sábado, 19 de abril de 2014

WBG: España-Francia. Asalto al carro

El viaje desde España hasta Alemania iba a estar dividido en dos etapas. En carro tirado por caballos hasta Lyon, en Francia. Esta travesía iba a tener un inconveniente: Dos noches durmiendo en el mismo carromato hasta llegar a Francia. Tras el descanso de un día, volverían a tener que pasar dos noches hasta llegar al lugar especificado en Alemania. A continuación, detallamos el viaje.

Partiendo desde una localidad aragonesa, tomaron el carro y empezaron su viaje atravesando el paso de los Pirineos. El grupo de cinco fue afortunado, pues ningún grupo de asaltantes montañosos abordó al carromato. Aún en las montañas, la noche cayó, y los caballos no se orientaban bien a oscuras, así que paraban. Uno de los cinco vigilaba siempre durante la noche, por si había algún imprevisto. Nevan casi nunca dormía, con lo que la guardia casi siempre la montaba ella. No era muy consciente de a qué se enfrentaban, pero ella no tenía miedo ninguno. No ocurrió nada aquella noche.

Día siguiente. En cuanto supieron que estaban ya en suelo francés, Liza estaba ilusionada. Iban a llegar a Lyon por el mediodía, así que ella podría investigar sobre cómo mejorar su habilidad con la espada y visitar lo más importante de la ciudad. En un gran prado en medio del camino, la noche impidió el avance y tuvieron que quedarse a dormir allá. Nevan vigiló toda la noche, porque se había quedado dormida ya entrada la tarde y estaba llena de energía.

Pero aquella noche en el prado, tuvo una visita inesperada. Cuatro luces se movían y estaban cada vez más cerca del carro. Nevan comenzaba a ponerse un poco nerviosa. Intentó avisar a sus compañeros, pero estaban profundamente dormidos. Ella bajó sola del carromato junto a su espada y se quedó en la puerta, como si fuera lo único que tenía que defender. Las cuatro luces se vieron más claramente cuando cuatro figuras de hombres pudieron verse a través de ellas. Nevan comenzaba a tener miedo. Temblaba la mano con la que iba a desenfundar la espada. Cuando escuchó los gritos de los enemigos y estos comenzaron a correr hacia ella, el súcubo soltó su espada, aún enfundada, al suelo. Los cuatro pronunciaban frases en francés y uno de ellos se dirigió a Nevan con un acento muy afrancesado pero hablando en su idioma.

- Muy guapa para estar por aquí, no?
- Eh... Yo...

Los cuatro volvieron a deliberar tras no recibir ninguna respuesta de la chica.

- Veo que no opones resistencia. En ese caso, nos llevaremos vuestros alimentos y a ti. De acuerdo?
- A... A mí?
- Te lo pasarás muy bien con nosotros...
- ... No.

Nevan abrió sus brazos en cruz y elevó la espada enfundada con el pie. Haciendo eso, creía que conseguiría intimidarlos, pero no pareció funcionar.

- La chica quiere pelea, eh? Vamos! Somos cuatro contra ti. Qué puedes hacer? Muéstranoslo!
- Encantada. - Dijo Nevan desenfundando su espada y sonriendo maliciosamente.

Los tres que no hablaban español cargaron contra la chica uno por uno. Se confiaron y prefirieron dejar una oportunidad a Nevan de vencer por lo menos a uno. Eso fue lo que les hizo quedar en ridículo.

- "Puñalada de mano!"

Nevan había acabado con el primero de los cuatro. Había conseguido hacer cinco agujeros en su armadura. Como sus cinco uñas largas, pero con su espada.

- "Cerrar Alas!"

Nevan cortó al segundo con dos espadazos horizontales con ambas manos.

- "Vuelo del murciélago!"

Con un salto esquivó el ataque del tercero y le cortó la espalda al caer. Solo quedaba el "traductor", perplejo de lo que acababa de ocurrir. Nevan estaba de espaldas a él. Cuando la chica se dio la vuelta, sus largos cabellos cubrían el rostro del súcubo. El francés se estremeció e intentó huir, pero tuvo una visión. A sus ojos, parecía que habían alas detrás de la chica, cuando en realidad no las había. El francés tropezó y cayó de culo contra el campo. Nevan se acercaba poco a poco y se puso encima de él. Los ojos de Nevan estaban totalmente rojos. El enemigo temblaba en el suelo, con la chica encima de él, sin poder hacer ningún movimiento para eliminarla. Para la sorpresa del hombre, fueron los labios de Nevan los que atacaron a la boca del francés. Cuando el beso terminó, Nevan dijo susurrante:

- "El amor es ciego."

El francés miró su estado. Ceguera durante 24 horas. No podía saber por dónde caminaba siquiera. A duras penas, consiguió salir vivo de allí. Nevan acabó sentada en la puerta del carro, agotada tras haber entrado en trance y cubierta de la sangre de los otros.

- Qué cojones ha sido eso? Estás bien? - Dijo Bart tras abrir la puerta y ver a los tres franceses en el suelo.
- ... Creo que me he pasado un poco, verdad? - Dijo Nevan con una risita.
- (Esta chica da mucho miedo.) - Pensó Bart mientras volvía a dormir.

Era razón para tenerla miedo. Si Nevan sigue creciendo, puede llegar a descontrolarse. Esperemos que eso no pase. No queremos que ocurra lo que anteriormente vimos con Julia, que acabó muriendo. Hasta el próximo episodio, que será la segunda parte del viaje: Lyon.

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