lo solucionaría, creo que pasar la noche conmigo será suficiente. Cómo lo ves?
- Lo veo... Bien. Supongo. Trato hecho!
- Eso fue lo que yo dije!
Y así, Akali y Graves se acostaron en la cama. Exactamente como aquella vez en el bosque.
(Y esa fue la razón del final del capítulo de Akali vs Graves. Ustedes tenían curiosidad, así que aquí tenéis la respuesta.)