domingo, 31 de mayo de 2015

¿Voy a escribir un libro?

Vale, ha pasado algo inusual. Así que... Voy a dedicarme a hacer algo "nuevo" entre comillas porque van a seguir siendo historias random, pero con personajes random.

Eso no significa la muerte o desaparición de mis personajes, a los cuales tengo mucho cariño. Tengo que decir que esa cosa inusual que ha pasado es la idea de dos chicas distintas que no se conocen entre ellas. Una compañera mía de clases (no voy a decir quien, ja, ja) y una chica cuatro años menor que yo (y que ha leído algunas de mis historias. Ella misma se dará por aludida cuando le diga que sigo esperando el dibujo de Mimi, sin prisas.), que me ha dado la inspiración para embarcarme en una peligrosa tarea. Voy a escribir un libro. Un libro con una historia que no es random, con mis personajes que no son random y con un final no random. Va a ser difícil, pero este verano tengo el presentimiento de que me lo voy a pasar mejor escribiendo que haciendo cualquier otra cosa. De este modo, podré centrarme en escribir sobre mis buenos personajes coherentemente, al mismo tiempo que subo a este blog (o a otro, porque puede que cambie el nombre del título) historias con personajes variables. Aún así, no os extrañe que nos visiten nuestros personajes queridos de hace un par de años, pues siempre serán bienvenidos aunque tengan una aventura que vivir.

Hasta aquí mi "informativo". Pero... Os querría dejar con una imagen que hizo uno de mis personajes y que ahora está desaparecido. Sin embargo, me encantó que plasmaran en imagen a un personaje que me he inventado y que lo hiciera tan bien. A lo mejor mi memoria me falla, pero Nevan me recuerda a algo, y no sé a qué. Igual con su imagen me hacen recordar...





(Yo le quitaría esos pendientes, pero bueno, yo no soy el dibujante, así que no puedo decir nada. Hasta la próxima!)

domingo, 24 de mayo de 2015

El paso del tiempo con Edward Yolag

"El tiempo pasa muy rápido, y yo pierdo el tiempo hablando con espíritus invisibles, pero existentes."

Eso dije yo, Edward Yolag. Me recuerda a los escritores que se hicieron famosos en el pasado, como Manrique o Quevedo, hablando del paso del tiempo. Ahora yo, no por fama sino por reflexión, busco tratar el mismo tema. Creo que tengo buenos ejemplos para ello.

El primero soy yo. Un viejo que ya ha vivido 69 años en la vida y que, por fortuna, sigo viviendo. He pasado por la muerte de mis padres y mi esposa, vivido solo largos años y otros acompañado por mi joven hija adoptada Nevan. Tiendo a repetir mi historia una y otra vez, por lo que veo. Así que pasaré al siguiente ejemplo.

Alberta, la ciudad del comercio. Pasé por allí varias veces en pocos días, y cada vez que veía a Paulina trabajando no podía evitar preguntarle qué tal estaba.

"Tengo un montón de cosas por hacer hoy"
"Malditos guerreros sin cerebro... Ahora me toca reparar a mí, ¿no?"
"Llevo toda la mañana al lado de la fragua... ¡Qué calor!"
"Hoy creo que no voy a poder ir a Payon... ¡Tengo montones de trabajo!"

Así todos los días. Paulina no descansa apenas, y su trabajo es duro físicamente. También, aguantar a los hombres que la piropean mientras trabaja, es un añadido al esfuerzo.

Otras tantas veces llegué a Payon y hace muchísimo tiempo que no veo a Lucas por allí. Está en paradero desconocido.

Una cosa que me gusta mucho hacer en mis viajes es volver a pasar por Izlude. Allí está viviendo mi hija, en un pueblo pequeño costero muy cercano a la gran capital. Cada vez que la vuelvo a ver me sorprende con alguna cosa nueva que ha hecho o descubierto. No comprendo por qué un demonio se retira a vivir en un lugar tan tranquilo como ese, pero quién sabe cuál es el comportamiento de cada persona.

Llego después a Prontera, la ciudad capital. Allí se encuentran la mayor parte de mis conocidos: Zerofrost, Bart Chill, Gabriella, Mimi, Edgar, Liza, Gerald...

Sin embargo, Zerofrost está constantemente viajando a Yuno, Edgar y Liza actúan en Comodo...

La verdad es que la capital es un lugar muy animado. Lleno de entretenimientos, es enorme en dimensiones, hay casi de todo... Pero hay mucho ruido. Demasiados espíritus juntos, y escucharlos todos a la vez puede ser molesto.

Aquí termina mi rutina normal de viajes. De Alberta a Prontera y viceversa. No tengo otra cosa que hacer. Los vinculaespíritus somos personas pacíficas. Viajamos en busca de gente que nos necesite, pues no somos una especie común. Así pasa mi tiempo. Recuerdas tu primer trabajo y sonríes. Recuerdas el que hiciste hace unas horas y te importa poco. Así nos quedamos con que lo pasado siempre fue mejor. Pues no es así. Podría decir que me lo ha enseñado el demonio, pero lo cierto es que estoy viviendo con mi hija en Izlude durante una temporada, reflexionando sobre varios aspectos de mi vida o de los espíritus de otros. Ella me ha enseñado que el presente también se puede disfrutar, pues en el futuro, lo que vivas ahora lo añorarás.

(Me habría gustado escribir un poco más, pero los exámenes finales me tienen con la agenda apretadísima. Esa es una de las razones por las que escribí este episodio: El examen de literatura. Gracias a los que me siguen todos los domingos, o cualquier día que leáis mi blog, porque me hacéis sonreír un poco más. Con mucho cariño y poco tiempo, me despido hasta la semana que viene.)

domingo, 17 de mayo de 2015

La historia de Edward Yolag

(Como estoy casi sin tiempo, algo que puedo escribir rápidamente es la historia de mi personaje. Adelante, Edward Yolag. Puedes empezar.)

- Hola a todos, mi nombre es Edward Yolag, y esta es mi historia.
Todo empezó cuando desperté con 8 años, en una casa desconocida. Es mala suerte que no recuerde nada más antes de esto. Los dueños de dicha casa eran mi padre y mi madre, quienes se alegraron muchísimo de que yo estuviera vivo y despierto.
Había sufrido un accidente. Tras casi ahogarme en un lago mientras íbamos de vacaciones al campo, quedé en un estado de sueño profundo durante más de un día entero. Desperté y... Tenía mucha hambre, ja, ja...
No puedo quejarme. Mis padres eran muy importantes para mí, y me cuidaron como nadie me ha cuidado nunca.

Voy a pasar al siguiente punto importante de mi historia. Una vez tuve 25 años, conocí a Elisabeth, la que fue mi esposa durante ocho buenos años. Nunca olvidaría esos cabellos cortos y tan negros como la noche cerrada. En su mirada tenía algo especial que fue lo que me atrajo de ella.
A quien tampoco olvidaría es al desalmado que incendió nuestro hogar. Yo me encontraba fuera de casa, pero mi mujer descansaba dentro. Espero que no hubiese despertado, pues habría visto lo más horrible que existe en este mundo: la propia muerte.
Consumida entre las llamas, Elisabeth murió junto a sus pertenencias, todas calcinadas. Sólo me quedó una canción para flauta en mi memoria. Una que compuso ella.
Este suceso me hizo sufrir y pensar mucho. "¿Qué debo hacer?" me preguntaba más de una vez. La solución la encontré en una extravagante mujer que conocí. Vestida con una túnica azul clara y sus cabellos largos del mismo color. Me parecieron alucinaciones, pero a mis 34 años no podía creer en esas cosas. Lo que más me sorprendió fue que viniera a hablarme.
"Tu espíritu se encuentra muy triste. Mucho. ¿Quieres que te ayude?"
Yo no sabía a qué se refería, pero le dije que sí sin reparar en lo extraña que era la situación.
"Soy una vinculaespíritus. Dame la mano y mírame fijamente a los ojos. No pasará nada malo, tranquilo."
Hice tal y como me dijo. Y al mirar sus ojos, vi que su rostro cambiaba. Elisabeth estaba delante mía, pero no estaba viva. Era su espíritu.
"Edward, no te preocupes tanto por mí. Sigue adelante, porque tienes un gran corazón."
No tuvo tiempo a decir más. Pero fascinado ante la habilidad de esta mujer, le pregunté su nombre antes de que se marchase.
"Puedes llamarme Iluna."
Iluna fue mi inspiración. Así me hice yo vinculaespíritus, como ella. Esta fue una de las mejores decisiones de mi vida.
Terminado mi entrenamiento, me quedé muy solo. Así que con 37 años decidí adoptar. Cuando fui a ver a los huérfanos y huérfanas, me llamó la atención una joven. Yo ya podía ver espíritus en ese tiempo. El alma de esa chica era increíblemente fuerte. Eso me decidió para intentar adoptarla. Los señores encargados de ella me la entregaron en adopción encantados. No entiendo por qué, pero yo tengo a una hija que me quiere, aunque sea un demonio. Literalmente.
Nevan se llama mi hija. Es pelirroja, con cabellos largos y alisados. Probablemente cuente su historia en otro momento.
Continuando con mis vivencias, puedo decir que desde ese tiempo a nuestros días casi nada ha cambiado. Sin embargo, me encontré de nuevo con Iluna. Ella meditaba en la noche, y yo la reconocí por su espíritu. Al detectarme, se alegró en gran medida. Estuvimos hablando a la luz de la luna y sacamos ambos una conclusión clara:
"Ver el espíritu de la gente es espiar. Así que no puedes tener intimidad si hay un vinculaespíritus de por medio."
Espero recordar siempre a Iluna, mi mentora. Sin ella, no estaría escribiendo.

(Pues esta es más o menos la historia de Edward Yolag, narrada por él mismo. ¡Espero que os haya gustado, y el próximo domingo más! ¡Gracias lectores!)

domingo, 10 de mayo de 2015

Comentario de domingo #1: El origen de Yormungandsnake y Edward Yolag

Pues voy a empezar a escribir todos los domingos, aunque sea sólo un poco. Hoy voy a comentaros algo de historia, pero no de ficción, sino de mi historia, la de mi 'nickname' o apodo en Internet, que probablemente no sea único.

Empezó hace 8 o 9 años, cuando me tocó ponerme un apodo para mis cuentas de correo. "¿Qué nombre me pongo?" en ese momento estaba jugando al Final Fantasy X en la Playstation 2, ya que es una saga que me encanta. Entonces en el juego había un monstruo llamado "Yormungand"

Este es. Por este bicho me puse mi primer nick: Yormungand.

Pero años más tarde, ese nombre ya estaba siendo utilizado, con lo que tuve que modificarlo un poco y, con mi imaginación sublime (nótese el sarcasmo), añadí "snake" al nombre, quedando así "Yormungandsnake".

Hace dos años, busqué en Google el nombre de Yormungand y, en mi sorpresa, era originalmente una serpiente de la mitología nórdica llamada Jormungand. ¡Yo desconocía esto hasta que me lo dijeron en un foro!

Derivado de que en ocasiones tenía que utilizar más de una cuenta de juego, salió el nombre de Yolag.

Analicemos esta palabra según su mecanismo de formación:

Yo: Yo mismo, es decir, yo.
Lag: Tiempo de retraso entre tu conexión a Internet y la conexión del servidor.

Eso significa que yo no jugaba de la manera más óptima a los juegos en línea, así surgió el nombre de Yolag.

Ya cuando empecé con este blog, surgió ponerle nombre a Yolag, y así apareció el señor Edward Yolag, viejo protagonista de muchas de nuestras historias random a lo largo de un par de años supongo.

La historia de Edward Yolag (la del personaje) la subiré en el próximo domingo que no haya podido escribir una historia. Tenía ganas de tener en algún sitio guardado la historia de mis múltiples nombres, y así lo he hecho. Hasta entonces, espero que hayan aceptado esta subidas de domingo, que son mejor que nada. Además, creo que serán las únicas que contendrán imágenes. ¡Gracias por seguirme continuadamente lectores!

domingo, 3 de mayo de 2015

Historia extra: La madre de Evie y el Guarda Jade (Tributo a Vindictus)

(A mi pesar, creo que no habrán más episodios de este juego. ¡Aprovechad este último!)

Karok fue a visitar a Vella en la posada. Habían pasado tres meses desde lo sucedido en la exploración de las ruinas.

- Vella, ¿cómo estás?
- Mucho mejor. Ya puedo ponerme de pie, por lo menos.
- Te has recuperado rápidamente. Se nota que eres fuerte.
- Tengo que agradecérselo a Evie. Sin ella, todavía estaría en cama.
- ¿Vamos con ella? Seguro que se alegra de verte caminando un poco.

Karok y Vella salieron de la posada. Ella caminaba con dificultad, pues aún sentía dolor en sus piernas, pero menos grave que hace un par de meses. Vella insistió en caminar ella sola, mientras Karok intentaba ayudarla de vez en cuando. Parecía que iba a caer al suelo a cada paso tambaleante que daba la mercenaria.

Ambos llegaron al puerto, donde hay un lugar de reposo en el que se mantenía encendida una hoguera. Allí estaba Evie, sentada, con las manos junto al fuego. Esta chica era una joven aprendiza de mercenaria. No conoce a su padre, su madre desapareció cuando ella tenía 8 años... Una cadena de hechos entristecen el pasado de esta chica.

Evie miró hacia atrás y se sorprendió mucho al ver a Vella en pie.

- ¡Vella! ¿Qué haces aquí? ¡Deberías estar en cama! - Decía Evie muy preocupada.
- Tranquila, tranquila. Me siento capaz de tomar un poco el aire después de tanto tiempo sin poder moverme.
- ¡Y Karok! ¿Cómo es que estás aquí? No sueles tener días libres... - Afirmó Evie.
- Pues hoy es ese día. Ella salió herida porque no fui suficientemente previsor, así que algo tendré que hacer.
- ¡Es verdad! ¿Qué fue lo que ocurrió en las ruinas? Vella no me lo ha contado...

Karok relataba la historia. Vella corregía aquellos detalles que Karok exageraba. También describieron a Lynn, la "novata" que los sacó del apuro.

- Oye... - Interrumpió Evie - Esa descripción... Coletas, pelo negro, muy bajita, con una guja en su espalda... La he visto antes.
- ¿Dónde? - Preguntó inmediatamente Vella.
- En mi sueño.
- ¿¡Cómo!? - Respondieron a la vez Karok y Vella.

Evie les contó su sueño. En él se veía a ella misma mirando hacia el mar desde la orilla, cuando de repente notaba algo que tocaba sus pies. Era una carta dentro de una botella.

- ¿Una carta dentro de una botella tocaba tus pies? - Preguntó Vella, pese a haber escuchado perfectamente a Evie.
- Sí, después apareció la chica justo al lado mía, sonriendo.
- ¡Yo soñé hace dos días que Lynn y yo abríamos una carta en una botella en la costa! - Contó Vella, emocionada.
- Relájate, Vella, no te vayas a lesionar. - Recomendó Karok.
- ¡Y en la carta ponía algo de una cámara! - Continuó Vella haciendo caso omiso de Karok.
- ¿Cómo? - Preguntó Karok, ahora intrigado.
- Sí, sobre una cámara secreta o algo así.
- ...
- ¿Pasa algo, Karok? - Preguntó Evie.
- Lynn nos quiere decir algo. Yo también la he visto en un sueño. Hace un mes. Y había un mensaje que me daba ella y ponía algo de una cámara.
- ¿Recuerdas lo que soñaste hace un mes? - Preguntó Evie, curiosa.
- Yo recuerdo muchas cosas. Ahora tenemos que pensar qué es lo que nos quiere decir Lynn.

Los tres estuvieron pensando e intentando sacar sentido al sueño. Finalmente, una pregunta de Evie descubrió el misterio.

- Oye... ¿Por qué nuestros sueños están al revés?
- ¿Al revés? No entiendo. - Dijo Vella.
- Karok dijo hace un mes, tú hace dos días y yo ayer. Pero... La historia empieza en mi sueño y acaba en el de Karok, ¿no?

Evie estaba en lo cierto. ¿Por qué el principio de la historia lo conoce el último que tuvo el sueño? ¿Por qué razón va al revés?

- Un momento. ¿Por qué nos comemos la cabeza si podemos ir al bosque de jade? - Propuso Karok.
- ¿Para qué vamos a ir allí? - Preguntó Vella.
- Yo no caí inconsciente del todo, y pude escuchar cómo Lynn decía algo de jade.
- ¿Y ahora lo dices? - Se quejó Evie - ¡Vamos rápido, Karok!
- ¡Espera! ¿Y Vella?
- ¡Que descanse! ¡Luego la voy a visitar!

Evie en realidad tenía otra razón para buscar a Lynn. En su sueño, ella estuvo a punto de decirle dónde se encontraba su madre, pero despertó justo en ese momento. Karok y Evie fueron al bosque de jade, un lugar verde. Muy verde. Verde jade, para ser exactos. La luz solar apenas entraba a través de las copas de los árboles, creando un lugar verde y sombrío al mismo tiempo.

- No te he preguntado, pero... ¿Por qué quieres saber tanto de Lynn? - Preguntó Karok.
- Ella me resolverá una duda importante.
- ¿Cuál?
- Es un secreto.

Ambos se detuvieron. Divisaron una cabaña de madera en medio deI bosque y fueron hacia ella. Llamaron a la puerta y los recibió con una sonrisa la dueña de la cabaña: Lynn.

- ¡Lynn! - Exclamó Karok.
- ¡Es igual que en mi sueño! - Dijo sorprendida Evie.
- Qué alegría verte, Karok. ¿Dónde está Vella? Y... ¿Esta chica quién es?
- Soy Evie. Encantada. - Se presentó con un sonrisa.

Había muchas cosas que explicar. Por qué se había marchado Lynn, por qué aparecía en los sueños, etcétera. Todo fue explicado de sus labios.

- Verás, Evie... La Bruja de Jade ha muerto, con lo que ahora tuve que encontrar a su sucesor y presentarle mis respetos para que me dejase estar en sus dominios. Resulta que me quiere poner a prueba. Necesito encontrar a tu madre y... Matarla.
- ¿¡QUÉE!?

Evie no daba crédito. Se encuentra a la que debía ser su salvadora y resultó ser solamente una interesada. ¡Una asesina!

- Lynn, yo no te imaginaba así. - Añadió Karok.
- Lo siento, de verdad, pese a que no me creas, chica...
- ...

Evie se quedó cabizbaja y muy seria.

- Si encontramos a mi madre... ¿Me dejarás despedirme de ella?
- ¿¡Estás dispuesta a que asesine a tu madre!? - Preguntó incrédula Lynn.
- ...

Tras unos momentos de silencio, Evie contestó: "No."

- Vámonos a conocer a tu madre, Evie. Nosotras dos.
- ¡Oye! ¿Y yo qué? - Preguntó Karok.
- Ve con Vella. Estará frustrada al no haber podido venir aquí.

Lynn llevó a Evie al sótano de la cabaña. Allí había una gran puerta de madera con las siglas "T.N.C". Ambas la abrieron y vieron una sala muy lujosa, con el suelo impecablemente limpio y antorchas encendidas.

- No me creerás, pero esto no es parte de mi casa. Es algo que ha aparecido aquí, y que me han pedido eliminar. Sin embargo, creo que tienes derecho a conocer a lo que ahora es tu madre.

En el fondo de la sala había una gran cama doble y en ella reposaba una mujer. Estaba vestida con una falda negra y camisa blanca con una corbata azul oscura. Su cara... Era igual que la de Evie.

- ¿M-Mamá?
- Sshhh... ¿Tienes agallas para traerme a la niña? - Respondió ella, hablando con Lynn.
- Estoy preparada, pero por lo menos deberías haber sido más cariñosa con ella. - Contestó Lynn.

Las puertas se cerraron de un portazo y la madre de Evie comenzó a caminar lentamente hacia Lynn. De las manos de la madre apareció una gran guadaña negra ornamentada de diversas formas circulares. Magia.

- ¡Mi madre nunca utilizaría algo así! - Gritaba Evie.
- ¿Ahora comprendes por qué me han pedido esto? - Preguntó Lynn, atenta al ataque inminente de la madre.

La madre corrió un segundo hasta Lynn e intentó asestarle un corte de guadaña, pero la princesa de jade fue lo suficientemente rápida para esquivarlo casi totalmente. Evie no daba crédito a lo que veían sus ojos. "Esto tiene que ser una pesadilla", pensaba. Pero la sangre de Lynn derramada en el suelo no era una pesadilla.

- ¡Mamá! ¡Escúchame! ¡Voy a usar lo que he aprendido para sacarte ese demonio que llevas dentro!
- ¿Qué has dicho? - Preguntó Lynn.

Evie se concentró, cerró sus ojos e hizo aparecer una guadaña azul en sus manos, tal y como lo había hecho su madre. Esta vez, era su turno de sorprender.

- ¡Mamá! ¡Ven y dale un abrazo a tu hija! ¡Un abrazo tan fuerte que abrase!

Una bola de fuego se dirigió hacia la madre, quemando parte de su vestimenta y haciéndola gritar... de excitación.

- ¿Es un súcubo? - Preguntó Lynn - ¿Cómo supiste que era un demonio?
- Sencillo. Su forma de caminar. Una madre no puede caminar de esa forma. ¿Vamos a matar a esta farsante o no?
- Encantada, Evie.

La medre, ahora a bastante distancia de ambas mercenarias, lanzó varias ondas de energía hacia las dos, pero no fueron muy complicadas de esquivar. El problema vino cuando se intentaron acercar a ella. El súcubo lanzó un hechizo que cambió todo el combate.

De pronto, las mercenarias no podían moverse correctamente. Estaban corriendo como si fuesen protagonistas de una película a cámara lenta. Sin embargo, la madre corría en círculos alrededor de ellas a una velocidad endiablada mientras invocaba proyectiles mágicos. A la tercera vuelta, dichos proyectiles se dispararon hacia el centro del círculo, impactando varios de ellos en las mercenarias ralentizadas.

El tiempo volvió a la normalidad, pero al conocer que tenían que lidiar con ese poder, estaban en seria desventaja. Lynn estaba muy herida y apenas había conseguido atacar. Evie simplemente se resentía del ataque mágico que acababan de recibir, pero podía continuar luchando al cien por cien.

Lynn dió el máximo en esta batalla. Activó su habilidad especial prematuramente esta vez. La Zorra de Jade estaba enfadada. Lynn cargó contra el súcubo y comenzó a atacarla sin preocuparse por el daño que recibía del súcubo. Una característica de la Zorra de Jade es el utilizar la propia energía como escudo, y eso implicaba ser "inmune" a cualquier cosa durante un tiempo. Tiempo suficiente para que Evie cargase un potente hechizo. Una gran explosión de fuego que, aunque afectó también a Lynn, hizo estragos en la madre.

Pero el súcubo no iba a rendirse fácilmente. Vio que Lynn estaba casi sin energías debido al tiempo prolongado de su habilidad y a los golpes que había recibido. Actuando en consecuencia, ella hechizó a Lynn y la tumbó en el suelo. Evie estaba extrañada con lo que sucedía. El súcubo se montó encima de Lynn y, acariciando su cuerpo, se pudo notar cómo el aura de la mercenaria se traspasaba al súcubo, que finalizaba la maniobra con un gemido placentero. Lynn permaneció inconsciente en el suelo después de eso.

Evie contra su propia madre, pero en otras circunstancias. La maniobra final se acercaba. Evie estaba muy concentrada en ese momento. Levantó del suelo al súcubo, como si no hubiese gravedad, pero ella permanecía en el suelo. Esta maniobra la realizó con la mano derecha. Con la izquierda, apuntó a Lynn, la cual se levantó, pero estaba inconsciente. Sus ojos estaban blancos. La mercenaria cogió su guja y, de un salto siguiendo la dirección de la mano de Evie, atravesó al súcubo. Evie había movido a ambas personas como si de marionetas se tratasen. El súcubo aún seguía con vida, pese al derramamiento de sangre que había sufrido.

- Me encanta este momento. El momento en el que todo lo que sube... ¡Baja!

Evie bajó su brazo derecho bruscamente, y así lo hizo el súcubo, cayendo de cabeza violentamente contra el suelo, formando grietas y rompiendo su cuello. Fin de la batalla.

Pero... ¿Qué pasó con Karok?

Al salir de la cabaña, se encontró en la puerta a Vella, que había utilizado sus espadas a modo de apoyo para caminar rápidamente.

- ¡Vella! Mira que eres terca, ¿eh? ¡Si apenas puedes caminar correctamente!
- Déjame. Tengo que ser de ayuda...
- Pues llegas tarde. Se van a encargar Lynn y Evie. Asuntos de familia, supongo.
- Hay que ayudarlas... - Decía cansada Vella.

- ¿Qué hacéis aquí, extranjeros? - Dijo una voz en el bosque.
- ¿Eh?
- No se puede entrar al Bosque de Jade sin permiso. La Reina de Jade se puede molestar con ustedes.
- ¿La Reina? ¡Venga ya! ¡Esto es un simple bosque! - Contestó Karok.
- ¡Pagaréis por esta afrenta! - Respondió la voz misteriosa.

Apareció un hombre vestido con una armadura completa muy extraña, color verde jade. Iba totalmente cubierto por su armadura de... ¿Cuatro brazos? Sí. Un guardián bipolar. Es imposible pillarlo por las espaldas, pues están defendidas.

Karok intentó cargar contra él, pero Vella lo frenó antes de comenzar su carrera. La mercenaria clavó sus espadas en el suelo y, con estas a modo de apoyo, se lanzó contra el enemigo y le intentó dar una patada voladora. Acertó, pero no pareció causar daños. La que sí recibió daños fue Vella. Sus piernas se volvieron verdes y rígidas. A su vez, las piernas del guardián parecían haber tomado el color y la forma de las piernas de Vella. La mercenaria no se podía mover y estaba tirada en el suelo. Karok cargaba su ataque del Big Bang y esta vez no estaba dispuesto a fallarlo.

- ¡Ja! ¿Crees que vas a conseguir acertar con las piernas ágiles de tu compañera?
- Por supuesto que Karok acertará. - Respondió Vella en el suelo.
- Porque eres tan poco observador que ni te diste cuenta. ¡No puede mover sus piernas!

Karok disparó su ataque. El guardián intentó moverse pero no pudo. Se quebró de dolor de piernas y recibió de lleno el impacto de la explosión del arma de Karok. El guarda verde acabó color ceniza.

Al terminar la batalla, Evie salió de la cabaña, seguida de Lynn que estaba aún con los ojos en blanco, controlada por Evie.

- ¿Qué le pasa a Lynn? - Preguntó Vella, apoyada en Karok para mantenerse en pie.
- Ahora mismo está inconsciente. La estoy moviendo yo. Salgamos de aquí rápidamente.

Consiguieron salir del Bosque de Jade guiados por Evie. Lynn seguía inconsciente, y esta vez no estaba controlada por Evie, estaba en cama, esperando su despertar.

Pero su sueño era demasiado bueno para que se acabase en ese momento. Lynn soñaba que ella se convertía en la Reina de Jade.

"Porque como dijo 'La vida es sueño',
Los sueños sueños son.
Sin embargo, yo no soy
Poeta ni escritor,
Sino un hombre que opina
Que lo que Lynn y Evie hicieron,
Fue lo correcto, y encima,
Su actitud fue la mejor.

- Edward Yolag, 'Leyendas y otras historias', en su último escrito sobre Lynn."

(En este episodio extra de Vindictus me he extendido un poco en mi opinión, pero pienso que eso es síntoma de mejoría, pues supongo que una mejor expresión implica a veces más palabras. Me han encantado los dos episodios que he escrito sobre nuestras aventuras en Vindictus, espero que a vosotros también os hayan gustado. Hasta la próxima vez que nos veamos. Intentaré actualizar el blog cada domingo, si no con una nueva historia, con algún comentario breve sobre... Bueno, ya los veréis si lo hago. ¡¡Gracias!!)