miércoles, 30 de septiembre de 2015

Dedicado a una cumpleañera

(Espero que te gusten, como siempre, mis palabras)

- Incalculable tiempo llevo caminando paso a paso por este camino que parece interminable. Dias y noches enteras han pasado pero yo sigo aquí, con un pie enfrente del otro. Mis zapatos empiezan a estar desgastados. Las suelas se tornaron marrones como si acabara de cruzar un lodazal.

Pero esto no me perturba en absoluto. Caminando en el calor de los días y en el frío de las noches, no ceso en mi empeño de algún día terminar mi travesía. Loco me decían por seguir este camino con tal ímpetu y decisión, mas es así como me siento. Totalmente convencido de que puedo conseguirlo. Cumplir mi nuevo sueño.

- Claro, idiota.

- En ocasiones oigo su voz. Es como si me susurrara. Rebota en mi mente como el eco en una cueva. Sin embargo, yo tengo que seguir caminando mientras siga teniendo aliento. La noche estrellada hoy es preciosa. No estaba acostumbrado a ver tantos astros en el cielo, así que me encuentro sorprendido. Aunque ya los había contemplado una vez.

- ¿Ya encontraste el triángulo de verano? Es que no me puedo creer que no lo veas.

- Una vez lo vi. Altair, Deneb y Vega. Pero eso fue durante mi camino, cuando ya te habías ido. Quiero encontrarte cuanto antes, para asi poder decirte lo que siempre te he dicho. Te amo con locura. Si no, no estaría haciendo esto. Alcanzarte es como alcanzar las estrellas. Parecen que están muy lejos, pero las puedes ver. A ti aún no te puedo contemplar. ¿Acaso eres inalcanzable? Mentira es.

Anhelo estar a tu lado y poder tocarte como lo hice el día que nació la reina de las estrellas, porque nace una nueva estrella por cada primer beso de amor.

Ya pude ser torpe o audaz, engreído u honesto, que fue el mejor momento de mi vida. No lo cambiaría por nada. Bueno, lo daría por ti.

- Nunca olvidaré este momento...

- Aunque tenga que parar a descansar porque mis piernas fallen por la extenuación. Aunque tropiece con un bache del camino y me cueste levantarme, yo seguiré mirando hacia delante y nunca hacia atrás. Así, algún día, te encontraré enfrente de mis ojos y seré feliz de nuevo.

- Siempre has sido un idiota, pero eres MI idiota.

- Quisiera tenerte a mi lado por siempre. Pero por siempre no me basta y quiero más. Voy a atravesar este camino mirando siempre al frente y sé que algún día estaremos unidos.

- Ese día puede ser ya, idiota.

...

"Rompí mis propias palabras y me giré. Miré atrás. Allí estaba ella, esperándome con una sonrisa que me rompía el alma, pero me hacía feliz. Pude abrazarla, besarla de nuevo, sentir su cercanía...

Entonces volvió a irse. Retomé el camino que recorría para que nuestros encuentros no fuesen como estrellas fugaces. Para que fuesen tan largos como años tiene el Sol.

Y aunque estés lejos y la distancia sea olvido, yo seguiré caminando. Espero que tú también me estés buscando.

Para siempre."

- Te quiero, idiota. - Se despidió entre lágrimas ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario